La operación militar israelí que a primera hora de este martes ha tomado el control de Rafah, tras semanas amagando con un asalto al enclave, ha desplazado la atención de los siete meses de guerra al perímetro de Rafah, la que los palestinos suelen denominar "la línea de vida" porque hasta ahora había jugado un papel fundamental en el acceso de la ayuda humanitaria y la conexión con el exterior.
El único cruce en manos de Hamás, hasta ahora
El cruce de Rafah es el puesto más meridional de salida y entrada a la Franja Gaza. Linda con la península egipcia del Sinaí. Hasta ahora, era el único que no se hallaba en manos de Israel. Estaba controlado y gestionado por las autoridades egipcias y Hamás. Una realidad que ha cambiado este martes 7 de mayo, cuando se cumplen siete meses de los ataques de la organización islamista palestina y el inicio de los bombardeos israelíes sobre el territorio palestino.
Aparte de Rafah, hay otros dos pasos fronterizos que conectan la Franja de Gaza con el exterior: Erez, un paso hacia Israel en el norte de Gaza, dedicado al tránsito de personas, y Kerem Shalom, un cruce exclusivamente comercial de mercancías con Israel en el sur de Gaza. Ambos permanecen cerrados.
Papel fundamental
Rafah ha desempeñado un papel fundamental para aliviar el bloqueo terrestre, marítimo y aéreo impuesto desde 2007 por Israel tras la victoria electoral de Hamás y su toma del Gobierno de la Franja. Egipto ha participado en ese bloqueo pero ha abierto esporádicamente el cruce de Rafah a mercancías y personas. Para sortear el bloqueo, los contrabandistas horadaron cientos de túneles bajo la frontera de Rafah, permitiendo la entrada de todo tipo de mercancías en la Franja de Gaza.
Tras el golpe de Estado del mariscal de campo Abdelfatah al Sisi en 2013, Egipto inició una campaña militar en el norte del Sinaí, donde operaba la sucursal local del autodenominado Estado Islámico y otros grupos yihadistas. En el marco de la operación, el régimen egipcio inundó los túneles y demolió cientos de viviendas limítrofes con el muro para crear una zona colchón con Gaza.
Abandonar Gaza no ha sido una tarea sencilla, tampoco antes de la última ofensiva militar israelí. Los palestinos debían cumplir con un proceso lento e incierto: tenían que registrarse ante las autoridades palestinas con entre dos y cuatro semanas de antelación, y podrían ser rechazador por las autoridades palestinas o egipcias sin apenas aviso ni explicación. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, "los procedimientos y decisiones de ambas autoridades carecen de transparencia".
El pasado noviembre, tras semanas de ataques aéreos indiscriminados y el inicio de la invasión terrestre de las tropas israelíes, Rafah abrió para la evacuación de extranjeros y palestinos con doble nacionalidad. Desde entonces, también ha servido para la salida de palestinos enfermos y heridos, que han sido trasladados a hospitales egipcios además de punto de entrada principal de la ayuda humanitaria para paliar el hambre y controlar la propagación de enfermedades.
En el punto de mira de los ataques
La toma del control del paso por las tropas israelíes es el último capítulo de un objetivo muy cotizado. De hecho, el cruce fue uno de los primeros blancos de los ataques aéreos israelíes lanzados en represalia por el ataque de Hamás que segó la vida de 1.200 israelíes el 7 de octubre. Entre los días 9 y 10 de octubre, el paso fue bombardeado hasta en tres ocasiones, causando heridos a ambos lados de la frontera.
El 12 de octubre el Gobierno egipcio pidió a Israel que detuviera los ataques cerca del paso fronterizo de Rafah para que pudiera servir de «salvavidas de apoyo» a la población de Gaza, y dejó claro que no abriría el paso hasta que hubiera garantías para la seguridad de su personal.
Egipto refuerza su vallado
El régimen militar egipcio, que desde el pasado octubre ha repetido insistentemente que no aceptará la entrada de población gazatí en la limítrofe península del Sinaí ni cooperará con Israel en lo que tilda de “liquidación de la causa palestina”, ha redoblado la seguridad y vigilancia en su frontera desde octuibre.
El movimiento ha sido especialmente perceptible desde el pasado febrero, con la aparición de nuevos muros de hormigón rodeados de alambres de espino y la construcción de paredes de ladrillo en algunos de los tramos como medida adicional al vallado de acero. Las fotografías del vallado han sido difundidas por los canales de telegram pro palestinos afeando a Egipto un despliegue que incremente el aislamiento de Gaza.
El blindaje se suma al que ya existía previamente, consistente en dos muros: el primero no deja de ser una extensión del construido por Israel en 2018 ante las protestas bautizadas como la “Gran marcha del retorno”, que se despliega desde el Mediterráneo, en el norte, hacia el paso fronterizo de Erez y prosigue más al sur. Su misión es separar el Sinaí de los asentamientos israelíes en las proximidades de Gaza. El agregado egipcio del muro, con seis metros de altitud y profundidad y equipado con radares y sensores de vigilancia, se edificó con el propósito de neutralizar la excavación de túneles destinados al contrabando desde Egipto. El segundo de los muros está construido en hormigón y discurre junto a la frontera egipcia y la Franja. Tiene seis metros de altura y cuenta con torres de vigilancia. En total, tres líneas de barreras separan ahora Egipto de Gaza.
Un cruce con historia
El paso de Rafah no ha estado ajeno a las vicisitudes que ha vivido la zona desde la creación del Estado de Israel en 1948 y la Nakba (Catástrofe, en árabe), el éxodo de 750.000 palestinos de su tierra. Egipto tomó el control de Gaza durante la guerra árabe-israelí de 1948, por lo que no existía faah.r
La península egipcia del Sinaí, de la que Rafah es puerta de entrada desde Gaza, fue invadida por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967. El Sinaí fue devuelto posteriormente a Egipto tras los Acuerdos de Camp David y un tratado de paz de 1979 entre Israel y Egipto. Los últimos soldados israelíes se retiraron de la península en 1982.
Israel abrió el paso fronterizo de Rafah tras el tratado de paz de 1979, y la circulación de personas de Gaza a Egipto permaneció bajo control israelí desde 1982 hasta 2005. A partir de noviembre de 2005, el paso de Rafah pasó a estar bajo control egipcio, de la Autoridad Palestina y de la Unión Europea: era la primera vez que los palestinos obtenían el control parcial de una de sus fronteras internacionales.
Después de que Hamás se hiciera con el control de Gaza en junio de 2007, la Unión Europea retiró el control fronterizo. El posterior bloqueo conjunto de Israel y Egipto y su decisión de cerrar el paso fronterizo de Rafah sellaron de facto la Franja de Gaza por todos lados. Desde entonces, el paso sólo se ha abierto a los palestinos de forma intermitente.
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