El estallido del conflicto entre Israel y Hamás ha provocado que el planeta entero vuelva a interesarse por la situación de la Franja de Gaza. Pero no resulta fácil entender lo que está pasando. En la mochila hay 75 años de conflicto entre israelíes y palestinos, décadas de turbulencias sociales y políticas que conciernen a todos los países de Oriente Próximo. Y esto hace que muchos términos se entremezclen y se confundan.
En primer lugar conviene definir qué es Palestina, un Estado independiente para más de 130 países del mundo, pero que ni la UE ni EEUU reconocen oficialmente. Está formado por las regiones de Cisjordania y de la Franja de Gaza.
Y en el plano político es un auténtico rompecabezas. Existe un gran número de partidos políticos y organizaciones que han jugado un papel trascendental en la historia de los palestinos. Y que ahora también están siendo claves en el nuevo conflicto. Algunos colaboran entre ellos, y otros están enfrentados. Esa falta de unidad es, precisamente, uno de los mayores escollos de los palestinos. Y por eso equiparar a Hamás con Palestina es erróneo: tan sólo es una opción política más.
Para entender esa fractura hay que viajar a 1993. Ese año el primer ministro israelí, Isaac Rabin, firmó una serie de tratados de paz con el entonces líder palestino Yaser Arafat. Los conocidos como Acuerdos de Oslo contemplaban la creación de una nueva entidad, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que debía agrupar a todos los palestinos y actuar como un Gobierno tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza. En 2013 la ANP pasó a llamarse oficialmente Estado de Palestina, y está considerado actualmente como el único Gobierno oficial del país.
Pero en las elecciones parlamentarias de 2006 todo voló por los aires. Hamás se hizo con el control en la Franja de Gaza y expulsó de allí a la Autoridad Nacional Palestina. Y mientras, Cisjordania quedó bajo el mando de Fatah, otro partido político que gobierna la región a través de la ANP. Una ruptura que desde entonces ha dividido profundamente a la política y a la sociedad palestina.
Más de tres lustros después, la situación se halla en punto muerto. Las elecciones se han pospuesto una y otra vez, en medio del conflicto que mantienen Fatah y Hamás. Y a eso se le suma la intervención de Israel, que ejerce un control total sobre Palestina. Estos dos factores han hecho que los comicios no puedan desarrollarse con plenas garantías democráticas. Por eso a día de hoy hay que seguir mirando al Consejo Legislativo Palestino que se conformó en 2006. Ese año siete partidos políticos obtuvieron representación, y otros cuatro escaños los ganaron candidatos independientes.
Hamás
Hamás nació en 1987 durante la Primera Intifada contra la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, y en la actualidad cuenta con entre 20.000 y 25.000 militantes, según cifras del gobierno estadounidense. Está considerada como la rama palestina de los Hermanos Musulmanes, una organización egipcia que se creó como una sociedad de enseñanza islámica, pero que con el tiempo se convirtió en un movimiento político que reclamaba la purificación del islam y la instauración de un estado islámico en Egipto.
El brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezzedine al Qassam, fue el responsable del ataque sin precedentes contra Israel el pasado 7 de octubre. Pero su brazo político gobierna en Gaza desde 2006, cuando ganó las elecciones con el 44.45 % de los votos, que se tradujeron en 74 escaños. La organización no reconoce la existencia de Israel, y promete sustituir el Estado hebreo por un Estado palestino a través la lucha armada. Por eso está catalogada como terrorista por una decena de países, incluido EEUU, y también por la UE.
No obstante, la organización se comprometió en 2016 a reconocer el Estado de Israel con condiciones. "Estamos dispuestos a aceptar un Estado conforme a las fronteras de 1967 con Jerusalén como capital, preservando el derecho a volver a un Estado soberano totalmente independiente. Esto es un conflicto político. Y en algún momento, los israelíes tendrán que sentarse con los palestinos para negociar una solución final que respete los derechos palestinos de un Estado independiente y autónomo", reconoció hace una semanas Basem Naim, jefe de relaciones políticas de Hamás en un entrevista en este diario.
Hamás está controlado por un politburó, formado por quince miembros y dirigido por Ismail Haniyeh, que está afincado en Doha (Qatar) desde hace tres años. Pero desde junio de 2021 el primer ministro de facto de Gaza es Issam al Da'alis. El intrincado organigrama de la organización está constituido, además, por un consejo consultivo, por el ala militar y por una serie de comités locales en Gaza, Cisjordania y la diáspora. Y tienen, además, una red de beneficencia.
Fatah
Fue fundado en 1958 por Yaser Arafat (que años después firmaría los Acuerdos de Oslo mencionados anteriormente). Desde 2004 su presidente es Mahmud Abás, que también ejerce actualmente como máximo mandatario de la Autoridad Nacional Palestina. En las elecciones de 2004 Fatah se posicionó como la segunda fuerza política en Palestina, con el 41.43 % de los votos y 45 escaños.
En el portal especializado Mapping Palestinian Politics explican que Fatah ha experimentado "conflictos internos a lo largo de su historia". Tomó el control de la Autoridad Nacional Palestina en 1996, pero los palestinos lo consideran un partido corrupto. Con los años perdió gran parte de su posición dominante, tras la muerte de Arafat y la derrota en las elecciones parlamentarias de 2006 ante Hamás.
