El último escándalo en el que están inmersos los conservadores británicos, en plena campaña electoral, es una metáfora de la deriva del partido de Winston Churchill. Coge el dinero y corre, se titula la película. Craig Williams, secretario privado para asuntos parlamentarios del primer ministro, y el director de campaña de los tories, Tony Lee, y su esposa Laura Saunders, candidata del partido, están siendo investigados por haber apostado sobre la fecha de las elecciones, el jueves 4 de julio, que el primer ministro Rishi Sunak anunció por sorpresa el 22 de mayo.

Dado que la derrota parece que será histórica, estos privilegiados que estaban bien informados aprovecharon para ganar unas libras. La anécdota ilustra bien hasta dónde se ha hundido el partido que más tiempo ha gobernado el Reino Unido en los últimos 250 años. Lo nunca visto, ni siquiera imaginado, por quienes frecuentaron a esos diputados y ministros tories en otras épocas, reconocidos por su pragmatismo y su amor por las buenas formas.

Más que en ningún otro momento de la historia moderna, Gran Bretaña ha perdido el respeto del mundo"

FRANCIS GHILÈS, INVESTIGADOR SÉNIOR ASOCIADO DEL CIDOB

Rishi Sunak, que asumió el poder en octubre de 2022 tras la dimisión de la efímera Liz Truss, anunció ese 22 de mayo elecciones anticipadas. La imagen de Sunak, bajo la lluvia mientras convocaba a los británicos a las urnas, era un mal presagio. Sunak corre el riesgo de perder su escaño por Richmond y Northallerton en Yorkshire norte. Tampoco lo tienen seguro el ministro del Interior, James Cleverly, ni el titular de Finanzas Jeremy Hunt.

14 años y cinco primeros ministros

Después de 14 años en el poder y cinco primeros ministros fallidos, el Partido Conservador británico va a sufrir una debacle, la mayor derrota en un siglo, si aciertan las encuestas. En la última de Redfield & Wilton Strategies, los laboristas obtendrían un 42% de los votos, seguidos por Reform, de Nigel Farage, con un 19%, y con un punto menos, un 18%, los conservadores.

Farage ha soliviantado al liderazgo tory y al laborista este sábado con sus barbaridades sobre cómo "Occidente provocó la guerra en Ucrania" con la expansión de la OTAN hacia los países del Este de Europa. Si bien los conservadores pecan por adoptar la ideología radical de Farage, sus alabanzas a Putin "como operador político" son una línea roja. El fenómeno Farage, que anunció que concurría a las elecciones tras haberlo negado, es un síntoma de cómo el populismo ha arraigado en tierras británicas.

El sistema electoral británico, hace que la traslación a escaños no sea tan obvia, ya que se libran tantas batallas como distritos electorales. En la proyección que ha realizado Ipsos esta semana, el partido liderado por Keir Starmer llegaría a los 453 escaños, mientras que los conservadores se hundirían en 115. Si se confirmara este pronóstico sería la mayoría más holgada que ha tenido cualquier gobierno británico en la posguerra, con los tories hundidos en su peor resultado, según informa SkyNews.

El peor gobierno desde la Revolución Americana

El desastre que se avecina llevó a Edward Luce, editor del Financial Times en EEUU, a escribir: "El 4 de julio es mi segunda fiesta favorita en Estados Unidos, después de Acción de Gracias. Este año, sin embargo, estaré preparado para celebrar el Día de la Independencia con una despreocupación nada inglesa. Dado que coincide con las elecciones generales británicas, ese será el día en que mis compatriotas concederán la Orden de la Bota al gobierno británico menos competente de mi vida -de hecho, el peor desde que Lord North metió la pata en la Revolución Americana". Se refiere a la Revolución de las Trece Colonias entre 1775 y 1783. Para Luce, el gobierno conservador es "un desbarajuste multicanal".

Coincide con esta visión Francis Ghiles, investigador sénior asociado de CIDOB, quien describe un panorama desolador en su artículo titulado UK prepares to give the boot to worst ever British government. "Los flujos comerciales y de inversión se han reducido. Los acuerdos comerciales prometidos con India y Estados Unidos no han seguido al Brexit. Los trabajadores de Europa continental han sido sustituidos por un número mucho mayor de asiáticos y africanos. El pésimo estado del Servicio Nacional de Salud, el hecho de que parezca haber más bancos de alimentos que McDonalds, los ferrocarriles rotos, los ríos desbordados por las aguas residuales o la creciente pobreza infantil, cuentan la historia de un país que ha vuelto a su estatus anterior a la llegada de Margaret Thatcher al poder en 1979, el del enfermo de Europa. Más que en ningún otro momento de la historia moderna, Gran Bretaña ha perdido el respeto del mundo".

Coventry, pobreza y criminalidad

En ciudades como Coventry, con 320.000 habitantes, la segunda de las West Midlands después de Birmingham, la decadencia a la que se refiere Ghilès es evidente. Por la estación de autobuses rondan decenas de personas de escasos recursos. La pobreza se aprecia en sus indumentarias y su escasa higiene. Hay una comunidad migrante numerosa. "Antes venían de la Unión Europea, ahora son más asiáticos y africanos", dice Ibrahim, estudiante de Finanzas que a ratos libres hace de conductor. De origen guineano pero con pasaporte británico, asegura que ningún líder le convence. "No hay ninguno realmente sólido".

