Leidy Cadena perdió un ojo a manos de la policía en 2021 durante una protesta en el marco de los paros nacionales en Colombia. Cadena protagoniza un impactante vídeo de Amnistía Internacional que denuncia los devastadores efectos de las consideradas "armas menos letales" en manifestantes de todo el mundo, con el resultado de lesiones de larga duración y discapacidad permanente.
Para demostrar su impacto real, Amnistía centra el vídeo en el efecto que el disparo de una bala de goma similar a la usada por fuerzas de seguridad de todo el planeta causa en una manzana. "Esto es una manzana, que es bastante más grande y robusta que el globo ocular de una persona", explica Cadena.
Un tratado internacional que regule el comercio de material de control policial
Con la imagen del daño que causa el arma en la manzana y el propio testimonio de Cadena y su prótesis ocular, Amnistía Internacional renueva el llamamiento para que los gobiernos apoyen la negociación de un Tratado sobre el Comercio sin Tortura en una campaña bautizada como "Protejamos la Protesta".
“Las armas menos letales, como las balas de goma, el gas lacrimógeno y las porras, han causado lesiones a miles de personas en todo el mundo, incluidas discapacidades permanentes, y decenas de muertes. El vídeo ilustra los devastadores efectos que pueden tener cuando se usan de forma indebida”, señala Patrick Wilcken, investigador de Amnistía Internacional sobre Asuntos Militares, de Seguridad y Policiales.
“Aunque han sido promovidas como alternativas más seguras a las armas de fuego, con frecuencia estas armas se usan de forma ilegítima para hostigar, intimidar y castigar a manifestantes, y en algunos casos causan lesiones de por vida. Esto tiene que acabar", apunta la organización.
Amnistía Internacional hace campaña para que los gobiernos actúen ahora y apoyen el proceso de la ONU para establecer un tratado internacional que regule el comercio de material de control policial. "Mientras no haya controles globales efectivos y basados en los derechos humanos, estas horribles lesiones seguirán produciéndose, y cada vez más personas sufrirán daños físicos y psicológicos duraderos", alerta.
Manifestantes pacíficos de todo el mundo se enfrentan a oleadas de represión por parte de la policía y otras fuerzas de seguridad en intentos deliberados de aplastar la disidencia. Aunque algunas de estas armas pueden desempeñar una función legítima en la aplicación de la ley, también pueden causar lesiones graves, especialmente cuando se usan de forma abusiva contra manifestantes.
La experiencia de Leidy sólo es un caso trágico entre muchos. Payu Boonsophon, de 29 años, resultó herido en un ojo por una bala de goma en 2022, en Tailandia, cuando asistía a una protesta en el exterior de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, mientras que, en Chile, Gustavo Gatica, de 26 años, quedó completamente ciego de forma permanente por el impacto de balas de goma, únicamente por participar en una manifestación contra el alza de los precios y la desigualdad.
Cadena hace suyo el llamamiento: “He perdido el ojo. Eso no lo puedo cambiar. Pero las formas en que se usan estas armas, eso sí se puede cambiar. Necesitamos controlar el comercio del material destinado a la policía. A pesar de mis lesiones, me sigue apasionando el activismo. Todas las personas debemos tener libertad para protestar pacíficamente y sin miedo. Protestar es la manera más firme de unirnos y mostrar al mundo que no estamos de acuerdo con algo".
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