Marlene Engelhorn, heredera de una millonaria fortuna, ha distribuido 25 millones de euros entre 77 ONG como parte de su campaña para reclamar que en Austria se instaure un impuesto de sucesiones que contribuya a redistribuir la riqueza, según anunció este martes el consejo ciudadano que ha decidido el reparto.

"Si la política falla, tenemos que arreglarlo nosotros. La riqueza está desigualmente distribuida en Austria, y el poder también", es el mensaje que, en la página web de esta iniciativa, resume la postura de Engelhorn, de 31 años, una de las herederas del imperio farmacéutico alemán BASF.

El reparto de ese dinero, en el que ella asegura no haber influido, fue encargado por la millonaria a un consejo, llamado 'Consejo Bueno' constituido por cincuenta ciudadanos, elegidos entre 10.000 empadronados en Austria siguiendo criterios que reflejaran la composición de la población austríaca.
La abuela de Engelhorn, casada con un nieto del fundador de BASF y fallecida el año pasado en Suiza, dejó a la familia una fortuna de unos 4.200 millones de euros (unos 4.600 millones de euros).

Engelhorn argumenta que la riqueza en Austria, uno de los países con más renta per cápita de Europa, está distribuida de forma muy desigual, con el 1 % de los más adinerados (unos 40.000 hogares) controlando el 50 % del patrimonio nacional.