La izquierda y parte del macronismo se ha movilizado para evitar que Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) consiga la mayoría absoluta en la segunda vuelta de las elecciones legislativas que se celebra este domingo en Francia. En las más de 300 contiendas triangulares se han presentado 218 renuncias, con lo que se reducen a 91 las competiciones con tres candidatos.

En la primera vuelta solo se resultaron elegidos 75 diputados, entre ellos Marine Le Pen, la líder de la derecha radical. Le Pen no será la primera ministra si Agrupación Nacional logra la mayoría absoluta, sino que será Jordan Bardella, su fiel escudero, con apenas 28 años.

En las 502 circunscripciones restantes había más de 300 con tres candidatos. Incluso hay dos con cuatro aspirantes. Si se supera un mínimo de participación, pasan a segunda vuelta todos los que logran más del 12,5%. El Nuevo Frente Popular, en el que se incluyen insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas, hizo un llamamiento para que sus candidatos peor emplazados dieran un paso atrás y pidieran el voto para impedir que los aspirantes de la derecha radical lograran los escaños en disputa. Más de 130 candidatos de izquierdas se han retirado, según informa la agencia Efe.

En el campo macronista ha sido 82 los que han decidido sumarse al "frente republicano y demócrata" que había demandado el presidente, Emmanuel Macron, y el primer ministro, Gabriel Attal. Quedan unas 90 triangulares y de ellas un tercio en las que Agrupación Nacional se juega la ansiada mayoría absoluta. No está claro que este frente republicano light sirva finalmente para evitar la llegada de Bardella a Matignon. Queda por ver si los votantes harán caso a los partidos o bien se abstendrán.

Sin embargo, entre los centristas hay quienes rechazan apoyar a un candidato de extrema izquierda, del grupo de Francia Insumisa. Bruno Le Maire, el ministro de Economía lo ha dicho claro: le parece elegir un extremo para evitar otro.

El objetivo de casi todas esas renuncias es que la derecha radical no alcance la mayoría absoluta (289 diputados) en la segunda vuelta. En la primera vuelta, el pasado domingo, consiguieron superar el 33%. La proyección en escaños oscila entre los 265 y los 295.

Es la primera vez que la derecha radical vence en unas legislativas en Francia, y lo hace tras su triunfo en las europeas, cuando consiguió también superar el 31%, lo que se tradujo en 30 eurodiputados. Es la razón que aludió Macron para convocar elecciones anticipadas en menos de un mes.

Rechazo a los melenchonistas

El cierre del plazo de presentación de candidaturas llegó tras dos días muy intensos de conversaciones, con reproches incluidos, ya que varias destacadas figuras del sector más derechista del macronismo, como el ex primer ministro Édouard Philippe o el titular de Economía, Bruno Le Maire, se resistían a facilitar la victoria de candidatos de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.

El coordinador de los insumisos, Manuel Bompard, ha acusado al campo macronista de poner "en peligro" el resultado del domingo porque más de una decena de sus candidatos se resistía a retirarse de la carrera electoral.

Esa cuestión de la retirada protagonizó buena parte de las conversaciones con ciudadanos que ha mantenido este martes el primer ministro, Gabriel Attal, en dos barrios de París en apoyo de candidatos macronistas. "Renuncia no significa apoyo", ha insistido. Cinco miembros del gobierno han dado un paso atrás.

Por ejemplo, la ministra de Colectividades Territoriales, Dominique Faure, que quedó tercera en su circunscripción, donde quedó superada por un candidato de la derecha radical y un socialista. A Fuare se lo pidieron explícitamente Macron y Attal, según Efe. También lo hizo la secretaria de Estado de Veteranos y Memoria, en el Ministerio de Defensa, Patricia Miralles.

Mientras tanto, Marine Le Pen ha insistido en una entrevista radiofónica en que su partido necesita la mayoría absoluta para "poder actuar". Sin embargo, ha anunciado que buscarán aliados si les faltan pocos diputados.