El huracán Beryl ha dejado este miércoles dos muertos, un gran apagón, inundaciones, un sinfín de árboles caídos y otros daños materiales a su paso por Houston (Texas). Es la primera ciudad estadounidense que atraviesa tras dejar atrás América del Sur y el Caribe, donde alcanzó la máxima categoría posible en la escala Saffir-Simpson (de 5) y donde al menos 20 personas han fallecido por culpa de este, el primer huracán de la temporada.

En Venezuela han muerto al menos tres personas y más de 1.500 han perdido sus casas. La destrucción ha sido similar en las islas del Caribe, México y Jamaica. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) la semana pasada ya alertó la semana pasada de que Beryl sienta un "alarmante precedente" porque nunca se había formado a estas alturas del año un ciclón de máxima intensidad en el Atlántico. Además, es el tercer ciclón de esta temporada en el Atlántico después de la tormenta Chris, el domingo pasado, y la tormenta Alberto a mediados de junio.

Más de 2,7 millones de personas se han quedado sin electricidad en Texas, y cientos de vuelos han sido cancelados a causa de los fortísimos vientos. En el aeropuerto internacional George Bush se han registrado vientos de 95 kilómetros por hora y en el William P. Hobby, ráfagas de 132 kilómetros por hora, según ha recogido EFE a partir de información del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU.

Ocho personas han tenido que ser rescatadas

Pero a media tarde los cielos empezaban a despejarse en Houston y Beryl se llevaba las fuertes lluvias y las alertas por tornados hacia el norte del país. Así, la cuarta ciudad más poblada de EEUU, con 2,3 millones de habitantes, empezaba a hacer frente a las inundaciones, las carreteras cortadas -algunas se han convertido en ríos- y a los escombros. "Tenemos mucho que hacer en los próximos días", ha dicho el alcalde de la ciudad, John Whitmire, en una rueda de prensa esta tarde.

El huracán tocó tierra a las 4 de la madrugada, hora local, y las intensas lluvias que provocó obligaron a cortar completamente el tráfico en algunas ciudades, como la costera Surfside Beach. De vuelta a Houston, ocho personas han tenido que ser rescatadas del agua, según la policía. Los dos fallecidos han sido una mujer de 74 años después de que un árbol cayera y atravesara el tejado de su casa y un padre de familia de 53 años.

"Estaba sentado en casa con su familia, resistiendo la tormenta. Un roble cayó sobre el techo y golpeó las vigas, la estructura cayó sobre el hombre. Esposa e hijos ilesos", explicó el alguacil del condado de Harris (donde se encuentra Houston), Ed González.

El cambio climático endurece los huracanes

Los investigadores apuntan a que el cambio climático hace más probable la presencia de fenómenos extremos como este tipo de huracanes. El mismo fenómeno estaría detrás de que a menudo los huracanes estén intensificándose mucho más rápido, generando más lluvia y más tormentas, y por eso la escalada de Beryl es una mala noticia para lo que queda de temporada.

Según datos que ha recogido EFE, este año el Atlántico tendrá una temporada de huracanes muy por encima del promedio, con la posibilidad de hasta 13 huracanes, de los cuales hasta siete pueden ser de categoría mayor, de acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos.

Con todo, por el momento la previsión es que Beryl continúe tierra adentro en Estados Unidos, pero ya como tormenta tropical, con vientos máximos de 110 kilómetros por hora. Según el Centro Nacional de Huracanes, se dirigirá al valle del Misisipi el martes y al valle de Ohio el miércoles. Este martes podría pasar a ser una depresión tropical.