Cuando faltan apenas cinco días para que se celebre la primera vuelta de las elecciones legislativas, los principales candidatos de la derecha radical, Jordan Bardella, el primer ministro Gabriel Attal, de la mayoría presidencial, y el número dos del melenchonismo, Manuel Bompard, del Nuevo Frente Popular, han participado en el primer debate en TF1. Attal, como escudero del presidente Emmanuel Macron, ha luchado contra los ataques de la derecha radical y de la izquierda unida. El primer ministro se ha presentado como el político realista que no quiere engañar a los ciudadanos para obtener réditos electorales. Ha sido el más sólido a la hora de exponer sus argumentos.

Han abordado las cuestiones fundamentales que determinarán el voto de los franceses: el nivel adquisitivo, la inmigración y la seguridad. Han dejado de lado todo lo que concierne la política exterior: ni han hablado de la guerra en Ucrania ni de las cercanas elecciones en EEUU.

Bardella ha llamado a los franceses a "pasar la página del macronismo" al tiempo que se ha presentado como "una alternativa razonable". Para concluir el debate, Gabriel Attal se ha comprometido a no subir los impuestos. "Francia también tiene una cita con sus valores y su destino (…). Amo a Francia tal y como es. No la divido en trozos y digo que unos trozos son mejores que otros".

Manuel Bompard, del Nuevo Frente Popular, ha pedido el voto a quienes tienen miedo de que llegue al poder la derecha radical. "Si nos votan, podremos hacer que Francia no se hunda en el racismo, el odio al prójimo y el sálvese quien pueda", ha subrayado.

La última encuesta de esta misma cadena de televisión estima que la Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) llegará al 36% de los votos, mientras el Nuevo Frente Popular conseguirá un 29,5%. El campo presidencial, que se presenta bajo el emblema Ensemble (Juntos) ronda el 20,5%.

Gabriel Attal no ofrece la luna

"La diferencia entre mis competidores y yo es que soy primer ministro. No quiero hacerles creer en la luna. No quiero hacerles creer que, como por arte de magia, todo se puede financiar", ha atacado Gabriel Attal cuando Jordan Bardella y Manuel Bompard acababan de presentar sus propuestas para restablecer el poder adquisitivo. Attal se ha erigido en el político con los pies en el suelo que sabe que no se pueden convertir los peces en panes.

"¿Quién paga su modelo?", le ha dicho Gabriel Attal, el primer ministro más joven en el cargo, a Jordan Bardella, que a sus 28 años aspira a dirigir el gobierno si logra la mayoría absoluta la derecha radical. "No subiré los impuestos y seré el primer ministro de la paz fiscal", ha dicho Bardella, quien ha descrito como un auténtico peligro la posibilidad de que llegue al poder la coalición de izquierdas. "Serán los trabajadores los que se verá debilitados".

"Para ser justos, hay que ser realistas", ha replicado Attal, a la par que subrayaba que tiene intención de "llevar a cabo una auditoría de las cuentas del Estado". En el plano fiscal, ha intentado desmontar las propuestas de Bardella. "¿Quién paga, en su modelo, [si] no pagamos impuestos hasta los 30 años y dejamos de trabajar a los 60?".

Attal ha recordado que las modificaciones sobre las jubilaciones que defiende la derecha radical costaría 40 millones de euros al año. Attal también ha subrayado la incoherencia de favorecer que un joven financiero de 29 años no pague impuestos y que los pague un obrero de 31.

El insumiso Manuel Bompard ha acusado al grupo presidencial de haber renunciado a "una cierta cantidad de ingresos" para hacer "regalos que han beneficiado a las grandes fortunas del país, a las multinacionales del país". En opinión de Bompard, el programa de Agrupación Nacional conduciría a "una captura de los recursos y medios del 30% más pobre para dárselos al 10% más rico" y ha asegurado que la derecha radical no va a "tocar a las grandes fortunas".

Bardella quiere recuperar el control

Bardella ha ligado la inmigración al aumento de la delincuencia y ha asegurado que Francia está sobre una "bomba demográfica". Según Jordan Bardella, "el derecho de suelo ya no tiene sentido en un mundo de 8.000 millones de habitantes". Curiosamente Bardella proviene de una familia modesta de origen italiano, como le ha recordado el izquierdista Bompard.

Se ha referido a cómo África se va a convertir en una bomba demográfica. "Sabemos que una gran parte de los posibles inmigrantes tendrán la tentación de venir a Europa... La inmigración es una cuestión capital que afecta a nuestra identidad, a nuestra seguridad y al equilibrio de nuestras finanzas públicas", ha remarcado, al tiempo que ha dicho que habría que impedir el acceso a la sanidad pública a los inmigrantes sin papeles.

El candidato de Agrupación Nacional ha dicho que será el primer ministro que restablecerá la autoridad. En la escuela aboga por suprimir los móviles, volver al uniforme. Es llamativo que Bardella no terminó sus estudios de Geografía por su temprana dedicación a la política.

Por las veces que ha repetido en el debate "si soy primer ministro", está claro que Bardella se ve en Matignon, aunque ha asegurado que solo aceptará si Agrupación Nacional cuenta con la mayoría absoluta. El escenario más probable, sin embargo, es un bloqueo porque ninguno de los tres grupos, la mayoría macronista, la derecha radical y la izquierda, llegará al umbral de los 289 escaños. Macron se encontrará con una Francia paralizada.