El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha patinado y ha presentado a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, con un "señoras y caballeros, el presidente Putin". En su discurso tras la foto del Consejo Ucrania-OTAN, Biden ha dirigido unas palabras de apoyo al país invadido y ha sido directo, conciso y rápido, pero al terminar su discurso ha confundido a Zelenski con su adversario.

Segundos después, el líder ha rectificado, justificando el despiste en que está muy centrado en vencer a Putin, y Zelenski se ha tomado la confusión con humor. "Yo soy mejor", ha dicho entre risas y tomando rápidamente la palabra, quitándole hierro a una situación que sin duda aumentará la presión sobre el por ahora candidato demócrata a las elecciones de noviembre, al que miembros de su partido le están pidiendo que se retire por sus últimas muestras de cansancio.

Horas más tarde, Biden ha dado su primera rueda de prensa en un año, la cuarta de todo su mandato al frente del país. Lo ha hecho como broche a la cumbre de la OTAN que ha tenido lugar esta semana en Washington y en la que se han reunido los 32 líderes de los países que conforman la alianza. En ella, el presidente ha vuelto a equivocarse al llamar "vicepresidente Trump" cuando quería referirse a la vicepresidenta Kamala Harris, pero por lo demás ha salido de una comparecencia con la prensa que estaba centrando toda la atención, tanto de los medios como de los altos cargos de su partido.

Una rueda de prensa convertida en un examen de salud

El presidente se ha despistado en varias ocasiones, no parecía del todo cómodo u orientado, pero por lo demás ha respondido de forma coherente a la decena de periodistas que han podido realizarle preguntas. Biden se ha alargado excesivamente en las respuestas y ha tenido que responder, una y otra vez, a preguntas sobre su salud y su estado. A si es lo adecuado que un líder tenga que irse a la cama temprano para que pueda rendir, que tenga que bajar el ritmo; a si no debería dejar paso a alguien más joven, a cómo puede asegurar a los americanos que está preparado para seguir adelante cuatro años más. A cómo afectará a su legado si se queda pese a las preocupaciones de votantes y compañeros, a por qué seguir, a si es que cree que Kamala Harris no está lo suficientemente preparada.

La prensa, y muy especialmente la prensa progresista y el New York Times en particular, han arrancado una fuerte campaña para derrocar al candidato demócrata. Editoriales, piezas de opinión, tribunas de famosos como una del actor y donante demócrata George Clooney y un sinfín de piezas, ahora sí, informativas, explicando los miedos de los demócratas ante la continuidad de Biden. Sin embargo, los congresistas que por el momento han pedido en público la retirada de Biden de la carrera presidencial han sido pocos, y el presidente se está agarrando a ese hecho para continuar su camino, aparentemente sin dudas.

"Soy la persona más preparada para ser presidente"

"Creo que soy la persona más preparada para ser presidente. Lo derroté una vez y lo haré otra", ha asegurado el líder estadounidense, que en ningún momento ha dejado ver ningún tipo de duda a su continuidad. Biden se ha esforzado en poner sobre la mesa los logros de su mandato, de las buenas cifras de empleo al control de la inflación, pero también el sinfín de cosas que tiene pendiente por hacer y que no puede dejar a medias. "Estoy aquí para terminar lo que he empezado", ha repetido.

También ha ensalzado lo necesario que es un presidente como él para la clase media, para los trabajadores y también para las empresas: ha recalcado que los beneficios de las empresas se han duplicado desde la pandemia. "Soy el presidente más protrabajadores de la historia. Cuando a los sindicatos les va mejor, a todo el mundo les va mejor", ha intentado ganarse a la sala. "16 premios nobel, 16 en Economía, dicen que mi próximo mandato será un enorme éxito", ha repetido lo que ya dijo en el debate y en su última entrevista en televisión. (Realmente, lo que esos economistas dijeron fue que la agenda económica de Biden era muy superior a la de Trump y que cuatro años más le permitirían continuar impulsando la recuperación del país).

Biden insiste en repetir para que le dejen terminar lo que tiene pendiente -no ha entrado en si no podría terminar esa tarea su vicepresidente o alguna otra persona de su equipo-, por eso y porque todos los posibles oponentes "tienen peores números" que él en las encuestas. E incluso le ha quitado hierro al hecho de que haya confundido a Zelenski con Putin diciendo que esa ha sido "la rueda de prensa más exitosa" que ha dado en mucho tiempo. De hecho, ha remarcado que los propios líderes de la OTAN le han pedido que no tire la toalla, sino que gane a Trump.

"No he tenido ningún aliado europeo que se me acerque y me diga, Joe, no te postules. Lo que les escucho decir es, tienes que ganar", ha afirmado. Preguntado por un periodista, ha asegurado que está listo para lidiar con el presidente chino, Xi Jinping, "ahora" y "dentro de tres años". Si ganara las elecciones y completara sus próximos cuatro años en la Casa Blanca, Joe Biden tendría 86 al dejar el poder. Donald Trump tiene tres menos que él.

Kamala Harris está preparada para ser presidenta

Con respecto a la posible sucesión por parte de Kamala Harris, Biden ha dicho que no la habría elegido como vicepresidenta si no estuviera preparada para liderar el país. "Ha manejado temas de libertad de los cuerpos de la mujeres y el control de sus cuerpos muy bien. Segundo, ha mostrado capacidad de manera casi cualquier tema. Es una dura fiscal. Es una sola frase: es muy buena", ha insistido.