Ursula von der Leyen será la próxima presidenta de la Comisión Europea, cargo que ya ocupó durante la pasada legislatura. La candidata del Partido Popular Europeo (PPE), que ganó las elecciones del pasado 9 de junio, ha logrado el apoyo de la Eurocámara para reeditar su mandato. Las cifras han estado muy ajustadas desde que se conoció la configuración del Parlamento Europeo, pero la alemana ha logrado suficientes votos favorables.

La presidenta de la Comisión Europea necesitaba al menos 360 votos. En total, han votado 707 eurodiputados y 401 lo han hecho a favor de su candidatura. En esta ocasión, ha logrado una mayoría más amplia que en su anterior mandato, cuando resultó elegida con solo 9 escaños más de los necesarios. 284 eurodiputados han votado en contra de que Von der Leyen fuese presidenta.

Tras pronunciar un discurso con más referencias económicas que al pacto verde y con el compromiso de sumar tres comisarios a su próximo ejecutivo -vivienda, desburocratización y Mediterráneo-, Von der Leyen ha convencido a varias familias políticas para mantener una coalición proeuropea. La democristiana ha sumado votos de los socialdemócratas y de los liberales. Y aunque en su propio partido había dudas, por las reuniones que ha mantenido en las últimas semanas tratando de recabar apoyos, en el Parlamento ha habido más votos favorables.

El voto para elegir a la presidenta de la Comisión Europea es secreto y no hay disciplina por parte de las familias políticas, así que suele haber fugas de diputados que votan en contra de lo que hace la mayoría de su grupo. Estas discrepancias suelen suponer el 10% del total de cada grupo. No obstante, tanto los socialdemócratas como los Verdes habían anunciado su voto favorable a Von der Leyen antes de que comenzase la votación.

Precisamente el voto favorable de los verdes ha dado a Von der Leyen la victoria que le permitirá aplicar sus prioridades políticas, entre las que se encuentra un pacto por la industria limpia, así como acabar con los combustibles fósiles. Ambas propuestas habrían convencido a los de Thierry Reintke para apoyarla con su voto en el Parlamento Europeo. Con 53 eurodiputados en la Eurocámara, menos de una decena han votado en contra.

Las principales fuerzas políticas han acordado un cordón sanitario a la extrema derecha, pero como durante toda la campaña han hecho una excepción con los Conservadores y Reformistas Europeos (ERC). En este grupo es donde se incluyen los Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien demandó un puesto clave en la próxima Comisión y todo hace indicar que lo ha conseguido. Von der Leyen anunció durante su discurso para convencer a los eurodiputados que nombrará a un comisario para acabar con la burocracia, para contribuir a que hacer negocios en Europa sea más fácil. Sin embargo, no ha sido suficiente para lograr el voto de los italianos.

Otros partidos de ECR sí han votado a favor de la candidata, y es que el grupo había dado libertad para que sus eurodiputados votaran según sus preferencias. Los votos en contra de la democristiana llegaron por parte de los Patriotas por Europa, la Izquierda y la Europa de las Naciones Soberanas.

Con la victoria electoral del 9 de junio, el nombre de Von der Leyen era el favorito en las quinielas. Sin embargo, fueron necesarias dos reuniones de los líderes de la Unión Europea para conseguir que su candidatura fuese la propuesta por el Consejo al Parlamento Europeo. En la cumbre de finales del mes pasado, los primeros ministros de los 27 eligieron, no solo a la alemana, también al portugués António Costa como presidente del Consejo Europeo y a Kaja Kallas como sucesora de Josep Borrell, al frente de la diplomacia europea.