"Seguiremos luchando. Si no nosotros, nuestros hijos y nietos. Podemos aguantar otros 50 años", replica desafiante Fayez Saqqa, dirigente de Fatah y diputado del Consejo Nacional Palestino en Cisjordania. Es mediodía en Belén y Saqqa, cristiano de la formación que lidera el presidente palestino Mahmud Abás, nos recibe en un hotel vacío de peregrinos.

"La situación en Cisjordania es terrible. En todas partes hay una guerra declarada no solamente por parte del ejército israelí, cuya brutalidad contra la población civil palestina es conocida, sino también de los colonos que están asesinando casi diariamente a ciudadanos palestinos", comenta en conversación con El Independiente. Veterano político palestino, Saqqa mantiene a sus 71 años la esperanza en la resolución de un conflicto que el último estertor en la Franja de Gaza -a punto de cumplirse los diez meses de operación militar israelí- aleja y, tras 78 años de episodios cada vez más sangrientos, proyecta como un fin remoto, un sueño herido de muerte.

Pregunta.- ¿Cómo se vive desde Belén lo que está sucediendo?
Respuesta.- Han transcurrido casi diez meses de esta terrible guerra llevada a cabo por uno de los ejércitos más poderosos del mundo, apoyado por Estados Unidos y otros países de Occidente, contra la Franja de Gaza, con una superficie muy limitada y superpoblada. Estamos ante un acto de genocidio sin ningún tipo de maquillaje. Es un acto de brutalidad que desgraciadamente sigue ocurriendo día tras día. A diario nos llega la noticia de decenas de muertos y cientos de heridos. Es una guerra terrible, un exterminio televisado. Todo el mundo lo está viendo y es incapaz de detener esta guerra y frenar la muerte de tanta gente que no tiene nada que ver con lo que está ocurriendo. Como palestinos sentimos el dolor no solo por la brutalidad de la ocupación israelí sino por la incapacidad de la comunidad internacional de movilizarse seriamente, no a través de amables declaraciones de algunos y amables reconocimientos de otros sino a través de derechos que realmente consigan parar de una vez para siempre esta brutalidad. Lo vemos con tristeza y rabia y sin saber cómo a corto plazo va a terminar todo lo que está ocurriendo.

P.- ¿Cuál es la situación en Cisjordania?
R.- Estamos viviendo en Cisjordania una situación que no es comparable realmente con lo que está ocurriendo en Gaza, pero es igual de terrible lo que sucede en Yenín, Nablús, Hebrón o Belén. Se están produciendo entradas brutales del ejército israelí en campos de refugiados y localidades, deteniendo y disparando a la gente. En todas partes hay una guerra declarada no solamente por parte del ejército israelí, cuya brutalidad contra la población civil palestina es conocida, sino también de los colonos que están asesinando casi diariamente a ciudadanos palestinos, a pastores que están con su ganado en el campo o a gente que cultivan sus tierras. Buscan casas un poco apartadas de los núcleos urbanos y las queman. La situación en Cisjordania es tan límite que solamente falta que utilicen la aviación para que se convierta lo que es Gaza en estos momentos.

La situación en Cisjordania es tan límite que solamente falta que utilicen la aviación para que se convierta lo que es Gaza en estos momentos

P.- ¿Existe el riesgo de que pueda prender la llamada de una Tercera Intifada?
R.- La intifada es la lucha del pueblo palestino contra la ocupación israelí. Creo que la Intifada nunca cesó, porque la resistencia de nuestro pueblo a la ocupación en la búsqueda de la libertad y el fin de la presencia de las tropas israelíes en nuestra tierra nunca ha cesado. Sube o baja de nivel dependiendo del momento político que estamos viviendo. La Intifada es un hecho continuado desde los años 80, encaminada a poner fin a la ocupación y conseguir la libertad de nuestro pueblo. La escalada puede seguir. Que se mantenga durante un tiempo depende de cómo va la dinámica interna y la capacidad de la gente de aguantar. La gente está desesperada y muy cabreada. No hay trabajo y la economía está por los suelos. Bajo ocupación no nos dejan ni respirar. Para ir a Ramala desde aquí necesitamos tres horas, cuando normalmente se hace en tres cuartos de hora. Y si viajas, lo haces sin saber si podrás regresar. Vivimos en guetos cerrados, bloqueados por controles militares del ejército israelí. Así que la gente está al borde de cualquier cosa que pueda ocurrir en el futuro.

