Amichai Chikli habla sin medias tintas. Rechaza la perspectiva de un Estado palestino coexistiendo con Israel y carga sin clemencia contra quienes en Occidente tratan de revivir la solución de los dos Estados. Entre sus principales “enemigos” se cuenta Pedro Sánchez. “El comunista”, dispara el ministro israelí de la Diáspora y la lucha contra el antisemitismo, convertido junto al titular de Exteriores en el rostro más hostil al Gobierno español y su reciente reconocimiento del Estado palestino.

“Distinguimos entre el comunista Sánchez y España. Lo vemos como a Lula en Brasil: es un accidente. Después de ellos llegará la recuperación”, desliza Chikli (Jerusalén, 1981) a una pregunta de El Independiente en una entrevista con otros medios internacionales en la sede del ministerio de Exteriores israelí en Jerusalén. “Son el Gobierno ahora pero nosotros somos pacientes. Podemos expresar nuestra opinión sincera sobre Sánchez y Yolanda [Díaz] y dedicarnos a fortalecer la relación con la gente que tiene sentido común, sabe de historia y se mueve en nuestra dirección. Como Isabel Díaz Ayuso y Santiago Abascal y otros líderes en españa”, agrega Chikli, del Likud de Benjamin Netanyahu y el principal hacedor del encuentro entre Abascal y el primer ministro israelí en plena campaña de las elecciones europeas.

Sin mención a Feijóo

Chikli habla con familiaridad de Abascal -al que considera ya amigo tras acudir a encuentros como el de Viva Vox el pasado mayo en Madrid- e incluso de Ayuso, con quien también se ha reunido, pero parece desconocer quién es el líder del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo. “Tenemos buenas relaciones con otros miembros del PP como Antonio [López Isturiz, eurodiputado del PP y presidente del comité de amigos de Israel en Estrasburgo]”, esboza quien celebra los resultados de la extrema derecha en las europeas. “Hay un despertar en Europa. Y creo que la gente es mucho más consciente del peligro. Y obviamente el tema de la inmigración está relacionado con las políticas sobre inmigración. Soy optimista sobre Europa, aunque hay algunos lugares que creo que se hallan en una situación muy mala”, apunta. “Es importante darse cuenta de que se trata de un desafío mutuo para la civilización occidental y los valores judeocristianos. Y creo que tenemos que trabajar juntos para hacer frente a este desafío”.

Distinguimos entre el comunista Sánchez y España. Somos pacientes. Ya llegará el momento de recuperar relaciones

En el caso español, Chikli dice verlo con esperanza y celebra que Díaz abandonara el liderazgo político de Sumar tras el batacazo de las europeas. “Es algo que pierda la del río hasta el mar”, responde cuando le hacen saber que siguen siendo una de las vicepresidentas del Gobierno de coalición. El ministro, uno de los principales defensores de la alianza del Likud con la extrema derecha europea, asegura, no obstante, que están abiertos a reforzar lazos con conservadores más moderados del Viejo Continente.

Alianza con la ultraderecha y abrazo a Le Pen

“No solo podemos tener una buena relación con la extrema derecha sino también con partidos como el PP en España, que son moderados.  Pero no podemos tener una relación sana con un tipo salvaje como Sánchez, que cuando Israel sufrió el ataque de cientos de misiles procedentes de Irán, se preocupó de que pudiéramos responder. Este tipo de líderes son realmente una broma y no hay nada que discutir con ellos. Son como Hugo Chávez en Venezuela. Sánchez es lo mismo. El peor lider que te puedas imaginar”, lanza Chikli, judío de origen tunecino.

No hay futuro para un Estado palestino en Judea y Samaria [Cisjordania ocupada]. No lo aceptaremos y lucharemos contra ello

Su hostilidad hacia Sánchez y el primer ministro belga Alexander De Croo -reconoce haber disfrutado viendo llorar tras su derrota en las recientes elecciones legislativas belgas- contrasta con el entusiasmo con el que recibe la posibilidad de que Agrupación Nacional, el partido ultra de Marine Le Pen, venza en los comicios legislativos del 30 de julio. Sus elogios al candidato Jordan Bardella son “de facto” una muestra de que se ha quebrado el boicot de la escena política israelí a Le Pen y su formación primitiva, el Frente Nacional de su progenitor, con lazos históricos con los colaboracionistas franceses con el régimen de Adolf Hitler y un largo historial de comentarios antisemitas.

