"Polonia regresa como líder de Europa". Ursula von der Leyen ha elegido la localidad polaca de Katowice para dar a conocer las líneas maestras de su plan sobre la defensa europea, en el que Varsovia desempeñará un papel clave. Lo ha hecho apenas 24 horas después de que la Comisión Europea anunciara que el estado de Derecho ya no está en riesgo en Polonia y por ello aboga por cerrar el procedimiento abierto contra el país, cuando gobernaban los populistas de Ley y Justicia. Está claro que la reina europea, Ursula Von der Leyen, considera vital el apoyo del primer ministro polaco, Donald Tusk, líder de Plataforma Cívica, para renovar su segundo mandato.

Ursula von der Leyen aspira a seguir cinco años más como presidenta de la Comisión Europea. Es la Spitzenkandidat del Partido Popular Europeo (PPE), el favorito para lograr el grupo más numeroso en el próximo Parlamento Europeo, que se elegirá entre el 6 y el 9 de diciembre. Sin embargo, Von der Leyen no las tiene todas consigo para conseguir su objetivo.

Necesita que líderes como Donald Tusk, de su grupo del PPE pero marcadamente contrario a los pactos con los populistas como el Partido Ley y Justicia, le den su apoyo. Tusk está tratando de desmantelar ese progresivo deterioro de las instituciones puesto en macha por el PiS. Sin embargo, el presidente Andrzej Duda, del PiS, pone palos en las ruedas siempre que se lo permiten sus atribuciones. Tusk y los dirigentes liberales polacos recriminan al Partido Popular español sus pactos con Vox, ya que consideran que los populistas no respetan los valores de la libertad y la democracia.

Pero Von der Leyen también probablemente precisará votos del grupo de Conservadores y Reformistas (ECR), que lidera la primer ministra italiana, Giorgia Meloni, quien encabeza simbólicamente la lista de las elecciones europeas de su partido, Fratelli d'Italia. En el ECR está el partido polaco Ley y Justicia y el español Vox.

De ahí que en el primer debate con los Spitzenkandidaten de los principales partidos Von der Leyen dejó la puerta abierta a pactar con los euroescépticos de la ultraderecha. "Depende mucho de la composición del Parlamento y de quién forme parte de cada grupo", reconoció en un debate en el que, como favorita, fue el principal foco de los ataques del resto. Con Identidad y Democracia, en el que se integra Agrupación Nacional de Marine Le Pen, y Alternativa para Alemania (AfD), no ve posible Von der Leyen un acercamiento. Mientras los conservadores y reformistas defienden el apoyo a Ucrania, en Identidad y Democracia hay más filoputinistas. Pero hay puntos en común muy relevantes en materia migratoria, por ejemplo.

"[Los pactos] dependen mucho de la composición del Parlamento y de quién forme parte de cada grupo"

URSULA VON DER LEYEN, PRESIDENTA DE LA COMIISÓN EUROPEA ASPIRANTE A LA REELECCIÓN

Llegó con el empujón de Macron

En 2019 Ursula Gertrud von der Leyen, nacida Albrecht en Bruselas, donde trabajaba su padre en las instituciones europeas, no figuraba en las quinielas y no era la aspirante de los populares, que presentaron al también alemán Manfred Weber. Sin embargo, una serie de carambolas llevaron a que el presidente francés, Emmanuel Macron, diera su visto bueno a que la conservadora alemana, ex ministra de Familia y de Defensa con la canciller Angela Merkel fuera la candidata de consenso para populares, socialistas y liberales.

Sin embargo, Ursula von der Leyen, que ya ha superado los 65 años, la edad de la jubilación en muchos países de la UE, solo consiguió 383 votos de 747, solo nueve más de los que necesitaba. Fueron muchos menos que su predecesor, Jean-Claude Juncker, que tuvo 422. La nueva Eurocámara tendrá 720 escaños, de modo que necesitará 361 apoyos.

