"Nunca hemos estado tan fuertes como hoy y nunca el régimen estuvo tan débil". La líder opositora venezolana María Corina Machado ha asistido a una concentración pacífica en Las Mercedes, Caracas, en demanda de que el régimen chavista haga públicas las actas electorales que reflejan el verdadero resultado de las presidenciales del domingo 28 de julio. En diversas ciudades del mundo, entre ellas Madrid, Barcelona, Zaragoza, Santander, Valladolid o San Sebastián, se han realizado protestas contra el fraude. El chavismo ha movilizado también a sus leales, que han marchado en una caravana motorizada.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), al mando del chavista Elvis Amoroso, proclamó vencedor a Nicolás Maduro por un 51% de los votos frente al 43% de Edmundo González Urrutia, pero sin ofrecer pruebas, como demanda la oposición y la mayor parte de la comunidad internacional, desde el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al colombiano, Gustavo Petro.
Miles de venezolanos recibieron a María Corina Machado, que avaló la candidatura de Edmundo González Urrutia tras ser ella inhabilitada, al grito de "libertad, libertad". Solo la fuerza de las balas, de la represión, mantiene en el poder a Nicolás Maduro, que ha perdido los votos, según las actas con las que ha logrado hacerse la oposición. El ex embajador Edmundo González Urrutia habría arrasado, al lograr cerca de 6,2 millones de votos, un 67%, frente a 2,7 millones para Maduro, un 30%.
"Nosotros no promovemos la violencia y salir a protestar cívica y pacíficamente no es violencia. No vamos a renunciar a nuestro derecho a la protesta cívica", ha dicho María Corina Machado, contra quien pesa una orden de arresto. "La violencia es el único recurso que les queda pero nosotros no agredimos", ha remarcado. "Son capaces de cualquier cosa, pero jamás contaron con nuestra organización. No vamos a dejar las calles; la nuestra es una lucha cívica y pacífica", ha añadido.
Machado ha pedido que se den los pasos hacia una transición pacífica y ha instado a las Fuerzas Armadas a que cumplan su mandato y respeten la soberanía popular. "Hoy el miedo está en otra parte", ha clamado la dirigente de la oposición, que ha asegurado que la verdad queda patente en las fotografías de las actas que han difundido. Son las pruebas fehacientes del fraude.
En un artículo en The Wall Street Journal, la líder opositora, que empezó su lucha contra el régimen ya en tiempos de Hugo Chávez, decía este jueves que temía por su vida. Parecía anunciar su paso a la clandestinidad, pero finalmente su deseo de mantener la protesta unida y sólida ha sido más fuerte que el acoso del chavismo y se ha presentado en la concentración del sábado.
La violencia es el único recurso que les queda, pero nosotros no agredimos"
MARÍA CORINA MACHADO, LÍDER OPOSITORA
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) y el Centro para los Defensores y la Justicia (CDJ) han advertido sobre un aumento de la represión tras las protestas registradas en Venezuela en rechazo al resultado oficial de las elecciones. En un comunicado, las ONGs alertaron "con preocupación" el aumento de la "violencia y la represión, resultado del accionar de los cuerpos de seguridad del Estado, civiles armados, conocidos como colectivos, y de los grupos que conforman el Sistema Popular de Protección para la Paz".
Al menos 19 personas han muerto y unas 900 han sido detenidos en una semana de protestas, según Foro Penal. La represión ha afectado a dirigentes políticos como Freddy Superlano, ex diputado de Voluntad Popular. "Está detenido y hablando muy bien", dijo Diosdado Cabello, hombre fuerte del régimen chavista, en tono sarcástico. Hay sospechas de que ha sido torturado.
También han perseguido a los testigos de las mesas electorales para que declaren que son falsos los documentos de la oposición. Los ciudadanos, indignados por el fraude electoral, han derribado estatuas de Hugo Chávez en diversos puntos del país.
