Las elecciones presidenciales en la República Islámica, que se celebran este viernes 28 de junio, han adquirido un carácter de emergencia y sorpresa. Estos comicios presidenciales se adelantaron once meses, debido a la repentina muerte de Ebrahim Raisí en accidente aéreo el pasado 19 de mayo. El helicóptero en el que viajaba Raisí tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en una zona montañosa de Azerbaiyán Oriental cuando se dirigían a Tabriz. También falleció el titular de Exteriores, Hossein Amirabdollahian.

Si no hubiera sucedido este accidente, Raisí habría seguido como presidente cuatro años más, según la decisión del núcleo duro del poder, es decir. la Guardia Revolucionaria y la Oficina de Alí Jamenei.

Esta irregularidad implica una disminución del riesgo y un mayor control del espacio electoral. La evolución del desempeño del sistema desde los inicios de la República Islámica, los esfuerzos específicos y extensos de Jamenei y las condiciones prevalecientes en las instituciones gubernamentales han degradado los órganos electorales, especialmente la Presidencia, a meros brazos ejecutivos y operativos de la institución del Líder Supremo, despojándolos de cualquier representación de las demandas del pueblo. Todo ello ha hecho que durante décadas sea absurdo esperar un cambio en las políticas del régimen respecto a la gestión de las elecciones.

El principal objetivo del régimen es celebrar unas elecciones tranquilas y aumentar la tasa de participación, aprovechando la situación creada tras la muerte de Ebrahim Raisí. Lo previsible es que haya una segunda vuelta. Sin embargo, el análisis de los hechos y eventos muestra que este ambiente emotivo solo se ha generado dentro de la base del régimen (un pequeño porcentaje dependiente del gobierno), mientras que la mayoría de la sociedad ha reaccionado a la muerte de Raisí con alegría, indiferencia o repulsión. Por lo tanto, no ha habido un cambio significativo en el panorama político.

La mayoría de la sociedad, al igual que en las elecciones desde 2019, no muestra interés en participar positivamente en las urnas de la República Islámica y busca sus mínimas demandas en cambios estructurales políticos (revolución). Las declaraciones de Jamenei en el aniversario de la muerte del Ayatolá Jomeini clarificaron en cierta medida el panorama electoral. Jamenei busca animar las elecciones, pero su opción preferida es formar un gobierno que continúe con el de Raisí, obediente y sin el menor desafío para la institución del líder supremo. Con la orquestación del Consejo de Guardianes de Irán, ya ha seleccionado de antemano al candidato final.

La descalificación masiva del Consejo de Guardianes (74 candidatos no han sido aceptados, incluidos Mahmoud Ahmadinejad, Ali Lariyani y Eshaq Yahangiri, quienes anteriormente ocuparon los cargos de presidente, presidente del Parlamento y vicepresidente, respectivamente, se produjo en este contexto.

La aprobación de personas cercanas a la Guardia Revolucionaria y a la Oficina del Líder Supremo indica una puesta en escena controlada llamada elecciones. Al examinar los antecedentes de estos cinco candidatos, tras la retirada de Ghazizadeh, en la represión de los iraníes, se comprenderá mejor esta afirmación:

"Yo era un agente y cumplía con las órdenes", dijo Pourmohammadi sobre su participación en el 'Comité de la Muerte'

Mostafa Pourmohammadi, el ejecutor

Acusado de crímenes contra la humanidad por su participación en el llamado Comité de la Muerte (que emitió penas de capitales para miles de personas en agosto de 1988) como representante del Ministerio de Inteligencia. Durante una de las entrevistas televisivas, al ser cuestionado sobre su pertenencia al Comité de la Muerte, declaró: "Yo era un agente y cumplía con las órdenes".

El Ayatolá Jomeini había ordenado ejecutar a aquellos que se mantenían firmes en su posición. También mencionó 30 comités de muerte en todo Irán que emitían sentencias para los opositores en cuestión de minutos, revelando un crimen mucho más grande y aterrador que el relatado por Amnistía Internacional sobre las ejecuciones de 1988.

