El Congreso Nacional Africano (CNA), el histórico partido con el que Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994 y que gobierna el país desde entonces, ha ganado las elecciones celebradas el pasado miércoles, a las que estaban llamados cerca de 28 millones de sudafricanos. La novedad es que, por primera vez desde el fin del régimen segregacionista del apartheid y la instauración de la democracia hace tres décadas, el Congreso ha perdido la mayoría absoluta.

Con el 99,91% del voto escrutado, el CNA, que atraviesa su peor momento histórico, se desploma al 40,2%, más de 17 puntos menos que en las anteriores elecciones celebradas en 2019, cuando consiguió conservar una holgada mayoría del 57,5%. El líder del partido y presidente del país, Cyril Ramaphosa, tendrá que pactar con otras formaciones para optar a un segundo mandato de cinco años.

La Alianza Democrática de centro derecha de John Steenhuisen se mantiene en segundo lugar con el 21,7% de los sufragios, mejorando muy ligeramente el resultado de 2019, cuando obtuvo el 20,77%. La AD es el principal partido opositor, heredero de la dirigencia política blanca que se oponía al apartheid y tradicionalmente asociada al voto de la minoría blanca, que representa el 7,7% de la población sudafricana.

El partido del expresidente Zuma, tercera fuerza

La gran sorpresa ha venido del lado de la la formación de Jacob Zuma, presidente entre 2009 y 2018. El uMkhonto weSizwe (MK, Lanza de la Nación) ha irrumpido en sus primeras elecciones generales con el 14,6% y ha arrebatado la tercera posición a los Luchadores por la Libertad Económica (EFF) de Julius Malema, que antes de los comicios destacaban como la tercera fuerza del país y se han quedado en el 9,5%.

El Tribunal Constitucional impidió a Zuma –condenado en 2021 a quince meses de cárcel por desacato– concurrir a estas elecciones en plena campaña, pero la polémica no ha parecido mermar el apoyo a su partido. La aparición del MK ha dividido el voto tradicional del CNA, salpicado además por casos de corrupción como los protagonizados por el propio Zuma y desgastado por los problemas que afectan al país, como el elevado desempleo, la criminalidad o los cortes eléctricos. Una crítica situación interna ante la que Ramaphosa ha respondido con una activa implicación internacional para promover la condena de Israel por crímenes de lesa humanidad en Palestina.

Baja la participación

La tasa de participación se ha situado en el 58,61%, por debajo del 66% de 2019. Los sudafricanos votaron entre setenta partidos y once candidatos independientes a los 400 miembros de la Asamblea Nacional, que debe escoger al presidente. También eligieron a las autoridades de las nueve provincias del país.

Aunque la comisión electoral dispone de siete días desde las elecciones para anunciar los resultados oficiales –es decir, hasta el próximo miércoles–, los dará a conocer a las 18.00 hora local (16 hora española) de este domingo, tras cuatro días de recuento, en una ceremonia el Centro Nacional de Resultados. El expresidente Zuma ha criticado la "prisa" para anunciar los resultados e instó a la comisión a no apresurarse, después de anunciar que su organización había presentado impugnaciones "muy, muy graves" a los resultados en centros electorales de varias circunscripciones.