P.- ¿Una de esas opciones es tomar las calles y enfrentarse a las fuerzas israelíes?
R.- Cabe la posibilidad. Enfrentarse a piedras y poco más, porque las posibilidades de enfrentarse al ejército israelí militarmente son nulas. Hay algunos combatientes palestinos que intentan con armas simples y hechas a mano hacerles frente. Aquí la gente lucha con los medios que tiene a su alcance para demostrar al mundo que estamos hartos de la ocupación y queremos que se vayan de nuestra tierra los soldados israelíes.

Enfrentarse a piedras y poco más, porque las posibilidades de enfrentarse al ejército israelí militarmente son nulas

P.- Fuentes de inteligencia israelíes advierten de que se está preparando algo en Cisjordania y que están entrando armas de contrabando…
R.- No creo que Israel hable de esto en serio. Lo dice para justificar lo que está haciendo en Cisjordania del mismo modo que ha justificado lo que ha hecho en Gaza. Estamos bloqueados. Todas las fronteras están tomadas por miles y miles de soldados israelí, tanto en la frontera con Jordania como con Líbano. Ni una mosca puede entrar sin que ellos la detecten. Con toda la tecnología que tiene el ejército israelí, manejar el argumento de la entrada masiva de armas sirve para justificar lo que está haciendo.

P.- La pregunta hoy sigue siendo cómo pasó el 7 de octubre en mitad del bloqueo de Gaza y del nivel de tecnología del que disponen…
R.- No lo sé. Nos lo preguntamos todos, tanto palestinos como observadores internacionales e incluso los propios israelíes. El 7 de octubre es un episodio más de lo que lleva ocurriendo en el territorio palestino desde 1948, cuando se crea el Estado de Israel y son expulsados millones de palestinos de sus tierras. El gueto de Gaza está formado por población de refugiados palestinos que fueron expulsados por el ejército israelí en 1948. Son los hijos, nietos y bisnietos de aquellos que fueron expulsados por la fuerza y por las masacres que se llevaron a cabo en 1947 y 1948. Parte de ellos se fueron a Gaza, otros vinieron a Cisjordania; otros muchos fueron a Jordania, el Líbano o Siria. Todo el mundo conoce la historia de la creación del Estado israelí en el territorio palestino. Por lo tanto, el conflicto no empieza el 7 de octubre. El no cumplimiento de la legalidad internacional y el abandono del pueblo palestino a su suerte bajo la ocupación terrible israelí ha producido la primera Intifada, la segunda y el 7 de octubre y puede producir otros enfrentamientos graves en el futuro. Lo que hay es el síntoma de una enfermedad. Si no se cura la enfermedad, sus síntomas pueden reproducirse en cualquier momento.

El 7 de octubre es el síntoma de una enfermedad. Si no se cura, sus síntomas pueden reproducirse en cualquier momento

P.- Existe la percepción de que el Gobierno israelí está tratando de aprovechar este episodio para   enterrar cualquier esperanza del Estado palestino. Insisten que Hamás y Fatah son igual de terroristas…
R.- Tienen que justificarse de alguna manera. Eso no nos sorprende. Lo que dicen algunos de ellos de hay que lanzar bombas nucleares sobre Gaza y toda esa brutalidad en el pensamiento junto a la negativa rotunda a que haya un Estado palestino en Cisjordania y Gaza, sabiendo que esto no es más que un tercio del territorio histórico palestino anterior al 1948. Su negativa a frenar la expansión de las colonias en Cisjordania demuestra que solamente ven una Palestina totalmente vaciada de su población, convirtiéndose en el gran Estado judío de Israel. Israel es uno de esos países del mundo que no tienen Constitución porque no quieren definir sus fronteras. Hablan incluso de la frontera del Nilo hasta el Éufrates. Sus referencias bíblicas son una mentira histórica brutal, pero están justificándose.

