Úrsula Von der Leyen dejó claro en el debate electoral previo a los comicios del 9 de junio que continuará trabajando con Giorgia Meloni. La actual presidenta de la Comisión Europea descartó que la primera ministra italiana y líder del partido Fratelli d'Italia traspase las líneas rojas que ella ha fijado en el apoyo a Putin. Pero esta mano tendida a la ultraderecha sí supone un escollo para los partidos que apoyaron a Von der Leyen en la última legislatura y que la encumbraron como presidenta de la Comisión.

Los socialistas europeos ya han advertido a la alemana de que no "cooperarán" ni formarán una coalición con la extrema derecha, ni con ECR, ni tampoco con ID, los dos grupos políticos que se sitúan a la derecha de los populares en el hemiciclo europeo. En la misma línea se pronunció el canciller alemán, Olaf Scholz, que señaló que "cuando se forme la próxima Comisión Europea, no debe depender del apoyo de una mayoría parlamentaria que también necesite el apoyo de extremistas de derecha”.

El comentario de Scholz es significativo porque a través del Consejo Europeo, donde están los 27 líderes de los gobiernos de la Unión, puede apoyar o rechazar la candidatura de Von der Leyen a presidir de nuevo la Comisión Europea. No obstante, el Consejo podría volver a vetar la propuesta del Parlamento Europeo, como ocurrió en 2019.

En cualquier caso, los socialistas ya le han dejado claro a Von der Leyen -al menos hasta que se conozcan los resultados de las elecciones- que deberá elegir a quién le da la mano: si a ellos o a la ultraderecha.

El candidato de los liberales (Renew) también ha puesto a la popular en la disyuntiva de repetir el acuerdo de 2019 o de tender puentes con la ultraderecha. Sandro Gozi subrayó que su partido está "en contra de las alianzas con la extrema derecha en el Parlamento Europeo" y afirmó que es "necesario un nuevo pacto político como hicimos en 2019 con los socialistas y el partido popular europeo".

Von der Leyen tampoco contará con el visto bueno de los verdes en el Parlamento si abre la puerta a ECR. "No vamos a unirnos a una coalición o a una mayoría con, por ejemplo, ECR. Así que Ursula von der Leyen o quien quiera construir una mayoría, tendrá que elegir", apuntó Terry Reintke, la spitzenkandidat de los verdes.

"Pueden estar seguros no solo de que no vamos a formar una mayoría si ECR está en ella, sino que además presionaremos al resto de grupos", amenazó Reintke.

Pero la negativa de sus socios de la anterior legislativa no es la única a la que se puede enfrentar Von der Leyen, que deberá justificar muy bien en el seno de su partido la alianzas con ECR, la familia política en la que está integrada el partido de Meloni. La italiana sí cuenta con el beneplácito del Partido Popular. Su líder afirmó hace unos días que no era "homologable" a otras figuras de la extrema derecha.

El auge de la ultraderecha y su reflejo en los escaños que consigan en el hemiciclo el próximo 9 de junio serán clave para que Von der Leyen busque apoyos a la izquierda o a la derecha de su partido. Sin embargo, si ECR e ID se fusionan en un solo grupo y se cumplen los pronósticos, la ultraderecha se convertiría en la segunda fuerza de la Cámara y forzaría a Von der Leyen a dar la mano a partidos que sí que incumplen sus líneas rojas o a tratar de sumar los apoyos necesarios con sus socios de 2019.

Las encuestas proclaman ganador al Partido Popular Europeo y eso encamina a Von der Leyen como candidata a presidir el gobierno comunitario. Sin embargo, como publicó este periódico, hay otros nombres que podrían lograr el consenso entre populares y socialistas, como el de Mario Draghi.