Tan solo preguntar por las combinaciones de transportes deja en evidencia cómo el sistema se ha desmantelado. Para ir a Stratford-upon-Avon, localidad natal de Shakespeare, a tan solo 40 kilómetros, la combinación con autobús y tren sale por un mínimo de 36 libras (unos 42 euros) ida y vuelta.

Pasear por la ciudad, incluso a plena luz del día, conlleva riesgos. Es la tercera urbe más peligrosa de Europa. Entre las cinco primeras hay tres situadas en Inglaterra: la primera, Bradford, la tercera, Coventry y la cuarta, Birmingham.

Ha sido decepcionante la gestión de la pandemia, los líderes 'tories' son decepcionantes y el país ha perdido peso internacional, en gran parte por el Brexit"

ENRIQUE FEÁS, INVESTIGADOR PRINCIPAL EN EL REAL INSTITUTO ELCANO

Austeridad, corrupción y Brexit

Para Ghilês, hay varias razones que explican el hundimiento que se prevé en las urnas del Partido Conservador. "Es el partido que ha ocupado el poder la mayor parte del tiempo en los últimos 250 años y eso fue posible por su pragmatismo. No tenía una ideología muy fuerte. En 20 años ha cambiado. En 2010, después de la crisis financiera internacional, han cortado los servicios públicos, sanidad, salud... La austeridad ha sido un desastre para la sociedad en general, y especialmente para los jóvenes", señala el investigador.

También argumenta que el recurso a los referéndum, sobre todo el del Brexit, convocado por David Cameron, ahora ministro de Exteriores, no obedecen a la tradición política británica. "Cameron convocó el referéndum por las divisiones internas en el Partido Conservador sobre la Unión Europea. Ha sido un desastre para el Reino Unido. Y a partir de ahí el partido se va cada vez más a la derecha. Los tories británicos fueron Trump antes que Trump".

El Brexit, un desastre pero irreversible

La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, el organismo oficial de previsión del Gobierno, ha pronosticado que Gran Bretaña sufrirá un recorte del 4% en su productividad potencial, en relación con la permanencia en la UE, y que los volúmenes de importación y exportación del Reino Unido serán un 15% más bajos que si no se hubiera producido el Brexit.

El 55% de los ciudadanos dicen ahora que la decisión de Reino Unido de salirse de la UE fue equivocada; el 31% creen que fue correcta y el resto no sabe, según las últimas encuestas sobre este asunto.

El coste político es enorme. Ha sido una bomba con la que no han podido lidiar los últimos primeros ministros. Desde David Cameron que cometió el error de aceptar la consulta hasta la desafortunada Theresa May, el cínico Boris Johnson y la breve Liz Truss. Rishi Sunak ha solucionado el contencioso de Irlanda, su última concesión al pragmatismo.

Unirse a la UE de nuevo lo veo irreversible. Pero veo posible una renegociación tipo Suiza o Noruega"

ENRIQUE FEÁS, INVESTIGADOR PRINCIPAL EN EL REAL INSTITUTO ELCANO

Aún así, el Brexit es irreversible. Al menos en un par de generaciones. "Unirse a la UE lo veo irreversible. Pero veo posible una renegociación tipo Suiza o Noruega. Sería una humillación política pedir de nuevo el ingreso. Otra cuestión sería un estatus diferente y lo venderán como una relación de tú a tú. A ello se suma que la UE tiene sus propios problemas", señala Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Según Feás, en la deriva de los conservadores "el Brexit ha sido un elemento importante. Pero no deja de ser una promesa fallida más. Ha sido decepcionante su gestión de la pandemia, sus líderes son decepcionantes y el país ha perdido peso internacional, en gran parte por el Brexit".

A Enrique Feás, le parece que a los tories les ha hecho mucho daño la gestión de la inmigración. "La idea de llevar a los refugiados a la espera a Ruanda genera rechazo, sobre todo entre los jóvenes. Y luego dicen que si la Corte Europea de Derechos Humanos lo critica la abandonan. Dan imagen de paria, no de liderazgo internacional".

Ahora que miramos a Francia con vértigo por la posible llegada al Palacio de Matignon de un primer ministro de la derecha radical, de Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, hemos de reconocer que en el Reino Unido ya han pasado por un gobierno nacionalpopulista o de extrema derecha.

A su deriva extremista, debido a la influencia de los tories más radicales ante los que se plegó Boris Johnson para ser primer ministro, hay que sumar escándalos como el Partygate, que retratan a una clase dirigente que se creía por encima de la ley, cuando la población estaba sufriendo por la pandemia del Covid.

Para Francis Ghilès, "es un momento fundamental en la historia del Reino Unido. Es un fracaso social lo que se vive ahora. Han dejado el país mucho más pobre que cuando llegaron en 2010. El sueño de la Gran Bretaña imperial ha fracasado totalmente".