"Todos estamos preparados para pagar cualquier precio, incluido el martirio por el bien de Palestina", decía Ismail Haniyeh en una entrevista a Al Yazira difundida en las últimas horas por Hamás a modo de obituario. El que fuera máximo líder de su oficina política ha sido asesinado la madrugada de este miércoles en Teherán, donde se hallaba de visita para asistir a la ceremonia del reformista Masud Pezeshkian como nuevo presidente de Irán. Con fama de moderado y pragmático, Haniyeh era clave en las negociaciones indirectas que, con mediación de Egipto y Qatar, se han llevado a cabo desde octubre para la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás y otras facciones palestinas. Alrededor de 120 permanecen, vivos o muertos, en la Gaza.

El pasado abril un ataque aéreo israelí en el campo de refugiados de Shati, donde él mismo había nacido, mató a 3 de sus 13 hijos hijos y 4 nietos. El propio Haniyeh reconoció entonces los cuerpos durante una entrevista en televisión. "Con la sangre de los mártires y el dolor de los heridos, creamos esperanza, futuro, independencia y libertad para nuestro pueblo y nuestra nación", declaró tras conocer el óbito. En junio perdió a una hermana y su familia en otro ataque. "No cederemos, sean cuales sean los sacrificios", replicó tras asegurar que había perdido a decenas de parientes en la operación militar israelí.

El pasado mayo el fiscal de la Corte Penal Internacional dictó una orden de detención contra Haniyeh. Lo acusó a él y a otros dirigentes de Hamás de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en relación con el ataque del 7 de octubre contra Israel, entre otros, "exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y agresión sexual durante la detención".

Haniyeh era uno de los principales objetivos de Israel. Uno de los ases en el juego de naipes de Hamás que el Estado judío busca eliminar desde el ataque la organización el pasado 7 de octubre que dejó cerca de 1.200 muertos. Haniyeh era el máximo líder del movimiento político de Hamás.

Vivía autoexiliado a caballo de Estambul y Doha. Nacido en 1963 en el campo de refugiados de Shati en Gaza, alcanzó la jefatura del politburó en 2017 tras ser el número dos durante los tres años previos. Fue primer ministro del gobierno de la Autoridad Palestina tras el triunfo de Hamás en las elecciones legislativas de 2006, pero fue destituido de su cargo por el presidente Mahmud Abás en 2007 ampliando la pugna entre Fatah y Hamás. Fue primer ministro de la Franja de Gaza entre 2007 y 2014. Desde 2017 le reemplazó en el cargo de máximo líder de Hamás en el interior de la Franja de Gaza Yehia Sinwar, una preciada pieza de la organización que es considerada hoy el urdidor de los ataques del 7 de octubre así como el hombre que dirige los designios del grupo en la castigada Gaza.

Haniyeh había cultivado las relaciones con Irán, el principal valedor internacional de Hamás como actor de su eje de la resistencia. En agosto de 2017 encabezó una delegación de alto nivel de Hamás a Irán, donde se llegó a reunir con el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Desde entonces ha visitado el país en numerosas ocasiones. En 2014 firmó el acuerdo de reconciliación de Shati de 2014 con Fatah.

Había pasado en varias ocasiones por cárceles israelíes entre 1980 y 1990 y fue deportado de Gaza al Líbano en 1992 junto a otros 400 políticos y activistas. Regresó a casa un año después. Se vinculó a Hamás en sus años estudiantiles y fue un estrecho colaborador del líder espiritual de Hamás, el jeque Ahmed Yassin. Estudió en la Universidad Islámica de Gaza y se graduó con una licenciatura en literatura árabe en 1987.

Hasta ahora había sobrevivido a varios intentos de asesinato firmados por Israel. Tras uno de ellos, en 2003, Haniyeh arengó a una multitud en el hospital Shifa de Gaza. "No tenéis que llorar; Tenéis que ser firmes y estar preparados para la venganza", declaró.