Clamor internacional
El apaño electoral ha sido tan chapucero que hasta el Centro Carter, que había dado su visto bueno a otros comicios en Venezuela y tenía el visto bueno del régimen chavista como observador, ha señalado que no ha sido un proceso democrático. Estados Unidos ha reconocido ya a Edmundo González de Urrutia como ganador, mientras la UE exige que se muestren las actas.
En un comunicado conjunto emitido este sábado, los gobiernos de Italia, Francia, Alemania, España, Países Bajos, Polonia y Portugal exigen a Maduro que pruebe su triunfo, dicen que la oposición tiene el 80% de las actas y piden que detenga la persecución.
En Latinoamérica, gobiernos como el chileno, presidido por Gabriel Boric, de izquierdas, han dicho que los resultados del CNE no son creíbles, y la mayoría ha exigido que se muestren las actas, entre ellos el brasileño Lula da Silva o el colombiano Gustavo Petro. Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay reconocen la victoria de la oposición.
La izquierda latinoamericana, salvo las dictaduras como la cubana o la nicaragüense, se han abstenido de reconocer a Maduro. Lula, Petro y el mexicano Andrés Manuel López Obrador estarían mediando para que se entreguen las actas y haya negociaciones entre Maduro y González, pero dejando de lado a María Corina Machado, según El País.
Este sábado ha llamado la atención que la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kircher, tradicional aliada de Maduro, le haya instado a presentar las "pruebas" de su supuesto triunfo "por el legado de Hugo Chávez". Ha apuntado irónicamente que se alegra de que María Corina Machado haya pasado "tan poco tiempo en la clandestinidad".
Una oposición preparada y unida
"La oposición ha hecho muy buen trabajo. Desde junio de 2023 ha ido dando los pasos adecuados. Realizó las primarias y María Corina Machado arrasó. Inhabilitaron a María Corina y buscaron un recambio, Corina Yoris, que también descartó el régimen. Finalmente el candidato sería Edmundo González, desconocido, pero la fuerza de María Corina Machado logró que lo apoyaron y eso el gobierno no lo esperaba", explica John Polga-Hecimovich, profesor de Ciencia Política en la US Naval Academy, coautor de una obra sobre la consolidación del autoritarismo en Venezuela con Maduro, que se publica en enero próximo.
"El gobierno, al ver que la amenaza cada vez era mayor, reaccionó incrementado la represión, así detuvieron a gente como Rocío San Miguel [hispano-venezolana y directora de Control Ciudadano], una voz clara contra el régimen. La oposición no se dejó intimidar. Luego recurrieron a la compra de votos, pusieron todo tipo de obstáculos a la oposición y tampoco esto funcionó. Y el día de la votación se organizó para hacerse con fotos d las actas. Así tienen evidencia del fraude", añade Polga-Hecimovich.
El régimen chavista pretendía legitimarse en las urnas, porque está en su esencia buscar así su razón de ser, pero no lo ha logrado. A pesar de todo, no está dispuesto a ceder el poder. Maduro y sus acólitos saben lo que está en juego. Correrían riesgo de acabar ante los tribunales por sus crímenes y por los delitos de corrupción. Solo les queda la represión. "Estamos viendo la orteguización de Venezuela. Es un gobierno paranoico y miedoso", señala Polga-Hecimovich.
Ha quedado claro que "el madurismo ha perdido apoyo incluso en sus bastiones tradicionales, como el Petare", apunta Polga-Hecimovich. "Si ni siquiera tienen respaldo en Petare, ¿cuál es su apoyo real?", se pregunta.
Llama la atención que el Partido Comunista de Venezuela haya criticado el proceder del régimen chavista, al que prestó su apoyo hasta 2020. En un comunicado, los comunistas se unían a las demandas sobre las actas electorales.
La Conferencia Episcopal de Venezuela también ha pedido que "se respete la voluntad popular expresada en las urnas". Los obispos señalan que "es una exigencia de la legislación venezolana, y también una demanda ética. Solo así se impondrá la verdad". A su vez, pide a las fuerzas armadas, y policiales, que eviten abusos y mantengan el orden público.