Hace cinco años un centenar de eurodiputados de populares, socialistas y liberales se negaron a respaldar su candidatura y se abstuvieron o votaron en contra. Logró el puesto gracias a que sí lo hicieron los polacos de Ley y Justicia (a quienes facilitó que se devolviera el fondo de reconstrucción aunque el presidente Duda lo impidió) y con el Fidesz del primer ministro húngaro Viktor Orban. También hubo varios no inscritos y un verde entre sus apoyos.

Los sondeos vaticinan que los dos grupos más grandes, populares y socialistas, más los liberales, el bloque más europeísta, sumarán menos representantes, unos 395 de los 720, de modo que su elección puede correr peligro si hay una treintena de rebeldes y no capta a eurodiputados de otras latitudes. Los euroescépticos, tanto del grupo de Conservadores y Reformistas (ECR) como los de Identidad y Democracia, van a ganar posiciones, hasta el punto de que podrían rozar los 200 escaños de la Eurocámara. Si lo logran, van a hacer que su voz se escuche más alto que hasta ahora.

Son dos grupos diferentes y lo seguirán siendo, pero confluyen en algunas cuestiones básicas como sus feroces críticas al Pacto Verde, que quieren echar por tierra, y su intención de poner en práctica una política migratoria aun más restrictiva, si bien el nuevo Pacto de Migración y Asilo está en la línea de sus pretensiones.

La creciente influencia de Meloni está haciendo que el centro de gravedad de la UE se desplace más a la derecha"

SIMON TISDALL, 'THE GUARDIAN'

Simpatía por Giorgia

Para evitar que se frustre su aspiración a un segundo mandato, Von der Leyen lleva tiempo cortejando a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que podría sumar unos 30 eurodiputados y gran ascendencia sobre todo el grupo de conservadores y reformistas (ECR). Von der Leyen adoptó, por ejemplo, su enfoque en política migratoria de pactos con terceros países a los que se trasladaría a los solicitantes de asilo rechazados. Esos terceros países muchas veces son dudosos a la hora de respetar los derechos humanos. Curiosamente, la francesa Marine Le Pen no se fía de esta aproximación porque cree que será Giorgia Meloni la abducida por los populistas.  

Según escribe Simon Tisdall, en The Guardian, esta aproximación de Von der Leyen a la primera ministra italiana "se debe a que Meloni se ha vuelto fundamental en la configuración de la agenda de Europa –especialmente en materia de migración y clima– y en la gestión de alborotadores como el húngaro Viktor Orban. Su creciente influencia está contribuyendo a desplazar el centro de gravedad de la UE cada vez más hacia la derecha".

Para los liberales de Renew esos acercamientos de Von der Leyen les despiertan serias dudas. Es más, una de sus tres Spitzenkandidaten, la francesa Valerie Hayer, descartaba que pudiera contar con su apoyo y a la vez con el de la ultraderecha, en concreto citó a Meloni, a quien consideró un estandarte de la ultraderecha sin duda alguna. Hay líneas rojas para los liberales como el Pacto Verde. Y los socialistas y demócratas también recelan de ese acercamiento.

En estos juegos de malabares Von der Leyen necesita la misma pieza clave que hace cinco años para seguir adelante. No es anecdótico que varios de los nombres que se manejan en caso de que su reelección no prospere sean franceses. Para el presidente Macron tiene que haber argumentos muy sólidos en favor de la alemana para renovar su luz verde. De momento no declara sus intenciones porque así tiene más opciones de negociar, aunque su grupo, Renew, va a la baja y eso le resta fuerza, pero será igualmente clave para compensar el peso de la ultraderecha.

Von der Leyen, que ha desvelado una campaña en la que intenta trasladar su lado más humano como médica de profesión, madre de siete hijos, y ya con varios nietos, parte como favorita y eso no suele ser bueno. Ya se sabe que quien entra como Papa sale como cardenal. Y en la Unión Europea quien parece que puede ser el presidente de la Comisión Europea puede acabar ejerciendo de abuela.