“Toda Europa se está dando cuenta de la amenaza que supone el islamismo radical. No hablo de los musulmanes sino que estamos hablando sobre todo de la idea de la ideología de los Hermanos Musulmanes o peor, el IS o Al Qaeda. Pero todo viene del mismo manantial venenoso del Islam radical. Y esto es una amenaza existencial”, apunta Chikli, que festeja las últimas declaraciones de Bardella al considerar “obsoleto” la solución de los dos Estados. Entre los peores escenarios, el ministro cita Reino Unido. "Salvo milagro, van a ganar los laboristas con una política proislamista. Roja del comunismo y verde del islam. Es cierto que el nuevo líder es más moderado que Corbyn pero no son consciente de que están jugando con un movimiento muy peligroso".

“Soy optimista porque veo las respuesta de los ciudadanos europeos y están diciendo de que hay que cambiar las políticas al tratar el islam y la migración. Y ese cambio va a tener a largo plazo un impacto positivo en las comunidades judías de Europa”, opina. Chikli, que reside en la Cisjordania ocupada, reivindica abiertamente los derechos de Israel a mantener los asentamientos en Cisjordania. “Resulta gracioso que se llame Judea y Samaria [el término usado por Israel para referirse a Cisjordania]. Cuando visitas cada pueblo de Judea, pues encontrar restos judíos”, replica.

Rechazo al Estado palestino: "La OLP es como Hamás"

Chikli no atisba posibilidad alguna de aceptar un Estado palestino al que se comprometió el pasado Netanyahu. “El Estado palestino es una idea ridícula e irresponsable. Es resultado de la falta de comprensión de la historia sionista y de quienes son los líderes palestinos y su filosofía”, subraya. “Hablo con amargura de algunos de nuestros líderes como Isaac Rabin y Shimon Peres. Tenían buenas internaciones pero cometieron un terrible error al pensar que organizaciones como la OLP a Organización para la Liberación de Palestina que gobierna la Autoridad Palestina], dirigida por Yaser Arafat, cambiarían su ideología que rechaza la idea de un Estado judío”, agrega Chikli. “¿Cómo pagaba la OLP sus salarios? Cuánto matas más judíos, más dinero recibes”.

No podemos tener una relación sana con un tipo como Sánchez. Es lo mismo que Hugo Chávez

“Los líderes de la OLP nunca aceptaron las fronteras de 1967 sino de 1948, esto es, la existencia misma de un Estado juío. Y se opusieron a ello y crearon un nuevo movimiento nacional que no tiene ningún contenido positivo. Si borras de la ideología palestina la lucha contra el sionismo y el Estado de Israel, no hay identidad palestina y lo único que han desarrollado en términos de tecnología son rifles de una calidad muy baja”, arguye.

“Solo trajeron agonía y dolor y mataron allá donde estuvieron. Estamos en guerra no sólo contra Hamás sino también contra la OLP. Y tal y como yo lo veo, no hay futuro para la OLP en la región. No hay futuro para un Estado palestino en Judea y Samaria. No lo aceptaremos y lucharemos contra ello”, dice Chikli, que comparte opiniones con el ala más ultraderechista del Gobierno de coalición y el rechazo total a cualquier iniciativa de paz que incluya la coexistencia de dos Estados. “Cuando hablan de la solución de los dos Estados, hay que recordar que la mayoría de la población de Jordania es palestina. La reina es palestina. Ya firmamos un acuerdo de paz con Jordania, que puede ser el Estado palestino. Todo lo que necesitan hacer es comprometerse”.

Preguntado por la posición del PP, que sigue comprometido con la solución de los dos Estados aunque cuestione el reconocimiento en la coyuntura actual, Chikli responde: “No tenemos problema con los que piensan que la solución de los dos estados es una buena solución. Yo considero que es una idea irrelevante pero podemos hablar y convencerles. Personalmente creo que deben tener cierta autonomía porque tienen mucha gente y nosotros no queremos gobernar lugares como Jenin, pero es imposible dar a la OLP un estado con una ideología muy cercana a la de Hamás porque el resultado sería el mismo del 7 de octubre”.