Lo más grave es que la comunidad internacional está tolerando esa brutalidad de pensamiento y de hechos de los israelíes. Si se hubiera aplicado aquello que se inició en 1991 en el Palacio de Oriente de Madrid y luego en los Acuerdos de Oslo, hubiera terminado la guerra hace muchísimos años, antes de entrar en la década de 2000. En 1999 estaba fijado el fin de la ocupación y la creación del Estado palestino. Lo impidió realmente el asesinato de Rabin a manos de un fundamentalista judío israelí y la negativa de la comunidad internacional de obligar a Israel al cumplimiento de los acuerdos que fueron avalados por numerosos países del mundo y que quedaron en papel mojado, sin ninguna efectividad. En Israel sueñan con acostarse y despertarse al día siguiente sin un palestino en el territorio histórico de Palestina. Saben que van a fracasar. A pesar de todo el dolor que estamos sintiendo, es un período extraño que nos ha tocado vivir pero no es sostenible, no puede durar. Palestina a lo largo de la historia de la humanidad fue cuna de las civilizaciones. Hemos sufrido más de 47 invasiones a lo largo de la historia de la humanidad. Todas las invasiones acabaron y el pueblo palestino ha permanecido en su tierra. Tenemos que seguir resistiendo, aferrados a nuestra tierra, a nuestra lucha por la libertad. Y seguramente el mundo cambiará. Israel fue creado en 1948 por un casi consenso de la comunidad internacional, de las grandes potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial. El mundo cambia y seguramente Israel en el futuro no gozará del apoyo incondicional que lo mantiene ahora, sobre todo, Estados Unidos.

P.- ¿Se refiere a que el Estado de Israel corre el riesgo de desaparecer?
R.- No hablo de la desaparición de nadie, sino de que lo que no se puede tolerar es que el pueblo palestino en nuestra propia tierra sigamos viviendo marginados, ocupados, brutalmente agredidos y la comunidad internacional no nos dé nuestros derechos. Hemos hablado desde los años 70 de un Estado democrático para todos. No queremos que se marchen los judíos, pero por favor, que no vivan en mi casa ni que se apoderen de mi tierra, que construyan su casa y vivan en ella.

No queremos que se marchen los judíos, pero por favor, que no vivan en mi casa ni se apoderen de mi tierra, que construyan su casa y vivan en ella

P.- La diplomacia internacional occidental está intentando revivir la solución de los dos estados. ¿Es factible hoy?
R.- Cada vez es más difícil. Seguramente ahora es mucho más complicada y compleja que hace 20 años. ¿Pero quién ha permitido que eso ocurra? La comunidad internacional. Y debe buscar una solución. Y si quiere, la encuentra. Al fin y al cabo, han existido conflictos mucho más gordos. Francia y Alemania se mataron no sé cuántas veces en las guerras mundiales y ahora son unos países hermanos. Eso puede ocurrir aquí si hay voluntad de la comunidad internacional de resolverlo. Nosotros no queremos destruir a nadie, sino tener libertad en nuestra tierra.

P.- ¿Puede funcionar un Estado dividido en dos territorios como Cisjordania y Gaza?
R.- Hubo un acuerdo palestino casi total en Oslo en aceptar ese esqumera. Se habló de un corredor que une a Cisjordania con Gaza y realmente nosotros lo hemos aceptado desde el principio. Yaser Arafat hizo todo lo posible para que esto se llevara a cabo. Quien lo rechazó ha sido Israel.

