Hamás muestra sus líneas rojas mientras Benjamin Netanyahu sigue calentando la guerra en la frontera norte, contra la milicia chií libanesa de Hizbulá. El movimiento islamista palestino ha entregado a Egipto un documento con once puntos sobre los que el movimiento palestino no está dispuesto a negociar para alcanzar un acuerdo de tregua con Israel en la Franja de Gaza.

De acuerdo con las fuentes citadas por Efe, que pidieron no ser identificados por la sensibilidad del asunto, esta es la primera vez que el grupo islamista presenta un escrito con sus líneas rojas, mientras que apuntaron que el texto fue remitida en persona al jefe de la Inteligencia del país norteafricano, Abás Kamel.

El documento fue entregado en un momento en el que los mediadores -Qatar, Egipto y EE.UU.- están redoblando sus esfuerzos para reanudar las negociaciones de tregua en base a una propuesta israelí anunciada el pasado viernes por el presidente estadounidense, Joe Biden, que Hamás considera que no es clara.

Por ello, el grupo palestino exige el fin de los combates en la Franja de Gaza una semana antes de la implementación del acuerdo; la retirada completa de las fuerzas israelíes del enclave palestino y "garantías internacionales" de que dicha medida será cumplida por Israel.

El tercer punto insiste en que Hamás no aceptará ninguna tregua humanitaria "sino el fin de la guerra contra Gaza", mientras que el cuarto pide un compromiso de que todas las personas desplazadas por el conflicto puedan regresar a sus hogares "de manera incondicional".

Asimismo, también indica que cualquier pacto deberá incluir la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones a toda la Franja desde el primer día de tregua, durante la cual Israel tampoco podrá "dividir" el enclave palestino en "zonas seguras" para concentrar a la población en zonas determinadas.

El sexto punto apunta que una vez completada la primera semana de tregua, durante la cual Hamás podrá estudiar las verdaderas intenciones de Israel, comenzará el proceso de intercambio de rehenes cautivos en Gaza por presos palestinos en cárceles israelíes.

El grupo islamista señala que no tiene preferencias sobre cómo debe realizarse dicho intercambio, pero sí pidió "garantías internacionales" para que Israel acate el acuerdo.

Asimismo, el documento puntualiza que los palestinos liberados deben poder permanecer en Palestina y que su excarcelación es una "parte esencial del acuerdo" de la tregua, por lo que Hamás no ofrecerá concesiones al respecto.

También exige la puesta en libertad de 57 personas que volvieron a ser detenidas tras su liberación en el denominado "Acuerdo Shalit", por el que 1.027 presos palestinos fueron liberados por el rehén de Hamás Guilad Shalit en 2011.

Sobre la liberación de los rehenes que Hamás y otras facciones mantienen cautivos en Gaza desde el 7 de octubre, el documento establece que los nombres de los que serán liberados no serán revelados hasta 48 horas antes de la implementación del acuerdo.

Tampoco se acordarán listas de nombres con antelación debido a que "el proceso de recuento (de rehenes) llevará tiempo", puesto que las facciones armadas deben ubicar a un número indeterminado de cautivos, vivos y muertos.

Por último, Hamás ha presentado una lista con 160 presos palestinos que deberán ser liberados en la primera ronda de intercambio, entre los que se encuentran los destacados líderes palestinos Marwan Barghouti, Abdalá al Barghouti, Ahmed Sadat, Ibrahim Hamed y Abás al Sayed.

El grupo islamista aseguró este mismo jueves en un comunicado que la iniciativa de tregua israelí anunciada por Biden "no propone las bases correctas para el acuerdo requerido, ya que no garantiza un alto el fuego definitivo, sino uno temporal".

El mandatario estadounidense indicó que la propuesta, que caracterizó como una iniciativa de Israel, contempla tres fases en las que se sucederían varios intercambios de rehenes israelíes por presos palestinos mientras las tropas se retiran gradualmente del enclave y se pone en marcha un plan de reconstrucción.

Netanyahu: "Cambiaremos la realidad"

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, rechazó este jueves la influencia de la presión internacional en las operaciones militares de Israel en un breve comunicado tras una reunión para evaluar la situación en materia de seguridad del país.

El esfuerzo militar israelí, dijo, "se lleva a cabo en medio de una complicada presión internacional". "Pero puedo garantizar una cosa", aseguró en un videocomunicado difundido por su Oficina, "lo que ha sido no es lo que será, cambiaremos esta realidad".

Con este mensaje, Netanyahu mostró su apoyo a las fuerzas armadas, mientras resaltó que el Estado se encuentra en una situación difícil "en muchos frentes": al sur, en Gaza; al norte, con el fuego cruzado diario con Hizbulá en Líbano y en el centro del país, con la escalada de violencia en Cisjordania.

El comunicado es la única referencia de este jueves por parte del Gobierno a los distintos anuncios en materia de presión internacional contra Israel, a pesar de la habitual inmediatez entre los miembros del Ejecutivo para responder.