Se esperaba que durante su discurso con motivo de los 25 años de reinado, Mohamed VI anunciara el apoyo de Enmanuel Macron a la marroquinidad del Sáhara en línea con la carta que le envió Pedro Sánchez hace dos años. La prensa oficialista lo había avanzado y lo daba por descontado, pero un Mohamed VI visiblemente desmejorado y ayudado por su hijo, el príncipe heredero Mulay Hasán, ha evitado hablar del asunto y ha centrado su alocución televisada en la necesidad de adaptarsa a los seis años de sequía que vive el país y su propuesta para la paz en la Franja de Gaza.

El monarca, de 60 años, ha leído en todo momento el discurso con motivo del cuarto de siglo de su entronización sin levantar la mirada y con ciertas dificultades. El discurso, retransmitido por la televisión marroquí a última hora de este lunes, ha comenzado y concluido con el himno que Mohamed VI -escoltado por su hijo y su hermano Mulay Rachid- ha escuchado de pie con gesto alicaído. Para levantarse y sentarse ha necesitado la ayuda de su vástago y un militar.

La nueva posición de Francia en el contencioso del Sáhara Occidental suscitó a finales de la semana pasada un duro comunicado del ministerio de Exteriores de Argelia, que -aseguró- le había sido comunicada la decisión. Pero este lunes el asunto ha quedado completamente ausente del discurso del rey, centrado únicamente en la lucha contra la sequía y la guerra en la Franja de Gaza, camino de los diez meses.

"El interés que dedicamos a la situación interna de nuestro país no nos hace olvidar la tragedia que vive el pueblo palestino hermano", ha leído el monarca. "Con el mismo espíritu de compromiso y responsabilidad, seguimos prestando apoyo a las iniciativas constructivas, que buscan hallar soluciones prácticas para llegar a un alto el fuego concreto y permanente, y abordando la situación humanitaria", ha explicado quien se enfrenta a una oleada de protestas populares que le exigen la ruptura de relaciones con Israel.

A su juicio, es tiempo de "hallar una solución definitiva a este conflicto" a partir de tres puntos: "el cese de las hostilidades en Gaza constituye una imperiosa necesidad y debe hacerse paralelamente a la apertura de un horizonte político, capaz de instaurar una paz justa y permanente en la región; la adopción de la vía de las negociaciones para reactivar el proceso de paz entre las dos partes, palestina e israelí, bloqueando el camino a los extremistas, estén donde estén; y el establecimiento de la seguridad y la estabilidad en toda la región sólo se completará en el marco de una solución de dos Estados, donde Gaza constituya una parte integral de los territorios del Estado palestino independiente, con su capital en Jerusalén Este".

Batalla contra la sequía

Mohamed VI ha centrado la primera parte de su breve discurso en la necesidad de ganar la batalla contra la sequía que padece el país vecino. "El más importante de estos retos reside en el problema del agua, que se está agudizando a causa de la sequía y del impacto del cambio climático, amén del incremento natural de la demanda, además del retraso en la implementación de algunos proyectos programados, en el marco de la política hídrica. Seis años seguidos de sequía han producido un impacto profundo sobre las reservas hídricas y las aguas subterráneas, lo que ha acentuado la precariedad y fragilidad de la situación hídrica", ha detallado el monarca, quien ha llamado a sus súbditos a "hacer buen uso del agua".

"Resulta una necesidad acelerar la finalización de las plantas desaladoras de agua de mar, según el programa establecido, que pretende movilizar más de 1,7 mil millones de metros cúbicos al año. Eso permitirá a Marruecos, en el horizonte del 2030, cubrir más de la mitad de sus necesidades en agua potable, a partir de estas plantas, además de regar amplias superficies agrícolas, lo que contribuirá a reforzar la seguridad alimentaria del país", ha agregado Mohamed VI.

Sin referencia al Sáhara y Francia

En su discurso, Mohamed VI no ha pronunciado ninguna palabra sobre el supuesto apoyo francés a la marroquinidad del Sáhara que la prensa oficialista había ventilado en los últimos días, con protesta incluida del rival Argelia. De hecho, solo ha mencionado en una sola ocasión "las provincias del Sur" en referencia al Sáhara Occidental pero en el contexto de la sequía y las medidas para mitigarla.

Horas antes, el ministerio de Exteriores galo también había rehusado comentar las informaciones sobre un hipotético cambio de su posición sobre la ex provincia española, ocupada por Rabat desde 1976. A una pregunta de Efe, el portavoz del Ministerio de Exteriores francés aseguró no "tener comentarios" a propósito del anuncio de Argelia del pasado jueves sobre una comunicación de Francia referida a su presunto "apoyo explícito e inequívoco" al "plan de autonomía para el territorio del Sáhara Occidental dentro de la supuesta soberanía marroquí". Argel calificó la medida de "decisión inesperada, inapropiada e improductiva".