P.- ¿Existe alguna responsabilidad palestina en el fracaso de este plan diseñado en Madrid y Oslo?
R.- Quien ha hecho fracasar los acuerdos es la parte israelí. Tal vez la dirección palestina fue más optimista de lo necesario cuando nos planteó al pueblo palestino la posibilidad de convivencia entre dos Estados, el palestino y el israelí. En aquellos momentos, fuimos mucho más allá: se habló de una confederación entre los estados palestino, israelí y jordano a nivel del Benelux para formar una zona económicamente desarrollada.

La dirección palestina fue más optimista de lo necesario cuando planteó al pueblo la posibilidad de convivencia entre dos Estados, el palestino y el israelí

P.- ¿Hay interlocución con Hamás?
R.- Nunca se ha detenido. Tiene sus altibajos.

P.- ¿Se puede integrar a Hamás en la Autoridad Palestina?
R.-  No hay nada que lo impida. Hamás representa a una parte del pueblo palestino. Es una formación política, tanto como Fatah o el Frente Popular o la Yihad Islámica.

P.- Israel asegura que su objetivo actual es “erradicar Hamás”…
R.- Han hablado erradicar a todos, desde Fatah. Nos llamaron terroristas durante muchas décadas. Para el Gobierno israelí, somos enemigos. No hay diferencias entre Fatah y Hamás, igual que no diferencian en Gaza entre civiles y militantes cuando bombardean. No quieren a los palestinos ni siquiera si colocaramos flores en el camino de los tanques de ocupación. Ningún pueblo del mundo acepta la ocupación ni tampoco quiere aguantar la brutalidad del ejército ocupante. Que nadie nos pida que tengamos una relación de amor con el ocupante israelí; eso nunca ocurrirá.

Que nadie nos pida que tengamos una relación de amor con el ocupante israelí; eso nunca ocurrirá

P.- Observadores internacionales pero también israelíes consideran que durante sus 15 años en el poder la estrategia de Netanyahu ha sido la de favorecer a Hamás para socavar el liderazgo de la Autoridad Palestina….
R.- Muchos expertos en el conflicto han realizado estas afirmaciones y existen muchas razones para tomar en consideración esta teoría. Nadie puede negar que unas semanas antes del 7 de octubre entraban maletas llenas de millones de dólares qataríes a través del aeropuerto de Ben Gurion israelí, escoltados por el ejército israelí hasta su acceso a la Franja de Gaza. No quiero entrar en estos detalles porque realmente ahora el problema es que tenemos la ocupación. Debemos mantener la unidad palestina frente a la brutalidad militar israelí contra nuestro pueblo.

P.- ¿Es realista el acuerdo suscrito esta semana en Pekín entre Hamás, Fatah y otros doce grupos palestinos?
R.- Llevamos muchos años con mucho trabajo y esfuerzo para llegar a un punto de unidad política dentro del seno de la Organización para la Liberación Palestina. Desgraciadamente, se firmaron acuerdos en años previos que nunca se cristalizaron. Lo que desea el pueblo palestino es por encima de todos necesitaos unida máxime en estas condiciones tan duras que estamos viviendo en la Franja de Gaza. Ojalá por fin se cumplan los acuerdos que se han firmado en Pekín. Eso sería una buena noticia para el pueblo palestino y toda la comunidad internacional que pretende ver al pueblo palestino resistir unido a la ocupación israelí y a la masacre que se está llevando en la Franja de Gaza.

Nadie puede negar que unas semanas antes del 7 de octubre entraban maletas llenas de millones de dólares qataríes a través del aeropuerto de Ben Gurion israelí

P.- ¿Por qué lo que no funcionó antes puede funcionar ahora?
R.- El momento no permite otra cosa. Todos los grupos palestinos pero especialmente Hamás debe ir buscando una forma de salir de la situación en la que ha desembocado la Franja de Gaza. Hamás por sí solo no puede responder a esa responsabilidad. Para la próxima etapa, es decir, cuando cese este ataque brutal y se retiren las tropas israelíes de la Franja de Gaza, en este momento se necesita el esfuerzo máximo de todos. La mayoría de las organizaciones de la OLP siempre han estado comprometidas a aplicar los acuerdos anteriormente firmados. Hamás era la parte que ponía más trabas para esa aplicación, pero creemos que en estos momentos ellos también necesitan de este acuerdo tanto como las demás organizaciones para poder ayudar a sacar a nuestro pueblo de la situación terrible que están viviendo en Gaza y Cisjordania. Así que creo que las condiciones obligan a todos los firmantes a cumplir con su firma.