El deseo de cambio se ve en gente que había votado por Chávez antes. Ellos también reclama el conteo de datos. Veo a Maduro atrapado"
Ysrrael Camero, coordinador de Un Nuevo Tiempo
Ysrrael Camero, coordinador de Un Nuevo Tiempo en España, reconoce que les sorprendió cómo la oposición ganó de forma contundente incluso e estados chavistas como el estado de Portuguesa. "El deseo de cambio se ve en gente que había votado por Chávez antes, como Juan Barreto. Ellos también reclaman el respeto al conteo de datos. Veo a Maduro atrapado. Si sigue por la idea de avanzar como si esto no existiera, no tendrá legitimidad ni para su gente, tampoco para los militares", dice Camero.
"Maduro no ganó. Hasta ahora era un superviviente, ahora es un derrotado. No tiene legitimidad para ordenar a nadie", subraya Camero, uno de los cientos de venezolanos que ha ido a la concentración en la capital de España.
Escenarios: del statu quo a la transición negociada
De esta manera, Maduro, sin el apoyo popular, y bajo sospecha de la comunidad internacional, sigue aferrándose a las Fuerzas Armadas, que por boca del ministro Vladimir Padrino López, le aseguraron su apoyo. El pulso lo ganaría el régimen gracias al poder de la fuerza. Ya ha pasado. Venezuela vivió una oleada de protestas fuertemente reprimidas a partir de 2014.
"Si la cúpula militar apoya al gobierno, no veo la manera de que haya cambio. Muchos de estos actores tienen su futuro ligado al de Maduro"
John Polga-Hecimovich, profesor en la US Naval Academy
"Si la cúpula militar apoya al gobierno, no veo la manera de que haya cambio. Es difícil saber cuáles son los sentimientos reales de esos actores. Muchos de los principales actores tienen su futuro atado al destino de Maduro. Han cometido violaciones de derechos humanos. Sería muy difícil aceptar una tradición porque temen represalias", señala el investigador de la US Naval Academy.
Para Polga-Hecimovich, habría cinco escenarios posibles: Maduro acepta su derrota; golpe militar; golpe civil tras protestas masivas ante la indiferencia de las fuerzas de seguridad; magnicidio; e intervención internacional.
No descarta que sea posible una transición, pero tendría que haber negociaciones a varias bandas, que se están dando, tanto dentro del chavismo, como entre el chavismo y la oposición, y con los gobiernos de otros países. Fuentes venezolanas confirman que hay movimientos internos, y también Lula, Petro y AMLO están presionando para lograr avances y evitar más represión. La presión de la comunidad internacional, por sí sola, no tiene gran efecto, sobre todo, cuando potencias como China se han puesto de lado. Pero países como Colombia, Chile o Brasil sí pueden influir sobre Maduro. Que quieran eliminar de la vía hacia la transición a María Corina Machado, el alma de esta resurrección opositora, da idea de lo injusto del proceso.
El riesgo de la represión es que llega un momento en que puede tener un efecto bumerán. Como señala Ysrrael Camero, de Un Nuevo Tiempo, "el ciclo de movilización y represión puede generar un punto de quiebre. Pasó con la Comuna de París. Si se rompe la cadena de mando, un general pasa a ser un hombre. No solo es un tema de la fuerza. Es cierto que el tiempo no juega a favor de la oposición, pero veo a Maduro tratando de sostenerse por la fuerza pero perdiendo base y autoridad para mandar a su propia gente. La represión puede conducir a un quiebre de la cadena de mando". Es una opción pero hasta ahora no se ha dado y hubo ocasiones.
"Nos han robado todo. Hasta el miedo se ha llevado", decía una de las personas en Las Mercedes. Así es. A los venezolanos les queda más salida que la salida del país o la lucha por su libertad a riesgo de la vida.
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