El Tribunal Supremo estadounidense decidirá en los próximos días si Trump goza o no de inmunidad en el caso del asalto al Capitolio gracias a que entonces era presidente. A 130 días para las elecciones presidenciales, y 142 días después de que se abriese este expediente, el Alto Tribunal no ha comunicado su decisión, en lo que muchos entienden como un intento de no interferir políticamente en la campaña electoral. Sin embargo, retrasar el veredicto también tendrá consecuencias políticas, y ya es más que probable que el caso no se cierre antes de los comicios del 5 de noviembre.

"La decisión de la Corte Suprema ya ha costado a los fiscales más de la mitad del tiempo disponible para el juicio antes de las elecciones", lamentaba este miércoles el corresponsal de la cadena CBS para el Congreso norteamericano, Scott MacFarlane. El fallo se esperaba para esta semana, pero como el primer debate entre Joe Biden y Donald Trump tendrá lugar en la noche de este jueves -madrugada del viernes en España- los jueces podrían haber decidido posponerlo hasta el viernes, o incluso hasta los primeros días de julio. Otros periodistas no dudaban en calificar al Supremo de corrupto y lo acusaban de estar ayudando al expresidente a eludir sus responsabilidades.

¿Goza un expresidente de inmunidad penal por hechos que sucedieron cuando aún estaba en el cargo? Y, si es el caso, ¿hasta qué punto? ¿Puede ir a la cárcel y a la vez concurrir en unas elecciones? Si resultase elegido, ¿puede salir de prisión para gobernar, prevalece la voluntad del pueblo o el peso de la ley? La realidad es que el Supremo se está enfrentando a unos supuestos que la Constitución estadounidense no prevé, con lo que no está claro en qué dirección se posicionará.

Trump está acusado de intentar revertir las elecciones de 2020, cuando perdió contra Joe Biden y una muchedumbre asaltó el Congreso el 6 de enero para frenar el traspaso de poderes, provocando seis muertos. Pero el juicio contra el expresidente por instar a ese asalto está parado a la espera de la decisión de los jueces. El magnate defiende que él tiene inmunidad judicial absoluta, pero parece que el tribunal no tiene tan claro que esté protegido de los actos que cometió cuando estaba en la Casa Blanca. No obstante, otros jueces creen que un expresidente debe tener algún nivel de protección después de dejar el cargo.

Trump vs U.S.

Cabe recordar que el Supremo lo conforman nueve jueces con cargo vitalicio que nombran los presidentes de los EEUU. Actualmente lo constituyen seis jueces conservadores y tres progresistas, tres de los primeros nombrados por Trump. El Alto Tribunal viene dictando sentencias cada vez más conservadoras: hace dos años, la parte conservadora consiguió dar marcha atrás en el derecho al aborto y ampliar los de posesión armas, declarando que los ciudadanos pueden llevar una en público si es para su propia defensa. El año pasado rechazó las políticas que universidades llevaban años siguiendo para intentar aumentar las matriculaciones de estudiantes negros y latinos, recuerda Reuters.

Por otro lado, existen dudas sobre algunos jueces. Por ejemplo, hace unos meses estalló la polémica al descubrirse que de las ventanas de dos casas de un juez del Supremo -Samuel Alito- ondeaban banderas como las que llevaban los manifestantes que asaltaron el Capitolio en enero de 2021.

En relación al caso de Trump, los jueces del Supremo ya se mostraron en abril reacios a concederle la inmunidad plena, pero manifestaron su preocupación por el hecho de que un expresidente pueda ser imputado como un ciudadano normal, por lo que muchos dan por hecho que terminarán reconociendo cierto nivel de garantías para los expresidentes de cara a posibles procesos penales.

Asimismo, no hay que perder de vista que la sentencia podría tener efectos en los otros casos que Trump tiene abiertos, como por interferir en las elecciones en Georgia en 2020 o por los documentos clasificados que presuntamente se llevó de la Casa Blanca a Florida, puesto que sus abogados han reclamado su inmunidad en ambos casos. A la vez, está por conocerse la sentencia por el caso Stormy Daniels, por el que los doce miembros del jurado lo declararon culpable de 34 delitos a finales de mayo.

¿Puede un presidente actuar en beneficio propio y resultar inmune?

"Trump no goza de total inmunidad por haber sido presidente", aseguran desde el Constitutional Accountability Center, un think tank con sede en Washington y especializado en interpretar la carta magna del país. "Primero, (…) porque la total inmunidad presidencial no blinda a un expresidente acusado de daños causados a título personal. El Supremo ya ha precisado que dicha inmunidad protege a un presidente de demandas de terceros por daños ligados a actos oficiales, pero también ha dejado claro que esa inmunidad no llega más allá del perímetro exterior de la responsabilidad exterior de un presidente. En otras palabras, no existe nada parecido a una inmunidad absoluta para las decisiones extraoficiales que tome un presidente", estiman.

"No existe nada parecido a una inmunidad absoluta para las decisiones extraoficiales que tome un presidente"

Constitutional Accountability Center

Estos expertos entienden que aplicar la doctrina de la inmunidad presidencial en este caso sería tergiversar la separación de poderes, al considerar que un presidente debe actuar sin miedo a tener que pagar a nivel personal por sus actos en el poder, pero también que ese razonamiento no puede aplicarse cuando un alto cargo público o funcionario actúe en beneficio propio y personal.

"Muchos países han juzgado a sus exlíderes por corrupción y otros crímenes. Es un elemento clave que diferencia a las democracias de las autocracias"

Citizens for Responsibility and Ethics in Washington

En el mismo sentido se manifiestan desde el Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW), una organización sin ánimo de lucro dedicada a vigilar al poder. "Si el Supremo le da a Trump la inmunidad total, eso lo situaría a él y a EEUU completamente solos entre otros países democráticos. Muchos países han juzgado a sus exlíderes por corrupción y otros crímenes. Es un elemento clave que diferencia a los presidentes de los reyes, y a las democracias de las autocracias", asegura su analista Brie Sparkman Binder.

Lo que es seguro es que el fallo va a hacer tambalearse la política estadounidense y que tendrá un gran impacto en la campaña electoral. Si los jueces deciden posponer el caso, el expresidente lo asumirá como una victoria personal y lo entenderá como una confirmación de que las acusaciones contra él son infundadas. Si el caso sigue adelante, Trump podría tener que sentarse en el banquillo antes de las elecciones del 5 de noviembre, y los republicanos lo utilizarán a su favor, vendiéndolo como una persecución a meses de las elecciones. La polémica está servida.