P.- Se habla de las diferencias que existen entre el liderazgo en el exterior de Hamás y el del interior, con Yehia Sinwar a la cabeza. ¿Con quién se ha llegado al acuerdo?
R.- Creemos que la parte de Hamás que ha estado en Pekín está autorizada por todos.

P.- Con la experiencia de 2007, ¿es posible que Fatah y Hamás compartan gobierno?
R.- No es fácil, por supuesto, pero existe una necesidad a nivel nacional, a nivel del pueblo palestino. Estamos obligados a entendernos en la etapa venidera para poder ayudar a nuestro pueblo en estos momentos de sufrimiento y aniquilación por parte del ejército israelí. Hay que entenderse. No va a ser una luna de miel, pero hay que llegar a puntos comunes. Las negociaciones de Pekín  han tratado todas las cuestiones importantes. No hay ninguna razón para que las partes palestinas no podamos trabajar conjuntamente en beneficio de nuestro pueblo y de nuestra causa.

Fatah y Hamás estamos obligados a entendernos en la etapa venidera para poder ayudar a nuestro pueblo en estos momentos de sufrimiento y aniquilación

P.- La situación en Cisjordania ocupada es de asfixia. ¿Puede un Gobierno de unidad nacional tener margen de actuación ante Israel?
R.- No va a ser fácil. Evidentemente el anterior, el actual gobierno y posiblemente que el que vendrá rechazarán la idea de que haya un Estado palestino en Cisjordania y Gaza. Han hecho todos estos asentamientos ilegales pero si hay decisión y voluntad de la comunidad internacional, sobre todo los Estados Unidos, se puede cambiar la dinámica y dar lugar a un Estado palestino, que sería el instrumento de llegar a una paz duradera en la región.

P.- Israel ha reaccionado al acuerdo de unidad con un mensaje muy humillante hacia Abás. Dice que seguirá viendo Gaza desde lejos…
R.- No es la primera vez que intentan humillarnos, pero es la labor del ocupante: tratar de doblegar al pueblo ocupado. Abás es el presidente elegido y el que concentra los ataques. No son ellos los que deciden el futuro del pueblo palestino Confiamos en una paz justa, la independencia y la ayuda de la comunidad internacional tanto a nivel popular como de gobiernos para que se avance la solución en el sentido de permitir al pueblo palestino vivir en paz en nuestra tierra.

P.- ¿Cuál es el calendario a partir de ahora?
R.- Lo más importante es que se va a formar una junta de los secretarios generales de las organizaciones palestinas para elaborar un plan de acción. La primera cuestión es acabar con la guerra en la Franja de Gaza, ayudar a la población palestina y permitir el acceso de asistencia humanitaria y frenar la agresión permanente contra Cisjordania. Tienen que empezar a trabajar y esperamos a corto plazo formar un gabinete de unidad nacional. Después hay que preparar la siguiente etapa que por desgracia no será pronto: celebrar elecciones democráticas para el Parlamento palestino y la Presidencia. Sabemos lo que queremos. Lo importante es ponerse a trabajar en ello.

P.- ¿Cómo ha afectado a la dirigencia de Hamás la guerra?
R.- Posiblemente con todo lo que está ocurriendo Hamás ha empezado a hacer un viraje de forma que facilite la recuperación de la unidad de nuestro pueblo. Es nuestro deseo. Para ello tiene que haber también una cierta flexibilidad por parte de la dirección de Hamás y sus aliados, que todos saben quienes son.

P.- Es evidente que usted no comparte el ideario político de Hamás. Está muy lejos del suyo.
R.- Francamente. Por eso no estoy en Hamás sino en Fatah.