Como viceministro participó en la muerte de intelectuales y periodistas críticos del gobierno iraní, conocidos como los asesinatos en cadena. Pourmohammadi comenzó como fiscal de la Revolución Islámica en 1979 y hasta 1986 fue fiscal en Juzestán, Hormozgán, Kermanshah y Jorasán. De 1990 a 1997 ejerció como jefe de inteligencia exterior del Ministerio de Inteligencia y de 1997 a 1999 viceministro de Inteligencia. Se desempeñó como ministro del Interior de 2005 a 2008 y como ministro de Justicia de 2013 a 2017, reprimiendo severamente a los opositores en todos estos cargos.

RT considera que Jalili es el más adecuado para el Kremlin porque no hará concesiones ni a Biden ni a Trump

Saeed Jalili, el mejor para Rusia

Graduado en Ciencias Políticas de la Universidad Imam Sadeq (fundada por el propio Ayatolá Jamenei). Trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores durante 18 años desde 1989. Como secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, emitió órdenes de represión de muchos críticos y manifestantes. Un ejemplo es su orden junto con otros miembros del Consejo para la represión sangrienta de octubre de 2019, que resultó en la muerte de 1.500 personas que protestaban por el aumento del precio de la gasolina.

Fue responsable de las negociaciones nucleares desde 2007 hasta 2013 y representante del Líder Supremo en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional desde julio de 2008. Se opuso al acuerdo nuclear (JCPOA) calificándolo de "deshonroso".

Desde 2013, es miembro del Consejo de Discernimiento del Interés del Estado por orden de Jamenei. Durante los debates, defendió la represión de las mujeres y el plan de castidad y guías de conducta, alegando que era una demanda de la sociedad.

Cabe señalar que el medio ruso RT informó que Saeed Jalili era el mejor candidato para Rusia, ya que no haría concesiones ni al gobierno de Biden ni a una posible administración de Trump. En consecuencia, y debido a su cercanía con Rusia, Putin suspendió el acuerdo estratégico entre Irán y Rusia al escuchar sobre su posible retirada a favor de Galibaf, sugiriendo que temía un nuevo enfoque en la política exterior de Irán centrado en el JCPOA y las próximas elecciones presidenciales.

Jalili fue el gobierno en la sombra de Ebrahim Raisí y todos los miembros de su gabinete fueron seleccionados con su asesoramiento directo.

Ghalibaf tuvo un papel crucial en la represión de las protestas estudiantiles de 199

Mohammad Bagher Ghalibaf, bajo sospecha

En 1978, comenzó su actividad en la milicia Basij y, con el inicio de las protestas en Kurdistán, fue enviado allí para reprimirlas. Posteriormente, fue nombrado subcomandante de la Fuerza de Resistencia Basij. En 1994, fue comandante del Centro de Ingeniería Jatam al Anbiya del Cuerpo de la Guardia Revolucionaría Islámica (CGRI), y en 1997, por orden de Jamenei, fue nombrado comandante de la Fuerza Aérea de CGRI. Tuvo un papel crucial en la represión de las protestas estudiantiles de 1999. Durante los debates electorales de 2017, Hassan Rouhani reveló que Ghalibaf había declarado en una reunión del Consejo de Seguridad que los estudiantes y la población debían ser reprimidos de manera severa.

En 2013, durante su candidatura presidencial, Ghalibaf admitió que en 1999 golpeaba a los manifestantes con porras y palos. En el año 2000, fue nombrado comandante de la Policía Nacional de Irán por Ali Jamenei. Entre 2002 y 2004, detuvo a decenas de intelectuales, periodistas, activistas políticos, administradores de sitios web y blogueros. Ghalibaf tiene varios casos de corrupción financiera en la República Islámica.

