Tras más de cuatro décadas formando parte de la diáspora, primero en Albania y luego en Alemania, Donika Gërvalla-Schwarz (Skopje, 1971) aterrizó en el Ministerio de Asuntos Exteriores en la primavera de 2021. La jefa de la diplomacia de Kosovo es hija de Yusuf Gërvalia, periodista y disidente del régimen de Belgrado que fue asesinado por los servicios secretos yugoslavos en enero de 1982. Donika aún no había cumplido los 11 años cuando vio cómo perdía a quien todavía hoy considera su brújula. Casada con el politico alemán Stefan Schwarz, de la CDU, y madre de cinco hijos, la ministra de Exteriores de Kosovo asegura con orgullo que su país es "el más joven de Europa y el más pro OTAN y pro UE". Sobre las reticencias del gobierno español a reconocer a Kosovo, es muy clara: "El caso de Kosovo no tiene nada que ver con Cataluña. Como España no tiene nada que ver con Serbia. Kosovo no es independiente como consecuencia de un movimiento separatista". Y subraya que nunca reconocerían una Cataluña independiente de forma unilateral a menos que lo hiciera España. Ha visitado Varsovia con motivo de la inauguración de su consulado general.
Pregunta.- En 2024 se cumplen 25 años de la intervención de la OTAN en Kosovo. Para Serbia y su aliada Rusia, o China, es un ejemplo de la doble moral de Occidente, que avaló una injerencia armada en la guerra de los Balcanes. Kosovo lo consideró un acto de liberación. ¿Qué lecciones podemos extraer de aquellos hechos?
Respuesta.- Creo que la forma más fácil de entender lo que ocurrió entonces en Kosovo es ver ahora lo terrible que es en estos momentos la situación en Ucrania. Hemos visto lo difícil que es conseguir que 19 países de la OTAN tomen medidas conjuntas. Hay que trasladarse a hace 25 años. Entonces se comprende cuán complejo fue conseguir que 19 países abiertos, democracias libres, adoptaran medidas y apuntaran a objetivos militares de Serbia, en Kosovo y en Serbia.
Lo sé porque yo formaba parte de los que presionaban para obtener apoyo. Por favor, abran una vía de negociación, decían. Pero en Kosovo, se llevaron a cabo terribles crímenes de guerra, fue un genocidio. Y después de la experiencia en Bosnia-Herzegovina con Slobodan Milosevic, Occidente sabía que no había otra alternativa para obligarle a parar. Y al final la intervención de la OTAN salvó decenas, cientos de miles de vidas. En Bosnia más de 100.000 personas que murieron a causa de la guerra.
Kosovo demuestra que a veces el uso de la fuerza es el camino corrector para obligar a parar a quien comete crímenes"
Hay que tener en cuenta, además, que la OTAN intervino, pero no se fue sin más. La comunidad internacional, y los socios occidentales de Kosovo, invirtieron mucho, no sólo en dinero, sino también recursos humanos para transformar Kosovo y reconstruir el país, un país que se ha enfrentado a un terrible genocidio, en un país democrático, muy prooccidental y muy europeo. Al final, si nos fijamos en las cifras, Kosovo es el país del mundo que cuenta con un 93% de apoyo a la adhesión a la UE y a la OTAN. No encontrará estas cifras en ninguno de los Estados miembros de la Unión Europea o de la OTAN. Somos el país más joven de Europa, el país con la población más joven y el país más proeuropeo y prooccidental de Europa. Así que esto demuestra que a veces el uso de la fuerza es el camino correcto para obligar a otros a parar y así luego poder ayudar a reconstruir el país.
Pregunta.- Putin precisamente alude a esta intervención para justificar su anexión de Crimea o su amparo a las fuerzas prorrusas en el Donbás. Mantiene que la comunidad rusa sufría ataques, como los albaneses dentro de Serbia. Al reconocer EEUU a Kosovo contra la ley internacional, países como España pueden temer que eso les afecte y que Cataluña sea reconocida internacionalmente si hay una acusación de maltrato a la comunidad catalana.
Respuesta.- Primero, Putin se equivoca. Y segundo, sabe perfectamente que se equivoca porque esto forma parte de su propaganda para justificar lo que hizo con Crimea. Preguntados por parte serbia, la Corte Internacional de Justicia, el más alto nivel judicial de Naciones Unidas, ha respondido que el reconocimiento de Kosovo no viola ninguna ley internacional. No podemos comparar cosas que son diferentes. Es muy importante subrayar que Crimea no es como Kosovo. Nadie en Ucrania estaba cometiendo genocidio contra los rusos en Ucrania. Nadie en Crimea estaba discriminando y obligando a la gente a abandonar el país. Nadie en Ucrania estaba cometiendo una especie de sistema de apartheid contra los rusos allí. Así que si empezamos a comparar cosas que no son comparables, entonces todos cometeremos errores. Por eso es muy importante recordar cómo era la situación y qué hace falta para que las democracias libres tomen medidas tan radicales.