P.- Imagino que le han preguntado qué considera que fue el ataque de Hamás del 7 de octubre…
R.- Antes del 7 de octubre, cuando Hamás llevó a cabo en 2007 su golpe de Estado en Gaza, teníamos nuestras diferencias políticas y programáticas. Cuando perdimos las elecciones de 2006 facilitamos la toma del control político. Lo que pasó en 2007 fue un acto que no deberían haber llevado a cabo. Tampoco podíamos entender los resultados de aquello que ocurrió en el 2007, pero seguimos intentando recuperar la unidad porque Hamás reconoce a Israel.  [¿Y el 7 de octubre?] Sobre eso tiene que contestar Hamás. Como dijo el presidente Abás, nadie nos ha consultado. Lo que no podemos aceptar es lo que está ocurriendo con nuestro pueblo en Gaza. Realmente es brutal y esto es terrible. Las diferencias entre Hamás y nosotros quedan en muy poca cosa si se compara con lo que está sufriendo nuestro pueblo.

Las diferencias entre Hamás y nosotros quedan en muy poca cosa si se compara con lo que está sufriendo nuestro pueblo

P.- ¿Le preocupa el aumento de la base de apoyo de Hamás en Cisjordania?
R.- No me preocupa realmente. El 7 de octubre mucha gente se entusiasmó con el golpe recibido por el ejército israelí y la capacidad de la resistencia de hacerle daño a un ejército que se llamaba invencible. Pero después, cuando la gente analiza lo que está ocurriendo, ya las cosas no son tan claras y por lo tanto hay que ir viendo la necesidad de primero aplicar un total cese de los ataques israelíes a Gaza; la retirada de su ejército de Gaza y permitir el socorro a millones de seres humanos.

P.- Y si en unas hipotéticas elecciones, Hamás vence…
R.- Hay que aceptarlo. Es el juego democrático.

P.- Desde octubre da la sensación de que el liderazgo de la Autoridad Palestina está aún más cuestionado. Se dibuja a Abás como un líder anciano, desconectado de la realidad y colaboracionista con Israel…
R.- Quien ha debilitado la Autoridad Nacional Palestina y a Arafat antes que a Abás fue el ejército de ocupación israelí. Israel es quien debilita y lo hará también con los siguientes. No depende de la edad de Abás. Un ejemplo: a los pueblos alrededor de Belén ningún policía palestino puede acceder sin un permiso de la ocupación militar israelí. Nuestro dinero, millones, están siendo retenidos por Israel para impedir que lleguen a los funcionarios. La debilidad en todos los terrenos está causada por la ocupación israelí. Nos quieren mantener en la sala de cuidados intensivos, con un poco de oxígeno para no morir pero manteniéndonos totalmente fuera de la posibilidad de gestionar lo que necesita nuestro pueblo. No ven a la Autoridad Palestina como su socio por la paz ni nada. Lo que quiere es debilitarlos para poder apoderarse de todo.

P.- ¿Cuál es la solución?
R.- Solo una: si la comunidad internacional o parte de ella se moviliza para ponernos de pie de nuevo, hay posibilidades. Si no, realmente nos mantendremos en esta situación. O peor incluso. Y  si el mundo acepta eso, serán hechos consumados. Todos vamos a morir algún día.

P.- ¿El precio de no resolver el conflicto es más radicalización?
R.- Sí. Más radicalización, más desconfianza. Ustedes que vienen de Europa y creen ser el ombligo del mundo con sus declaraciones altisonantes de derechos humanos y legalidad internacional, son solo para consumo interno. Somos parte del Tercer Mundo que lucha por su libertad y futuro. Hemos perdido la fe en ustedes y en lo que nos contaban de aquello de defender los derechos humanos. La salida es seguir luchando con el riesgo de radicalizar la situación. Cuando un gato lo encierras en una habitación se convierte en tigre. Los que sufrimos somos nosotros pero podemos aguantar otros 50 años.