Zakani es responsable de la implementación de la vigilancia para que las mujeres lleven el velo en el metro

Alireza Zakani ligado al velo en el metro

Tuvo una participación en la organización de las guerras Irregular del CGRI. En el año 2000, asumió la responsabilidad de la Organización de Estudiantes Basij del país. Zakani desempeñó un papel importante en la represión y la opresión dentro de las universidades utilizando la fuerza del Basij a lo largo de los años de la República Islámica. Desde agosto de 2016 hasta junio de 2019, fue presidente de la Asamblea Suprema del Basij del país.

Zakani fue responsable de la implementación y financiación de los vigilantes del velo en el metro, quienes frecuentemente empleaban la violencia contra las mujeres. En un incidente, esta medida derivó en la muerte de la joven de 17 años Armita Geravand, sin embargo Zakani negó completamente la presencia de los vigilantes del velo en el metro durante los debates televisivos.

Pezeshkian sostiene que la falta de uso del velo islámico es signo de mala crianza familiar

Masoud Pezeshkián, el 'reformista'

Masoud Pezeshkián se hizo famoso en la Universidad de Tabriz por sus interpretaciones del Nahj al-Balagha y era conocido entre los directivos de los Ministerios de Sanidad de las provincias de Azerbaiyán Oriental y Occidental. Al principio de la octava legislatura del Parlamento, defendió la candidatura de Salman Jodadadi (miembro del CGRI y del Ministerio de Inteligencia), qu había sido rechazada por acusaciones de "violación" y "acoso sexual". Además de su expediente en el caso de Zahra Navidpour, Jodadadi fue arrestado por "acoso y violación sexual" de dos mujeres más.

En junio de 2003, Zahra Kazemi, una fotoperiodista irano-canadiense, fue arrestada mientras informaba sobre una manifestación de las familias de los detenidos en los disturbios de junio de 2003 en Teherán, frente a la prisión de Evin. Tras 18 días de detención, murió en prisión.

En su calidad de miembro del comité de investigación, Pezeshkián respondió a la solicitud de Canadá para investigar la causa de la muerte de Kazemi diciendo que Irán tenía la capacidad de realizar la autopsia y determinar la causa de su muerte, y que no permitiría que equipos extranjeros realizaran la investigación. Cuando Estados Unidos declaró al CGRI (Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica) como una organización terrorista, Pezeshkián, que era miembro del Parlamento, se vistió con el uniforme del CGRI, al igual que otros miembros del Parlamento, y quemó la bandera estadounidense en la sesión parlamentaria mientras gritaban consignas de "Muerte a América".

En los debates televisivos, también declaró que seguía las directrices del Líder Supremo y que la falta de uso del velo en la sociedad era un signo de mala crianza familiar.

Tras las elecciones presidenciales, todo seguirá igual: la brecha entre el gobierno y la sociedad iraní persistirá

En resumen, el próximo presidente de la República Islámica será uno de ellos, pero todo seguirá igual: la brecha entre el gobierno y la mayoría de la población persistirá. Las elecciones en los países dictatoriales son ceremonias de conteo de votos y una burla a la democracia, utilizadas como herramienta para mostrar una legitimidad irreal de los gobernantes.

Cuatro prisioneros llamados Javad Laleh Mohammadi, Mohammad Nourizad, Ahmad Haeri y Premio Nobel de Paz Narges Mohammadi, junto con organizaciones como el Consejo de Coordinación de Profesores y el Frente Nacional, entre otros muchos activistas y colectivos, han boicoteado las elecciones.

Cada cuatro años, el gobierno suspende las ejecuciones diarias durante dos semanas. Aquellos que hasta ayer estaban involucrados en la represión y asesinato de personas, encubriendo y justificando los crímenes del régimen, y participando en la corrupción y el robo, adoptan durante dos semanas una postura crítica para animar a la gente, especialmente a los votantes primerizos, a participar en las elecciones. El objetivo es obtener legitimidad para el régimen. Inmediatamente después de las elecciones, para recordar la realidad a la población, las ejecuciones y la represión se intensifican.

La consigna que se repite estos días es "cada voto es un voto a favor del régimen de la República Islámica" y "repetirán lo que han hecho hasta ahora".


Ryma Sheermohammadi es traductora y activista de derechos humanos.