La pareja de pandas Yun Chuan y Xin Bao viaja desde China a un zoológico estadounidense en San Diego, California, como parte de un acuerdo cooperativo para la protección de esta especie firmado entre China y Estados Unidos. Los pandas, de cinco y cuatro años respectivamente, comenzaron su viaje en una de las reservas de pandas de Ya'an, una provincia de Sichuan, y llegarán a su nuevo hogar este jueves, tras hacer escala en Hong Kong.

Criadores y veterinarios acompañan a los osos en el trayecto internacional, tras una temporada de fuertes tensiones entre las dos potencias. El Centro para la Conservación y la Investigación del Panda Gigante de China mantiene líneas colaborativas con el zoo de San Diego desde hace 25 años, y este envío animal se produce tras la renovación del acuerdo entre ambas instituciones en febrero de este mismo año.

La diplomacia de los pandas

El presidente chino, Xi Jinping, calificó en una visita a Estados Unidos el noviembre pasado que estos animales son "enviados de amistad entre los pueblos chino y estadounidense", sabiendo que tanto el zoo de San Diego como los propios californianos están deseando conocer a Yun Chuan y Xin Bao.

La geopolítica del panda no es ninguna novedad. A finales de los años 50, China inició la llamada "diplomacia de los pandas", una táctica que, sobre el papel, se presenta como una oportunidad para desarrollar un sistema cooperativo internacional a favor de la conservación del oso panda pero que, en la práctica, no es más que un intento de buena fe en las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Así, tanto el país oriental como el gigante capitalista parecen llegar a un acuerdo respecto a algo. Dos países que arrastran una longeva guerra silenciosa acentuada tras la decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles de hasta 50.000 millones de dólares a productos chinos en su país; o tras el posicionamiento de Estados Unidos contra el maltrato chino en la Isla de Taiwán.