P.- ¿Cómo acabar con esta espiral?
R.- La única solución es la paz. Le puedo garantizar que en los años 90, cuando se hablaba de la del fin de la ocupación israelí y la creación del Estado palestino, nadie pensaba en radicalizarse. Todo el mundo pensaba en cómo mejorar su situación e iniciar un nuevo trabajo, construir una casa o estudiar. Había ganas de vivir y en el momento que veamos la luz al final del túnel, el único pensamiento será cómo recuperar lo que hemos perdido durante todas estas décadas.

P.- ¿Qué es Israel para usted?
R.- Israel fue creado como una base militar avanzada del imperialismo en Oriente Medio. Si Alemania quiere compensar a los judíos por lo que les hicieron en la II Guerra Mundial, tenían que haberles dado Baviera como recompensa, no Palestina. Nosotros no éramos parte beligerante en la II Guerra Mundial. Lo que pasa es que lanzaron a sus judíos aquí, les dieron todas las armas, el dinero para mantener a Israel como base militar avanzada que proteja los intereses occidentales, entre ellos gas y petróleo. Israel es el guardián de ellos.

Marruecos está reprimiendo las protestas por Palestina, pero no desde el 7 de octubre sino desde hace más tiempo. Quien debe decidir su política es el pueblo marroquí

P.- Hablando de los hermanos árabes, ¿qué opinión le merece su actitud? Hay países que han intentado preservar como sea posible la normalización con Israel, desde Emiratos hasta Marruecos…
R.- Cuando me ha dicho lo de los hermanos árabes he pensado que son más hermanos los de Granada que los que usted considera. Mire la historia: Caín mató a Abel y eran hermanos. A lo largo de los siglos la hermandad excluye a los intereses de quienes gobiernan. Si hace una encuesta en Marruecos, por ejemplo, verá que el 95% está a favor del pueblo palestino, de su lucha y libertad.  Pero los que gobiernan en estos países sabemos quiénes son y cómo llegaron al poder. En estos países están obligados a cumplir el mandato de Estados Unidos y Gran Bretaña. Si usted tiene guardianes, no permitirá que luchen entre sí.

P.- ¿Me está diciendo que Mohamed VI, por ejemplo, es guardián de Israel?
R.- Su alianza con Occidente y sobre todo con Estados Unidos y Francia le obliga a tener una política, no de guardián de Israel sino por lo menos de no hacer nada que pueda perjudicar políticamente a Israel. Nosotros no pedimos que los marroquíes manden tropas a luchar contra el ejército israelí, sino que tomen una medida política acorde con el derecho internacional y la legalidad internacional que desenmascara al agresor. Que digan claramente quién es el agresor y que tiene que poner fin a esa agresión. No pedimos a Emiratos Árabes que envíe ninguna tropa, ni siquiera ayuda humanitaria. En Marruecos lo que están haciendo es reprimir las protestas por Palestina, pero no desde el 7 de octubre sino desde hace más tiempo. Quien debe decidir su política es el pueblo marroquí.

P.- ¿Tiene que ver la coordenada del Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos, para mantener esta posición?
R.- Es una manera de verlo pero creo que no necesitan ni del Sáhara ni de otra cosa. El régimen marroquí desde hace muchas décadas está en alianza con las potencias occidentales. No se le permite tener otra relación con Israel al ser invento de las potencias occidentales. ¿Por qué Marruecos hace eso y Argelia todo lo contrario? ¿Cuál es la diferencia? ¿No son hermanos nuestros? ¿Por qué el contraste? Porque hay un régimen obligado a llevar a cabo esta política. No se permite a los marroquíes manifestarse libremente en las calles. Mire Egipto, el mayor país del mundo árabe, donde no se permite una manifestación en las calles del Cairo. ¿La razón? El régimen egipcio ha tomado parte en el asunto e intenta mantenerse a salvo sin decir quién es el agresor y quién el agredido.

