En los pasillos del edificio Louise Weiss, la sede en Estrasburgo del Parlamento Europeo, concebida para poner a prueba el europeísmo del visitante, impera un ambiente de fin de curso. Son los últimos días de la novena legislatura. Hay quienes, como la portuguesa Margarida Marques, del grupo socialista, o el ex primer ministro Leszek Miller, no volverán porque se jubilan.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, con un clavel en recuerdo del 50 aniversario de la Revolución en Portugal, pidió un aplauso para cada uno de los que ya no regresan. Otro de ellos, el belga Philippe Lamberts, copresidente de los Verdes, se despidió, emocionado tras 15 años como eurodiputado, con una advertencia: "Están al alza los dictadores y los riesgos autoritarios". A Lamberts le preocupa que la subida de los euroescépticos ponga en peligro el Pacto Verde.
Pero, además de los que se van, quienes despiertan más interés, con permiso del ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, son quienes se ven como triunfadores en ciernes. Son los partidos de Identidad y Democracia, y de Conservadores y Reformistas, que se denominan soberanistas. Por primera vez los euroescépticos de estos dos grupos, que antes querían acabar con la Unión y ahora cambiarla desde dentro, serán decisivos, si se cumple lo que anticipan los sondeos. Podrán imponer su agenda y bloquear la integración europea.
La Europa de las naciones
En la oficina parlamentaria del francés Jean-Paul Garraud, de Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, que pertenece al grupo Identidad y Democracia, se respira optimismo. Habla de Marine Le Pen como una gran gurú, que supo ver cómo "ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha, sino de globalistas y soberanistas".
Seremos fieles a los principios directores de la Unión Europea. Queremos unos Estados fuertes
JEAN-PAUL GARRAUD, EURODIPUTADO DE AGRUPACIÓN NACIONAL
Garraud habla de volver a "ser fieles a los principios directores de la Unión Europea". Para Garraud, la Unión Europea solo será fuerte si los Estados que la componen son fuertes. Es decir, sería la Europa de las naciones de la que hablaba el general De Gaulle, nada que ver con la integración que defiende el actual presidente francés, Emmanuel Macron. Pero en Francia las perspectivas son mucho más favorables a Agrupación Nacional en las europeas: los sondeos anticipan al menos el 30% de los votos frente al 16% de Renacimiento de Macron, a quien también le ha salido un duro competidor por la izquierda con el socialista Raphaël Glucksmann.
Marine Le Pen fue la primera en ver que no tiene sentido hablar de izquierda y derecha, sino de globalistas y soberanistas"
Jean-Paul Garraud, eurodiputado de Agrupación Nacional
Y tiene claro lo que harán: "Plantearemos a los franceses en referéndum tres cuestiones: la superioridad del derecho constitucional sobre el derecho europeo, el abandono de la política migratoria de la UE y la introducción de la preferencia nacional en la asignación de puestos de trabajo o contratos de servicios".
En Identidad y Democracia, grupo del que forma también parte Alternativa para Alemania (AfD) o la Liga de Matteo Salvini, defienden que el principio de unanimidad es sagrado, que la ampliación debe parar, y rechazar incluso a Ucrania, pero sobre todo a Turquía. Son el grupo del Parlamento Europeo que puede subir más en las elecciones de junio: de 40 eurodiputados pasaría a rozar el centenar, según las encuestas. Con esos números, dejarían de estar proscritos, como hasta ahora. Garraud no oculta que ahora se les acercan de otros grupos. Si bien se descarta una unión formal con los Conservadores y Reformistas, están dispuestos a coordinar sus agendas.
Identidad y Democracia sería el tercer grupo después del Partido Popular Europeo (PPE), con una previsión de 173 escaños y los Socialistas y Demócratas con unos 131, según un sondeo del ECFR. Superarán a los liberales de Renew, que pasarían de los 101 actuales a 86, y los Verdes/Alianza Libre Europea también se dejarían diez y se quedarían en 61. Los dos grandes grupos de centro derecha y centro izquierda seguirían siendo los más votados, y sumarían mayoría con los liberales, pero apenas sería de un 54%, de modo que necesitarían votar juntos para imponer sus criterios.