Rusia y China se oponían a ello. Entonces, ¿qué debemos hacer ahora también con Ucrania? Lo planteamos en el Consejo de Seguridad, y no podemos hacer nada para ayudar a Ucrania. No debemos permitir que en el Consejo de Seguridad haya derecho de veto para países que están atacando con una agresión abierta, que libran una guerra a gran escala contra un país vecino. Pero esta es otra cuestión.
P.- ¿Cuál es su mensaje para el gobierno español que sigue sin reconocer a Kosovo? ¿Qué le suele decir al ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, cuando tratan el asunto?
Nadie puede comparar la España de hoy con la Serbia de 1999, así que no hay nigua razó para comparar Kosovo y Cataluña"
R.- No creo que nadie pueda comparar la España de hoy con la Serbia de 1999. De nuevo, no deberíamos permitir que otros nos obliguen a hacer una comparación donde no es posible. España es un Estado democrático, un Estado libre de personas libres, y España es uno de los pilares más importantes de nuestras democracias occidentales. Así que no hay ninguna razón para hacer ninguna comparación entre la situación de Kosovo y la nuestra. Kosovo no es Cataluña. Y esto es lo que les digo a nuestros amigos de Cataluña y del País Vasco también.
P.- Entonces ustedes no recocerían a Cataluña si se declarara independiente.
R.- No. ¿Por qué tendríamos que hacerlo? Kosovo no es el resultado de un movimiento separatista. Es muy importante que se entienda esto.
P.- Un Kosovo independiente nunca reconocerá una Cataluña independiente.
R.- Eso depende de España, de cómo aborde España el deseo de algunos en Cataluña y otros de ser independientes. Pero no es algo que tenga que decidir Kosovo. Respetamos las decisiones que España tome ahora y en el futuro, y eso lo tenemos muy claro. Sabemos que la solución no tiene que con la disolución de Estados que funcionan. Llegamos a esa solución por la guerra y las atrocidades. Después de lo sucedido en Kosovo, no había forma de que Kosovo fuera parte de Serbia. No era posible tener soldados serbios, policía serbia, que pretendieran hacerse cargo de la seguridad y el orden de nuestro genocidio. Por eso vamos a insistir en explicar que lo que ocurrió en Kosovo en 1999 no puede compararse con nada de lo que está ocurriendo en Ucrania, ni en España, o en cualquier lugar de Europa donde haya movimientos separatistas. Kosovo no es independiente porque haya movimientos separatistas. Esto es muy importante saberlo y repetirlo.
P.- Por dejarlo claro: a menos que Madrid no reconociera la independencia de Cataluña, Kosovo no lo hará.
R.- Actuaremos como todos nuestros socios europeos y nuestros socios estadounidenses. Formamos parte de la comunidad occidental de Estados europeos democráticos, y nuestra política exterior está alineada con la política exterior de la Unión Europea y con la política de seguridad. No hay ninguna razón para creer que Kosovo actuará unilateralmente a este respecto. Respetaremos y recibiremos consejo de nuestros socios, y trataremos este tema como todos nuestros socios, como lo hacemos con Israel, como lo hacemos con otros miembros.
P.- ¿Usted se ha encontrado alguna vez con el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont o algún otro líder separatista catalán?
En el caso de Kosovo, no se trató de una decisión libre del pueblo de quedarse o no en Serbia, porque no podíamos permanecer tras el genocidio
R.- No, no, de forma intencionada. No sé si habremos coincidido con algún dirigente en alguna conferencia, pero no de forma oficial. Somos muy claros. Pero no lo han intentado hasta donde yo sé porque saben que son casos muy diferentes. Desde mi perspectiva es un error que España compare Kosovo con Cataluña. No hay ningún parecido. Respetamos los procesos de cada país. En Escocia hubo un referéndum y la gente tomó una decisión. Es un procedimiento democrático. En el caso de Kosovo, no se trató de una decisión libre del pueblo de quedarse o no en Serbia, porque no había ninguna posibilidad de permanecer allí después de las atrocidades y el genocidio. Así que Kosovo es una democracia muy europea que tiene la misma política exterior que todas las demás democracias europeas.
P.- Ahora se cumplen 25 años de la creación real de Kosovo y hay dudas sobre si es un Estado viable. Se dice que es un protectorado de EEUU. ¿Puede la economía de Kosovo sostenerse sin la ayuda de EEUU y la UE?
