Impulsar la Alianza de Civilizaciones que dirige el español Miguel Ángel Moratinos cuando se aproxima el vigésimo aniversario de su fundación, auspiciada precisamente por España y Turquía. Es uno de los acuerdos rubricados este jueves en Madrid por Pedro Sánchez y el presidente turco Recep Tayip Erdogan durante la VIII Reunión de Alto Nivel (RAN) entre ambos países.

Ambos mandatarios han subrayado en la declaración conjunta que "los recientes acontecimientos en todo el mundo, incluidos los retos relacionados con el aumento del racismo, la xenofobia y el odio religioso, han puesto aún más de relieve el papel fundamental de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas como plataforma mundial para el diálogo, la comprensión y la cooperación entre las culturas y las religiones". "La Alianza de Civilizaciones es un instrumento que hoy es más necesario que nunca porque combate el prejuicio y la polarización a través del diálogo cultural. Con este entendimiento, hemos expresado el apoyo a los esfuerzos para que la Alianza sea más fuerte y eficaz", ha declarado Sánchez en la rueda de prensa que ha puesto fin al encuentro.

Por su parte, Erdogan ha mostrado su inquietud por "la creciente amenaza de la islamofobia" en Europa en referencia al incremento de los grupos de ultraderecha. "A raíz de las recientes elecciones europeas han aumentado nuestras preocupaciones. La Alianza es una plataforma importante para afrontar estos desafíos. Hemos hablado de qué podemos hacer cuando se acerca el aniversario", ha indicado Erdogan.

Creada por Zapatero y a punto de cumplir 20 años

La Alianza de Civilizaciones -una iniciativa planteada en septiembre de 2004 por José Luis Rodríguez Zapatero y a la que se sumó rápidamente Erdogan, entonces como primer ministro de Turquía- fue establecida un año después. A finales de 2019 asumió su presidencia, con el rango de enviado del secretario general de la ONU, Miguel Ángel Moratinos, el que era ministro de Exteriores cuando Zapatero planteó la fundación del organismo. A punto de cumplir 20 años de existencia, su singladura ha concitado críticas.

En el propio organigrama de la ONU, la Alianza es irrelevante y se halla sumida en la inoperancia. En Twitter, la agencia supera por poco los 22.000 seguidores y los 12.000 en Instagram. La presencia de Moratinos, más allá de las invitaciones a los foros y conferencias sobre el diálogo interreligioso, resulta muy limitada. El apodado foro global de la Alianza, celebrado en noviembre de 2022 en Fez (Marruecos), reunió un auditorio semivacío y su directo en internet concitó apenas decenas de espectadores, tal y como informó entonces El Independiente. Las declaraciones y vínculos de Moratinos con regímenes como el de Marruecos y Guinea Ecuatorial tampoco han contribuido al crédito internacional de la organización. Fuentes de Exteriores español consideran, además, que últimamente Moratinos ha ganado en influencia en el Ejecutivo de Sánchez y su política exterior, especialmente, en el histórico cambio de posición de España en el litigio del Sáhara Occidental.

"Creciente reconocimiento" del organismo

La propuesta inicial de la Alianza de Civilizaciones defendía una alianza entre Occidente y el mundo árabe y musulmán "con el fin de combatir el terrorismo internacional por otro camino que no fuera el militar". Expertos y observadores han considerado siempre que, más allá de los discursos y el ámbito institucional, se necesitaban iniciativas sobre el terreno para promover la tolerancia y la coexistencia entre comunidades religiosas en un contexto cada vez más complejo, en un tiempo marcado por la desinformación y la propagación de bulos y noticias falsas por las redes sociales.

En Madrid, Erdogan y Sánchez han mostrado su "satisfacción" por "el creciente reconocimiento mundial de la Alianza de Civilizaciones, una importante iniciativa conjunta de ambos países en la ONU como herramienta fundamental para promover un mayor entendimiento y respeto entre culturas y religiones". "A medida que se acerca el vigésimo aniversario de la Alianza, ambos países subrayan la importancia y relevancia constantes de la Alianza en la lucha contra la xenofobia y la intolerancia, así como contra las diversas formas y manifestaciones de racismo, incluidas la islamofobia y el antisemitismo", subraya la declaración conjunta.

España, junto a Turquía, es uno de los principales donantes que garantizan el funcionamiento de la Alianza de Civilizaciones. En 2022, sin ir más lejos, el Gobierno español aportó un millón de euros a la iniciativa. Moratinos tiene una remuneración de 188.253 dólares brutos anuales (unos 178.000 euros) y disfrutará, además, de una pensión del sistema interno de la ONU.

Ambos países han reiterado "su compromiso de apoyar todos los esfuerzos para seguir fortaleciendo la Alianza y reconocen las contribuciones de su Alto Representante y del Alto Representante de su oficina en Ginebra". El organismo se halla, además, en proceso de abrir una oficina regional en Estambul, "con enorme potencial", insisten Erdogan y Sánchez.