El PPE como socio
También Jorge Buxadé, número uno de Vox, del grupo de Conservadores y Reformistas, que preside la italiana Giorgia Meloni, se pasea sonriente por Estrasburgo. "Las expectativas de Vox, y de todo el movimiento de partidos patriotas son muy altas y eso se percibe en el Parlamento. Algún diputado socialista me ha expresado su preocupación porque temen que el Partido Popular Europeo pueda pactar con nosotros, el ECR", señala Buxadé en la cafetería del edificio Louise Weiss.
Ese acercamiento se ha visto en el trato de la comisaria Ursula von der Leyen a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, por ejemplo. Meloni puede ser clave en ese vínculo, que la presidenta de la Comisión Europea puede necesitar para renovarse en el cargo.
Pero en campaña, el Partido Popular Europeo trata de mantener las formas para no perder más votos y que se vayan hacia sus competidores a la derecha. Así el alemán Mandred Weber, presidente del PPE, afirmaba en Politico que sus líneas rojas para pactar con otros grupos son las siguientes: "Nuestros socios han de ser pro europeos, pro Ucrania y pro estado de Derecho". Pero Sandro Gozi, uno de los tres Spitzenkandidaten de Renew, decía a El Independiente, que no tiene nada claro que Weber no pacte con los euroescépticos.
El ECR aspira a sumar 18 escaños a los 68 que tiene actualmente. Incluso se da la posibilidad de que se una el Fidesz, que lidera el primer ministro húngaro, Viktor Orban, que estaba en el PPE y ahora figura en los no inscritos. Sus previsibles 14 eurodiputados estarán muy solicitados. Si fuera así, disputaría con ID el tercer puesto como grupo y juntos englobarían el 25% de la Eurocámara.
Para empezar queremos derogar el Pacto Verde. Hemos de devolver el sentido común"
JORGE BUXADÉ, NÚMERO UNO DE VOX EN LAS LISTAS EUROPEAS
"Para empezar queremos derogar el Pacto Verde. Queremos devolver el sentido común. Nadie en su sano juicio puede entender que en 2035 no haya coches diesel y gasolina circulando por Europa. Es de locos. ¿Qué van a hacer los trabajadores? Hay que dar la vuelta a todo eso", indica Buxadé, quien afirma que Vox mantiene buena relación con Identidad y Democracia, a los que no han hecho el cordón sanitario.
"Trabajamos por unidad de cooperación pero cada grupo tiene su identidad. Santiago Abascal consiguió unir a todos los grupos en Madrid, a principios de 2022. Vox es el partido que tiene esa capacidad de unirlos a todos, pero no en un mismo grupo. Son esenciales varios temas: lucha implacable contra la inmigración ilegal; acabar con el discurso del no a las nucleares, y la defensa del sector agrario. Esto nos une. Ya se ha visto la unidad de acción, como en el Pacto de Asilo e Inmigración", añade Buxadé, que presume de que el expediente que llevó de la base de datos europea de huellas dactilares de inmigrantes ilegales tuvo más votos porque lo apoyó ID. "Confiamos en que los números den y el Partido Popular pueda generar mayorías de sentido común a la derecha, no solo ideologizadas a la izquierda", añade el número uno de Vox, seguro de que tanto su partido como Fratelli van a crecer mucho.
"Habrá un giro total porque los 60 escaños que pueden ganar ECR junto a ID se los quitamos a la izquierda", indica. Para Buxadé eso no significa que el Parlamento sea menos europeísta. "Son ellos los menos europeístas porque destrozan la economía europea. Hacer medidas contra el sector agrario no son europeístas. Nosotros defendemos las fronteras europeas y los Estados europeos", remarca el dirigente de Vox.
Justo el último día de esta novena legislatura, el jueves 25 de abril, el presidente Emmanuel Macron daba un discurso en la Universidad de la Sorbona. Macron advertía que "Europa puede morir". Y añadía: "Eso depende de nuestras decisiones". En las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran entre el 6 y el 9 de junio, los ciudadanos podrán elegir qué modelo de Europa quieren. Macron evocó también al italiano Antonio Gramsci. "Las ideas europeas han ganado el combate gramsciano: ninguno de los nacionalismos osa decir que vaya a salir de Europa o del euro". Pero la Europa que quieren nada tiene que ver con una Europa integrada, ampliada y reformada.
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