Nos confiesa que al despertarse esta mañana de 7 de febrero y darse cuenta de que lleva ya cuatro meses sin saber de su hijo Tal Shoham ha llorado. "Desde que Hamás le secuestró no sé en qué día vivo o qué hora es. Hoy sí sabía que se cumplían cuatro meses, claro, y nada más levantarme me he emocionado", confiesa al borde de las lágrimas. Gilad Korngold, que no concilia el sueño sin tomar pastillas, recuerda cómo Tal, que cumplió 39 años en enero, fue secuestrado por Hamás en la aciaga jornada del 7 de octubre de 2023 en el kibutz Be'eri. Su esposa Adi y sus dos hijos, Naveh, de ocho años y Yahel, de cuatro, también cayeron en manos de Hamás. En total, siete miembros de la familia estuvieron en la Franja. El suegro de Tal fue asesinado. Su esposa, Adi, y los dos hijos de la pareja, estuvieron presos en Gaza 50 días. "Naveh ha visto lo que muchos adultos no soportarían ver en su vida", relata Gilad, que lleva todo este tiempo dedicado en cuerpo y alma a concienciar a los políticos israelíes y a los dirigentes mundiales, incluido el Papa o el Rey de España, sobre la necesidad de ejercer presión para que su hijo y los otros rehenes vuelvan a sus casas.
Recuerda que Tal estaba vestido cuando le capturaron. Le arrojaron al maletero de un automóvil. Le vieron en Gaza cuando bajaba del coche. Desde entonces la familia no sabe nada. Nos cuenta cómo Israel ha intentado hacer llegar medicinas, con ayuda de Qatar, pero no tienen constancia de que hayan accedido a los rehenes. "Hay enfermos, ancianos, mujeres que estarán algunas embarazadas de los terroristas. Nosotros tuvimos a siete personas secuestradas. Aún queda en Gaza Tal, de quien nos acordamos cada día, cada noche", señala.
Hace poco tenía la foto de Tal su hijo Naveh, de ocho años, la cogió y la abrazó fuerte. Los niños necesitan a su padre"
"Mi familia volvió pero mis nietos no pueden volver a llevar una vida normal aún. Mi nuera, tampoco. No hablamos del secuestro. Sí que hablamos de Tal. Es el cabeza de familia. Sus hijos le necesitan", señala Gilad. "Hace poco tenía la foto de Tal, la que llevo siempre conmigo, y el niño la cogió y la abrazó fuerte. Los niños echan de menos a su padre cada día. Todos le echamos de menos, pero ellos le necesitan". Tal Shoham es descendiente de un superviviente del Holocausto. Su abuelo, que aún vive, el padre de la esposa de Gilad, nacida en Viena, resistió en un campo de concentración próximo a Cracovia. Ahora no se atreven a contarle que su nieto está entre los rehenes de Hamás. Temen que no pueda superar esa pesadilla.
El papel de España
Gilad tiene una misión desde aquel 7-O. Su objetivo es movilizar conciencias para que todos los que tienen influencia sobre Hamás muevan los hilos y se logre la ansiada liberación. Esta misión le ha llevado a viajar sin parar. Por eso ha venido a España.
"España ha de presionar para hacer posible la liberación de los rehenes", afirma Gilad, de 62 años. Este martes un grupo de rehenes, entre ellos Gilad, tuvieron ocasión de entrevistarse con el Rey de España, Felipe VI. Gilad está impresionado por la atención que les prestó el monarca. "Fue muy paciente con todos nosotros y no miró el reloj en ningún momento. Sabía quiénes éramos y tuvo palabras de aliento para todos. Nunca había estado con un rey y me impresionó", confiesa Gilad.
También se encontraron con Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, tan criticado por el gobierno israelí debido a su insistencia en que se pare la guerra en Gaza aunque los dirigentes de Hamás aún no hayan sido eliminados. Las familias de los rehenes que se han desplazado a España les dijeron al Rey y a Sánchez que presionen para que entre todos, desde EEUU a Qatar, y también Israel, consigan que los rehenes sean liberados.
El Rey de España fue muy paciente con todos nosotros y no miró el reloj en ningún momento. Sabía quiénes éramos y tuvo palabras de aliento para todos"
galid korngold, padre de tal shoham
El tiempo apremia
"Qatar es clave. Y Egipto. Pero hay que presionar. Hay que conseguirlo lo antes posible. El riesgo es cada vez mayor", indica Gilad. "Han de sentarse en la mesa sin dormir para cerrar un acuerdo que permita que los rehenes sean liberados". Le agobia ver cómo pasa el tiempo y allí siguen todos los cautivos, incluido Tal, del que no han sabido nada en estos cuatro meses. "Si pasa el tiempo, volverán muertos. No quiero que entren con comandos. Quiero un acuerdo", añade el padre de Tal, quien reconoce que "nadie entiende cómo fue posible lo que vivió Israel el 7 de octubre". En ese Shabat trágico
A quienes se oponen a los intercambios por presos, les digo que cambiamos a su hijo por el mío. Solo si tienen a su hijo en Gaza, pueden hablar de qué se puede hacer"
Sabe que hay en Israel quienes rechazan que se excarcele a presos palestinos a cambio de los rehenes israelíes. Recuerdan que al soldado Shalit le liberaron a cambio de más de un millar de presos palestinos, entre ellos el cerebro del atentado del 7 de octubre, Yehia Sinwar. ¿Qué les dice a quienes están en contra de estos acuerdos? "Les digo que si defienden esa posición, cambiamos a mi hijo por el suyo. Si tuvieran a su hijo en Gaza, podrían estar en contra de estos acuerdos. Es la primera vez en la historia de Israel que civiles, incluidos niños y ancianos, han sido utilizados como escudos humanos entre Gaza y los terroristas. No vamos a parar hasta que devuelvan a los rehenes", indica Galid. Prefiere no referirse al gobierno de Israel, aunque cree que después de esta catástrofe habrá cambios, sin concretar a qué se refiere. En el Parlamento israelí expuso sus demandas con contundencia. "Apelé a los diputados árabes, que son musulmanes como Hamás, para que se movieran y pidieran que los liberen", añade.
Me dieron 30 segundos con el Papa. Le mostré la foto de Tal y juntos pusimos las manos encima de la imagen. Sentí algo inmenso"
Nacido en Argentina, Galid, que tiene pasaporte austriaco por una decisión del gobierno de Viena, ha vivido recientemente un momento muy emotivo con el Papa Francisco. "Me dieron 30 segundos para estar con él. Le mostré la foto de Tal y me tomó de la mano. Juntos pusimos las manos encima de la imagen. Soy judío pero me conmovió. Sentí algo inmenso", confiesa el padre de Tal.
Quedan 136 rehenes en manos de Hamás, aunque, según ha publicado The New York Times, al menos 50 de ellos estarían muertos. Israel da por buenos estos datos. Mientras tanto, Hamás ha anunciado que estaría dispuesto a entregar a liberar a todos los rehenes si Israel retirara sus tropas de Gaza, según ha revelado Reuters. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que no habrá un alto el fuego hasta que se logre la "victoria total".
Gilad Korngold, pese a todo, sigue creyendo que Tal está vivo. "Quiero pensar que está vivo, porque Tal es el seguro de vida de los secuestradores". Y está convencido de que, a pesar de todo, sigue sonriendo. "En todas las fotos que hemos encontrado Tal está sonriendo. Así le recuerdo y así espero volver a verlo pronto".
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