Arranca una semana clave para lograr un alto el fuego, a punto de cumplirse ocho meses de una guerra en la Franja de Gaza que se ha cobrado más de 36.000 vidas. Estados Unidos y los mediadores, Qatar y Egipto, han redoblado sus presiones para que tanto Israel como Hamás acepten la propuesta presentada a última hora del viernes por el presidente estadounidense Joe Biden.

Rechazo del ala más ultraderechista del Gobierno israelí

Los escollos siguen siendo notables. A ambos lados del tablero. La administración Biden no oculta su temor a que el ala más ultraderechista del Gobierno de Benjamin Netanyahu sabotee el acuerdo, compuesto de tres fases. Desde Nueva York, el ministro israelí de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, se mostró este domingo reacio a cualquier pacto: "No nos rendiremos, ni a la presión americana, ni a nada". "No tenemos otra opción que continuar la guerra y aniquilar a Hamás, y no hay opción de aceptar un alto el fuego mientras Hamás siga en el poder", declaró.

Hay un antecedente directo que llama a la cautela: Hamás aceptó el 6 de mayo una propuesta de alto el fuego presentada por los mediadores, que según EE.UU. es casi idéntica a la actual, y que fue rechazada por Israel al considerar sus demandas "inaceptables". Fue entonces cuando dio comienzo la ofensiva en Rafah.

Las familias de los rehenes, en cambio, exigen que el Ejecutivo acepte la propuesta de Biden y logre el retorno a casa de los rehenes, tras más de 240 días de cautiverio. Miles han tomado en los últimos días las calles de Tel Aviv. A última hora del domingo los familiares se concentraron frente a la oficina del primer ministro en Jerusalén para reivindicar "un acuerdo que traerá a todos los rehenes a casa, a los vivos a rehabilitación y a los asesinados a sepultura". "No debemos perder este momento. No podemos perder esta oportunidad. El tiempo se acaba para los rehenes". Según una encuesta de la radiotelevisión pública israelí, el 40% de los israelíes apoya la propuesta de alto el fuego en Gaza frente a un 27% que la rechaza de plano.

La aceptación de la propuesta avanzada por Biden podría hacer caer el Gobierno de Netanyahu. Tanto el presidente israelí, Isaac Herzog, como el jefe de la oposición, el centrista Yair Lapid, mostraron este domingo su apoyo al Gobierno para que acepte el acuerdo. Pero el rechazo es rotundo entre los ministros más radicales. Los dos ministros de partidos ultraderechistas del Gobierno de coalición israelí, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, ya han amenazado con tumbar al Ejecutivo si se alcanza una tregua con Hamás.

"Es una propuesta israelí, a la que han llegado tras una intensa diplomacia con su propio equipo de seguridad nacional y en el Departamento de Estado", declaró este domingo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, a la cadena de televisión ABC. "En este momento, esa propuesta, una propuesta israelí, ha sido entregada a Hamás. Se hizo el jueves por la noche, hora nuestra. Estamos esperando una respuesta oficial de Hamás. Nos gustaría señalar que públicamente, los funcionarios de Hamás salieron y dieron la bienvenida a esta propuesta", agregó.

La dirección de Hamás en Gaza debe pronunciarse aún

Las dudas también emergen en el bando contrario, entre la dirección de Hamás. Inicialmente el liderazgo político en el exilio, afincado principalmente en Qatar, valoró "positivamente" el acuerdo a la espera del dictamen de la organización en la Franja de Gaza, que -según fuentes de inteligencia- opera bajo las órdenes de Yehia Sinwar desde probablemente la red de túneles que sigue intacta en el sur del territorio, en mitad de unos bombardeos que no han cesado. "Tenemos todas las expectativas de que si Hamás acepta la propuesta, como se les transmitió una propuesta israelí, Israel dirá que sí", señaló Kirby.

Los mediadores que tratan de sellar el alto el fuego, Egipto y Qatar, intenta convencer a Hamás de la idoneidad de la propuesta, que requerirá -en cualquier caso- nuevas y complejas negociaciones indirectas. De hecho, durante las primeras seis semanas del acuerdo en vigor, Israel y Hamás tendrán negociar los detalles de la segunda fase que incluiría "el final permanente de las hostilidades", la liberación del resto de rehenes, incluidos soldados, y la retirada del Ejército israelí de la Franja.

El plan consiste en tres fases. La primera constaría de seis semanas en las que habría un alto el fuego completo, se retirarían las tropas israelíes de todas las áreas pobladas de la Franja y serían liberados varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la excarcelación de centenares de prisioneros palestinos.

Tensión entre Israel y Egipto por Rafah

Entretanto, Egipto e Israel tratan de avanzar en la reapertura del cruce fronterizo de Rafah. Hace un mes la ofensiva terrestre israelí sobre el paso elevó la tensión entre ambos países. El control del bautizado como Corredor de Filadelfia, alcanzado esta pasada semana por parte de las tropas israelíes, ha complicado aún más la situación.

El fuego cruzado entre soldados israelíes y egipcios se cobró la vida de un agente egipcio la semana pasada. Delegaciones de Estados Unidos e Israel concluyeron este domingo en El Cairo una reunión en la que Egipto se mantuvo firme en su postura de que Israel debe retirarse del lado palestino del paso fronterizo de Rafah para que éste vuelva a funcionar, informó el domingo la cadena egipcia Al Qahera News citando a una fuente de alto rango.