En la superficie, a plena luz, apoyo cerrado, total y sin fisuras del Partido Demócrata a su candidato, el actual presidente Joe Biden. "Empezó lento, pero terminó fuerte", contestó tras el debate la vicepresidenta Kamala Harris a las preguntas sobre si debería reemplazarse. "Votaré a Biden", lo ha apoyado la excandidata Hillary Clinton. Pero detrás del telón, de las cámaras y de Twitter, cundía el pánico. Fuentes demócratas citadas por los medios estadounidenses califican con esa palabra la sensación que circula entre sus filas después del primer cara a cara entre Biden y Donald Trump de este jueves, donde el presidente evidenció sus dificultades para seguir el hilo de sus argumentos, dio respuestas inconexas y se perdía a mitad de las frases.

"Un mal debate es algo que sucede. Créanme, lo sé. Pero estas elecciones hay que elegir entre alguien que ha luchado toda su vida por la gente corriente y alguien que solo se preocupa por sí mismo", ha tuiteado este viernes el expresidente Barack Obama. Joe Biden ya tiene 81 años, tendría 85 al terminar su segundo mandato si resultase elegido, pero no ha sido hasta los últimos meses cuando sus apariciones en público han abierto en canal el debate sobre si debería ser él quien concurra de nuevo a la Casa Blanca. Y el enfrentamiento de ayer fue la gota que colmó el vaso: en ningún otro momento el estado de salud del presidente se había puesto tanto en evidencia, con lo que a los demócratas no les ha quedado más remedio que afrontar el asunto en público.

"No hay mejor demócrata", ha afirmado ante las cámaras el congresista Jim Clyburn, un peso importante dentro del partido. Sin embargo, también fuentes demócratas consultadas por EFE han mostrado preocupación por la imagen que Biden dio durante el debate y consideran que sería un error "hacer la vista gorda y negar la realidad". Otros congresistas del partido citados por el Wall Street Journal reconocen que están discutiendo cómo seguir adelante tras un debate que les ha decepcionado y alarmado.

"Tenemos decisiones que tomar como partido. Tenemos que tener esa discusión inmediatamente", ha asegurado al WSJ Stephen Lynch, congresista demócrata por Massachusetts y uno de los primeros que apoyó a Biden en 2020. "Lo quiero. Es un buen hombre y un hombre decente, pero ayer su actuación fue terrible", ha añadido. Otra congresista, la representante de Nevada Susie Lee, también reconoce que el partido tiene que hablar sobre cómo seguir adelante, porque el debate "fue terrible", aunque al mismo tiempo duda de si otro candidato estaría mejor posicionado para vencer a Trump en noviembre.

Biden ya ha conseguido más de los apoyos necesarios en las primarias del partido y por tanto tiene vía libre para asegurarse su nominación, razón que lleva a los expertos a concluir que solo sería posible un reemplazo si diese voluntariamente un paso al lado. En ese caso, la tensión estaría más que servida de cara a la Convención de los demócratas que va a celebrarse a finales de agosto en Chicago, pero al menos la formación podría llegar a las elecciones con un candidato más solvente.

¿Y si Biden no se aparta? En ese supuesto, los medios estadounidenses este viernes descartaban la posibilidad de que otro miembro del partido se convierta en el elegido para concurrir a los comicios, independientemente de lo dramático que pueda llegar a ser el resultado electoral, porque entienden que una guerra interna los desestabilizaría demasiado.

¿Quién podría sustituirlo?

En cambio, de apartarse Biden el partido podría nominar a otro candidato en la Convención Demócrata, y esa persona tendría que buscar entonces el apoyo de un número suficiente de delegados. ¿Sería mejor el remedio que la enfermedad? Esa es la cuestión, puesto que una batalla campal entre varios candidatos podría evidenciar la división del partido y ser más perjudicial que la concurrencia de Biden, que pese a su actuación en el debate cuenta con importantes apoyos por parte del público, más que ningún otro demócrata por el momento.

Si Biden saliese de la carrera presidencial después de la Convención Demócrata, el partido tendría que decidir cómo hacer para cubrir la vacante. ¿Quiénes serían esos posibles sustitutos? Los más sonados inluyen al gobernador de California, Gavin Newsom; a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer; a su homólogo de Illinois, J.B. Pritzker, y a la vicepresidenta Kamala Harris. Solo el primero habló después del debate sobre el estado de Biden en una entrevista televisiva en la que aprovechó para reforzar su apoyo al candidato, insistiendo en que no cree que el partido deba cambiarlo. "Estoy deseando votarlo en noviembre", afirmó.

Menos seguros parecían este viernes los donantes del partido demócrata, que se mostraban asustados por el debate pero no veían clara una solución. Algunos apoyaban un cambio de candidato y otros se sentían resignados al saber que muy pocos pueden hacer algo. En conjunto, en las filas del partido cundía la preocupación sobre el efecto que el estado de Biden pueda tener en recaudación de fondos para las elecciones.

Biden se reconoce mayor, pero asegura que está capacitado

"No me presentaría de nuevo si no creyera con todo mi corazón y mi alma que puedo hacer el trabajo. Hay demasiado en juego", ha asegurado el protagonista del vendaval del viernes en un mitin en Carolina del Norte. Con todo, Biden ha admitido que no habla de manera tan fluida como solía, y que tampoco camina con tanta facilidad, pero no se ha mostrado dispuesto a dejar la carrera presidencial.

"Sé hacer mi trabajo. Obviamente sé que no soy un hombre joven. Donald Trump destruirá la democracia. Yo la defenderé. (...) ¿Vamos a dejar que Trump ataque de nuevo nuestra democracia? No lo creo", ha recalcado mientras ha cargado contra Donald Trump y las mentiras que dijo en el debate. En su intervención lo acompañó su esposa, Jill Biden, quien tras el cara a cara subió al escenario para jalear a la multitud y asegurar que Joe había hecho un gran trabajo, vídeo que el viernes corría por todo internet.

Los republicanos aprovechan la oportunidad: "Esto es un desastre"

Los republicanos aprovecharon el caos del viernes para regodearse. "Los demócratas se están viendo obligados a reconocer la verdad objetiva: anoche sólo había un hombre capacitado en ese escenario y que es capaz de ser presidente en el próximo mandato. Y es Donald Trump", ha afirmado en Fox News el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson.

En la misma línea, James Comer, presidente del Comité de Vigilancia en la Cámara Baja, ha dejado claro que los ciudadanos han visto lo mismo que ellos en el Congreso. "Un presidente con deterioro mental, que no tiene la capacidad de cumplir con sus responsabilidades el resto del mandato y mucho menos otros cuatro años después", ha afirmado en una entrevista. "Están en pánico. Esto es un verdadero desastre para el Partido Demócrata".