R.- Kosovo es la historia del éxito de Occidente. Es la historia del éxito de cómo se construye un país tras una intervención militar. Y la historia del éxito de un pueblo que luchó por la libertad, pero que ahora vive en un Estado donde la economía prospera, donde somos los líderes, los campeones de la democracia y el Estado de Derecho en la región. En los últimos tres años hemos aumentado nuestro PIB en un 50%.
P.- Pero el punto de partida es muy bajo. La renta per capita, según el FMI, está al nivel de Egipto o Ucrania.
R.- Sí. Pero tenemos un verdadero boom. Es así porque nuestra gente confió en nosotros. Nos dieron más del 50% de los votos por nuestra promesa de empleo y justicia. Y eso significa luchar contra la corrupción, contra el crimen organizado, contra el nepotismo en las instituciones. Y eso se traduce en un aumento de más del 50% del PIB. Pero si nos fijamos en todos los ámbitos, por ejemplo, los ingresos fiscales, pues hemos tenido en el primer año más de un tercio de ingresos fiscales, no porque la economía se disparara de inmediato, sino porque la gente ve que el gobierno no estaba poniendo el dinero de su propio bolsillo. Los ciudadanos son más optimistas y gastan más. Es un progreso increíble. Es una pena que nos enfrentemos a problemas de seguridad y que algunos de los inversores teman que, si van allí, tendrán problemas de seguridad, lo que no es cierto. Y como somos una historia de éxito Putin está luchando contra nosotros. Putin está luchando contra nosotros. Quiere trasladar la idea de que si vas con Occidente acabarás como Afganistán.
Lo que no se puede consentir de ninguna manera es un cambio de fronteras. Eso sería una receta para la guerra en los Balcanes"
P.- Pero la inestabilidad es un hecho. La Inteligencia de EEUU subraya que es un lugar de riesgo. Serbios y kosovares mantienen un conflicto latente y cada cierto tiempo la fricción escala.
No podemos excluir nuevas guerras en nuestra región (...) No creo que Serbia ataque Kosovo por la Kfor pero sí podría hacer algo en Bosnia"
R.- Aquí en Polonia saben que tener un vecino como Rusia impone algunas estrategias que no seguirían si fueran vecinos de Canadá o Australia. Y este es también nuestro problema. Mantenemos una excelente cooperación con todos los países de la región, pero Serbia es un caso especial porque es un proxy de Rusia. Y Rusia está utilizando a Serbia para desestabilizar la región y mantener a Occidente distraído de Ucrania. No podemos excluir nuevas guerras en nuestra región. Estamos trabajando con nuestros socios para que eso no ocurra. Pero nunca se sabe. No creo que Serbia ataque Kosovo porque tenemos miles de soldados de la Kfor allí. Pero Serbia encontrará la manera, tal vez a través de Bosnia-Herzegovina, de empezar una nueva guerra. Y si hay una guerra en los Balcanes, ya se sabe con qué facilidad se va a extender.
P.- ¿Cree que la UE está haciendo lo suficiente por los Balcanes Occidentales, por Kosovo?
R.- La Unión Europea es la única alternativa que tiene Kosovo. Para muchos países de los Balcanes Occidentales la cuestión de la UE es cómo integrarse en la UE porque se trata de valores y principios compartidos. Si cumplimos con el estado de Derecho y nos atenemos a los principios de la democracia, la UE debería abrir la puerta a los que estén preparados. Sin embargo, es cierto que la ampliación requiere explicar a la población de los Veintisiete por qué el ingreso de los Balcanes Occidentales es algo con lo que la UE gane. No es un lastre.
P.- ¿Y qué pasará si en 15 o 20 años no han ingresado estos países en la UE?
R.- Cada vez más países buscarán otras soluciones. Quizá se reorganizarán buscando otros criterios, o se acercarán a los BRICs. Necesitamos que los países que reúnan las condiciones puedan entrar sin esperar al permiso de Rusia.
P.- Y si persiste el problema entre Kosovo y Serbia no hay manera de avanzar.
R.- Lo que no se puede consentir de ninguna manera es un cambio de fronteras. Eso sería una receta para la guerra en los Balcanes Occidentaels, una locura. Así se abriría la caja de Pandora. Es una de las más importantes razones por las que España y los otros cuatro Estados europeos [Chipre, Grecia, Eslovaquia y Rumanía] que no reconocen a Kosovo deberían hacerlo. Así enviarían el mensaje a Rusa de que las fronteras son inviolables, que no se cambian. Sería una gran contribución para la paz y la estabilidad en los Balcanes Occidentales. España ya hizo un gran avance al reconocer los pasaportes. Esto permitirá que más españoles vayan a Kosovo y más kosovares a España. Confío que a medio plazo haya más cambios.
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