P.- Precisamente se ha hablado del día después a la guerra en Gaza y de la posibilidad de que asume la gestión una fuerza internacional integrada por países como Emiratos o Marruecos…
R.- Yo quiero ver el día en que pare este genocidio. Lo que más me importa es que dejen de matar a la gente y exterminen a nuestro pueblo en la Franja de Gaza. ¿Cuántos miles más tienen que morir para que termine la guerra? Lo razonable es que los palestinos, ayudados por la comunidad internacional, rijan su futuro. Es una tontería hablar de fuerzas internacionales de ocupación, ya sean marroquíes o estadounidenses. Es inviable. Para mí cambiar el uniforme del ejército ocupante no cambia el carácter de ocupación. Sólo el pueblo palestino está autorizado de forjar su futuro.

Reconocer el Estado palestino es una postura amable pero insuficiente

P.- Ha calificado de “amable” el reconocimiento de España. ¿Qué más podría hacer?
R.- ¿Qué hizo España junto al resto de la Unión Europea cuando entró el ejército ruso en Ucrania?¿Cuántas resoluciones y boicots han lanzado? ¿Cuántas cosas se han hecho? Aquí hay doble rasero. España ha tomado una postura avanzada, pero no puede quedar ahí. Tiene que adoptar una postura con el resto de los países occidentales, si realmente todavía creen en lo que dicen. Tienen todos los resortes para que Israel frene en seco. Tienen todas las medidas económicas, políticas, sociales, culturales, deportivas, de Eurovisión… en sus manos. Reconocer el Estado palestino es una postura amable pero insuficiente.

P.- ¿Tendría España que cortar unilateralmente relaciones?
R.- Hay muchos países que lo han hecho unilateralmente. España puede hacer mucho más y creo que hay otros países en Occidente o en Europa occidental que pueden animarse con una postura que no vaya a favor del pueblo palestino sino a favor de la legalidad internacional en línea con el lenguaje que han utilizado en un conflicto como el de Ucrania.

P.- ¿No cree que en España se está utilizando la causa palestina para el consumo interno?
R.- Es posible. Agradecemos las muestras de solidaridad que se han hecho en las calles de las ciudades españolas a favor del fin de la guerra y la paz en Palestina. En Fatah no somos ni de izquierdas ni de derechas. Somos un movimiento de liberación nacional. Por lo tanto tenemos que tener interlocutores tanto en los partidos de derecha españoles como en los de izquierda. Entendemos que el PP, que habla de legalidad internacional y derechos, tendría que estar con Podemos y el resto de partidos de izquierda en la necesidad de poner fin a la guerra y de que se aplique la legalidad internacional. Me consta que en las manifestaciones en favor de Palestina hay mucha gente que no es de izquierda.

P.- ¿Percibe que el PP ha cambiado de posición?
R.- Es un juego interno, pero en el fondo no puede cambiar su posición porque si aceptan lo que acepta la extrema derecha, sí sería muy grave para el Estado español, no para nosotros. Nosotros estamos casi ahogados. Creo que deberían ser coherentes con la visión del mundo.

[Sobre el PP] No creo que merezca la pena ganar las elecciones de Madrid cambiando conceptos que el mundo hoy por hoy intenta defender

P.- En la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso tiene una posición diferente…
R.- No quiero entrar en la política interna del Estado español. No es mi trabajo, pero me entristece ver que por un juego político estrecho se cambian los baremos del derecho internacional. No creo que merezca la pena ganar las elecciones de Madrid cambiando conceptos que el mundo hoy por hoy intenta defender.

P.- Hablaba usted del consenso europeo pero está la ecuación alemana. ¿Es una causa perdida?
R.- Es una causa muy difícil pero no perdida. Los alemanes lo tienen fatal y no se atreven a ser valientes y a juzgar que el hecho de que ellos fueran los culpables del Holocausto no puede condenar a otros a convertirse en víctimas de otro Holocausto. Es muy duro, muy grave y está fuera de la lógica. Peor para ellos si no han aprendido la lección de la historia. No sé cuántos cientos de años tienen que pagarlo los alemanes. Allá ellos.