Las negociaciones en Bruselas no han concluido. Los líderes de los gobiernos de la Unión Europea comenzaron con bastante consenso las conversaciones en la cumbre informal de este lunes, pero las aspiraciones de unos y otros han hecho que la noche concluyera sin acuerdo. "No hay acuerdo en este momento", aseguró Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, tras varias horas de reunión.

Michel subrayó que el objetivo de esta reunión no era llegar al "acuerdo", sino intercambiar opiniones para hablar del "ciclo institucional" teniendo en cuenta "el resultado de las elecciones". No obstante, ha insistido en que el acuerdo tiene que llegar a finales de este mes, es decir, la semana que viene, cuando tenga lugar la próxima cumbre de líderes europeos.

Esta era la primera vez que reunían en la capital comunitaria, tras las elecciones del pasado 9 de junio. Con los resultados dando una victoria clara al partido popular europeo (PPE), la spitzenkandidat de los populares, Ursula Von der Leyen, continúa como favorita para salir nominada como próxima presidenta de la Comisión Europea. Pero según fuentes de la delegación española, el precio de la negociación ha subido.

Los populares llegaron con una postura de máximos, conscientes de que todos los negociadores piden más porque acabarán llevándose menos de lo que pretenden. Además del nombramiento de Von der Leyen, habrían solicitado medio mandato de la presidencia del Consejo. De producirse, sería un hecho bastante insólito, porque aunque el cargo tiene dos mandatos de dos años y medio, suele acordarse que se mantenga el responsable elegido durante los cinco años.

Pese a esta petición inesperada, las mismas voces dan por “consolidado” el nombre de António Costa, el candidato que los socialistas han propuesto para presidir la institución que reúne a los líderes de los gobiernos de la Unión Europea y en la que ahora busca más peso el Partido Popular Europeo. Si se divide esta institución, los socialistas podrían pedir otro trozo del pastel, aunque no se ha precisado en qué términos.

Durante la entrada al Consejo, donde se celebró la reunión, varios líderes se han expresado a favor de la alemana y otros también lo han hecho en relación a António Costa. No obstante, en la reunión que celebró el partido popular europeo antes de esta cumbre informal, el vicepresidente italiano, Antonio Tajani, abrió la puerta a que fuese Enrico Letta quien ocupase ese puesto.

Como contó este periódico, los nombramientos de la cúpula de la Unión Europea juegan con los equilibrio políticos y geográficos y tienen en cuenta los resultados electorales. Así, si las populares Roberta Metsola y Ursula Von der Leyen conservan sus puestos de la anterior legislatura, como presidentas del Parlamento Europeo y de la Comisión, respectivamente; los socialistas, como segunda fuerza del hemiciclo optarían a la presidencia del Consejo de la Unión Europea y su candidato, António Costa, representa a los países del sur del Viejo Continente. La cuarta pieza, que tenga en cuenta a los liberales y con representación de los países del este, incluye en la ecuación a la primera ministra Estonia, Kaja Kallas.

El puzle parece ya encajado y las fuentes de la delegación española indican que todos quieren un acuerdo rápido pero que tenga sentido y que sea estable en los próximos años. No obstante, los más precavidos ya auguraban que este lunes no habría nombres y que solo se pondrían las cartas sobre la mesa. Las decisiones se deberán tomar en la próxima cumbre, esta ya oficial y con una duración, en principio, de dos días, la próxima semana: 27 y 28 de junio. 

Antes de la reunión de todos los presidentes de los gobiernos de la UE, ha habido encuentros entre los líderes del partido popular europeo y de los socialdemócratas. Además, ambas formaciones han conversado con los liberales, a quienes consideran necesarios aunque sus resultados hayan sido peores que en 2019. Esto significa que las reuniones previas a la cena no han incluido al grupo de los reformistas y conservadores (ECR), en el que se encuentra Fratelli d'Italia, el partido que lidera la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Este hecho tampoco ha sentado bien al primer ministro húngaro, Víktor Orbán, que ha criticado en su cuenta en X que los populares se hayan aliado con los liberales y los socialistas, ignorando el auge de la ultraderecha. "No les importa la realidad, no les importan los resultados de las elecciones europeas y no les importa la voluntad de los ciudadanos europeos", añadió.