El inicio de la presidencia rotatoria de la Unión Europea para Hungría no ha estado exento de polémica. El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, incluyó en su agenda para los primeros días una visita a Moscú, en la que estrechó la mano de Vladimir Putin y otra a Pekín, donde se vio con Xi Jinping. Estos encuentros, que Budapest defiende que forman parte su trabajo como primer ministro, han levantado ampollas en Bruselas y también en el Gobierno de España. Ministras como Yolanda Díaz y Mónica García no acudirán al país que ostenta la presidencia y por lo tanto que organiza reuniones informales entre los ministros de los 27 estados miembros.

“Ya le anticipo que yo no voy a asistir a la reunión informal de octubre”, aseguró esta semana Díaz a su llegada a Bruselas para asistir a la reunión de los ministros de Empleo de la Unión Europea. Díaz no está sola en su decisión, tampoco acudirá Mónica García a la reunión informal de los ministros de Sanidad que se celebrará en Budapest el próximo jueves. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguran que la decisión de García tiene que ver con “problemas de agenda” y no con un supuesto boicot a la presidencia. 

Pero la posición dentro del Gobierno no es unánime. Otros ministerios consultados por este periódico aseguran que estudiarán las reuniones cuando toque y que tomarán la decisión que marque el Ministerio de Asuntos Exteriores, que al final y al cabo, es el departamento responsable de marcar la postura internacional de España.

Hay división en el Gobierno porque dos ministras ya han decidido que no van a acudir a estas reuniones, antes de que el Ministerio de Exteriores hayan lanzado algún tipo de indicación o de recomendación sobre la postura de España ante la presidencia que ha estrenado Orbán.

Desde Exteriores también han criticado los viajes de Orbán. “Junto a otros Estados miembros, España ha lamentado el inicio de la Presidencia rotatoria del Consejo con viajes para los que no cuenta con competencias para hablar en nombre de la UE”, explican desde el ministerio que capitanea José Manuel Albares.

“En continuo contacto con el resto de Estados miembros e instituciones, España viene valorando las agendas y la participación en las reuniones del Consejo asegurando una representación adecuada y la continuidad del trabajo institucional que no debe interrumpirse”, añaden.

En las reuniones informales, las que se celebran fuera de Bruselas, en el país que cada seis meses esté al frente de la presidencia rotatoria no se suelen decidir cuestiones clave para la política comunitaria. No obstante, fuentes cercanas a Moncloa subrayan que está en manos de cada Ministerio decidir si envía a un ministro, a un director general o a un secretario de Estado a una reunión informal. “Dependerá de las cuestiones en la agenda y de los intereses de cada uno”, sostienen.

Estos encuentros tampoco se suelen realizar por videollamada, a no ser que la totalidad de los asistentes decida conectarse online a la reunión. Lo más habitual si no puede o no quiere acudir un ministro es designar a otro representante de menor rango.

En esta línea, las mismas voces descartan también que haya un acuerdo entre los 27 estados miembros. Fuentes de la diplomacia alemana señalan que el Gobierno alemán está estudiando cómo proceder ante las invitaciones de Hungría a las reuniones de ministros. “Poner de acuerdo a agendas y prioridades entre países es muy complicado”, comentan fuentes cercanas al Ejecutivo.

Plantón de la Comisión Europea

Antes de que los 27 estados miembros se manifiesten y decidan si envían o no a sus ministros a las reuniones informales, la Comisión Europea ya ha tomado cartas en el asunto. Las explicaciones de Orbán no han convencido a la cúpula comunitaria y prueba de ello es que han anunciado que ninguno de los comisarios acudirá a las reuniones que organice el Consejo en Hungría.

“A la luz de los recientes desarrollos al inicio de la presidencia húngara, la presidenta ha decidido que la Comisión estará representada únicamente a nivel de altos funcionarios en las reuniones informales del Consejo. No tendrá lugar el viaje del colegio de comisarios a la presidencia", escribió en X el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer.