Los adolescentes británicos de 16 años Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe han sido condenados este viernes a un mínimo de 22 y 20 años de cárcel, respectivamente, por el "brutal" asesinato a puñaladas de una amiga, Brianna Ghey, en Inglaterra, el 11 de febrero de 2023.

La jueza Amanda Yip, del tribunal de Manchester, en el norte de Inglaterra, expuso este viernes los detalles de un asesinato que calificó de una "brutalidad excepcional" y de "planificado", antes de anunciar la condena de los dos menores, que solo podrán salir de la cárcel si queda probado que no suponen un peligro para la sociedad tras someterse a un estricto programa de rehabilitación.

Según explicó la jueza, Ghey, que era transgénero y tiktoker, recibió hasta 28 puñaladas de gran profundidad con un cuchillo de caza en la cabeza, el pecho, los brazos y la espalda a plena luz del día en un parque del condado de Cheshire, en el noroeste de Inglaterra.

Asesinato de naturaleza "sádica" y de "extrema gravedad"

Los dos adolescentes participaron en un asesinato que fue de "naturaleza sádica" y de "extrema gravedad", agregó la magistrada, quien reconoció que los dos son extremadamente jóvenes y confió en que puedan responder al intenso programa de rehabilitación.

La jueza autorizó a revelar la identidad de los condenados después de que decidiera levantar una orden judicial que impedía que se les nombrara debido a su edad.

Los abogados de los dos adolescentes se habían opuesto a la solicitud de los medios para levantar las restricciones sobre sus identidades, citando las posibles consecuencias sobre su bienestar.

El asesinato de la amiga provocó una gran conmoción en el Reino Unido tras ser hallada sin vida en febrero de 2013 en un parque de la localidad de Culcheth (Cheshire).

Tras conocerse la brutal muerte de la adolescente, miembros de la comunidad transgénero organizaron vigilias en las ciudades inglesas de Liverpool y Bristol, así como en otras ciudades del Reino Unido, como Manchester, Glasgow y Leeds.

Sin remordimientos

En una declaración leída en el tribunal de Manchester, la madre de Brianna, Esther, dijo que "nunca había sentido tanto dolor" y agregó que su hija "debía haber estado muy asustada".

El asesinato, según la jueza, fue premeditado y fue Jenkinson quien inició la planificación, al dejar apuntado los detalles en el teléfono móvil y en cuadernos, donde tenía una lista de hasta cinco posibles víctimas.

Según los detectives que investigaron el caso, Jenkinson y Ratcliffe estaban fascinados con la violencia, la tortura y los asesinatos y el plan para matar a Ghey les llevó semanas.

La fiscal Nicola Williams dijo que los adolescentes no han mostrado ningún remordimiento y calificó de "increíble" el nivel de planificación y violencia.

Influencia mortal

"Los dos parecen haber tenido una influencia mortal el uno en el otro y convertir en realidad lo que pudo haber comenzado como oscuras fantasías sobre el asesinato", agregó.

"Los mensajes entre los dos proporcionaron una visión aterradora de los deseos y fantasías retorcidos de los dos acusados. Sin embargo, también nos proporcionaron la motivación detrás del ataque, los planes y luego los intentos de encubrirlo", explicó.

"La condena refleja la brutalidad del despiadado crimen de los dos asesinos y, si bien no puede borrar el dolor de la pérdida de Brianna, esperamos que aporte algo de conclusión", puntualizó.