"Tras las luchas internas de 2007, Fatah quedó debilitado en Gaza y destrozado como movimiento nacional. El partido se ha visto aún más dividido por las rivalidades internas entre Abás y Mohammed Dahlan , que ahora opera a través de una nueva organización llamada Movimiento de Reforma Democrática Fatah", añaden desde Mapping Palestinian Politics. En sus inicios, Fatah también era considerada una organización terrorista por sus ataques. Pero con el tiempo renunciaron a ellos, optando por una vía más diplomática.
Otros grupos políticos palestinos
Además de Hamás y Fatah, otros cuatro partidos políticos lograron representación en el Parlamento Palestino en 2006:
Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). Fundado en 1967, fue la tercera fuerza política más votada en las elecciones, con el 4.25% de los votos y tres escaños. Su ideología es marxista-leninista y laica. Reclama la creación de un Estado Palestino que abarque toda la región histórica de Palestina. Desde los años 80 está en declive, y está considerado como una organización terrorista para la UE y EEUU.
La Alternativa. Una coalición de tres partidos. Por un lado, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), una escisión del FPLP que se constituyó en 1969. Por otro, el el Partido Popular Palestino (PPP), fundado en 1982 como Partido Comunista Palestino. Y por último, la Unión Democrática Palestina (FIDA), una rama del FDLP fundada en 1990 y de ideología reformista socialdemócrata. Juntos obtuvieron el 2.92% de las papeletas y dos asientos en el Parlamento.
Palestina Independiente. Creado en 2002 por Mustafa Barghouti, que sigue siendo su líder. El partido es crítico con la corrupción en el seno de la Autoridad Palestina y firme defensor de la resistencia pacífica frente a Israel. Propone la solución de dos Estados y el derecho de retorno de los refugiados palestinos. Obtuvo el 2.72% de los votos, que se tradujeron en dos escaños. Años después el movimiento cambió de nombre, y ahora se lo conoce como Iniciativa Nacional Palestina.
Tercera Vía. Fundado en 2005 por Salam Fayyad, pocos meses antes de las elecciones legislativas de 2006, donde logró dos escaños con el 2,41% de los votos. Entre 2007 y 2013, Fayyad ejerció como primer ministro de la Autoridad Palestina. Y durante su mandato desplegó un programa de liberalización económica palestina y desarrollo institucional.
Organización para la Liberación de Palestina
Aunque no son partidos políticos, hay otras dos organizaciones palestinas que resulta necesario mencionar por su gran importancia histórica.
Por un lado, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Creada en 1964, es un conglomerado de distintos movimientos y partidos políticos. Desde 1974 estuvo considerada por la Liga Árabe y la ONU como la única representante legítima del pueblo palestino. Pero la situación cambió tras la firma de los Acuerdos de Oslo de 1993. La OLP se comprometió entonces a abandonar la lucha armada, y cedió su protagonismo a la recién creada Autoridad Palestina (AP).
La AP sustituyó y eclipsó a partir de entonces el papel de la OLP, a pesar de que en teoría la primera está subordinada a la segunda. "La OLP sigue siendo muy débil y la Autoridad Palestina, si bien disfruta de la apariencia de un Estado en desarrollo, carece de soberanía y los palestinos consideran cada vez más que está al servicio de los intereses de la ocupación israelí, en lugar de a las aspiraciones del pueblo palestino", explican en Mapping Palestinian Politics.
La OLP está organizada en tres órganos: el Consejo Nacional Palestino, el Consejo Central y el Comité Ejecutivo, que a su vez elige al presidente. A día de hoy la organización está conformada por 11 partidos políticos, aunque su historia está estrechamente relacionada con Fatah, que con el paso de los años fue ganando cada vez más peso dentro de la OLP hasta que su líder, Yaser Arafat, acabó presidiéndola. Actualmente su presidente es Mahmud Abás, que también está al frente de Fatah y la AP.
Yihad Islámica
Por otro lado está la Yihad Islámica Palestina (YIP). Fundada en 1981 en la Franja de Gaza, es un movimiento yihadista, islamista y paramilitar, que tiene como objetivo la destrucción de Israel mediante el enfrentamiento armado. Es la segunda organización armada palestina más poderosa detrás de Hamás, y también está considerada como terrorista por la UE y EEUU. Pero, al contrario que Hamás, no tiene actividad política.
Desde 2018 está liderada por Ziyad al Nakhalah, y en los últimos años ha aumentado su actividad en Cisjordania, donde ha colaborado con otras organizaciones armadas. Ha luchado en varias guerra de Gaza contra Israel, y desde hace años está financiada por Irán.
La Yihad Islámica forma parte, junto a Hamás y otras organizaciones como la libanesa Hizbulá, del llamado Eje de Resistencia antiisraelí. La relación entre las dos organizaciones palestinas es muy estrecha, aunque ha pasado por algunos momentos de tensión cuando Hamás, que se considera menos radical, ha presionado a la Yihad para que cese sus ataques sobre Israel.
La YIP no formó parte del ataque que Hamás perpetró contra el Estado hebreo el pasado 7 de octubre. Pero desde entonces sí ha participado en el conflicto, lanzando algunos ataques contra el país judío. Israel les acusó de ser responsables del cohete que destrozó el hospital de Gaza, causando 500 muertos. Pero todavía se desconoce quién estuvo detrás realmente.
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