"Sorprendida de ver en la lista del canje del Kremlin a Pablo Gonzales (sic)/Pavel Rubtsov, un ilegal super profesional, que espiaba para el GRU (Inteligencia militar) durante años bajo una cobertura como periodista". Irina Borogan, una de las mayores expertas en espionaje, escribía este tuit el primer día de agosto, poco después de saber que se había llevado a cabo el mayor intercambio de presos políticos y agentes entre Rusia, Estados Unidos y varios aliados de Washington desde el final de la Guerra Fría. ¿Era tan importante González para el Kremlin? ¿O movió los hilos alguien en Moscú con especial influencia? Alexei Rubtsov, padre de Pablo, vive en la capital rusa.

¿Por qué Pablo González, con experiencia como reportero durante años en España, estaba en esa lista? Christo Grozev, periodista de investigación de Bellingcat y The Insider, lo tiene claro: "Trabajaba para el GRU y fue arrestado", según declara a El Independiente.

En declaraciones a Al Jazeera, la investigadora Irina Borogan, que conoció a Pablo González a través de la Fundación Nemtsov, afirma que su padre, Alexei Rubtsov, "trabajó para la Inteligencia rusa bajo el disfraz de periodista". Alexei Rubtsov fue directivo del conglomerado mediático RBK desde 1999. Borogan aclara cómo "la gente con múltiples identidades es útil para los servicios secretos. Trabajar para la Inteligencia rusa es muchas veces cosa de familia".

Grozev nos dice que su equipo está investigando el background del padre de Pablo González. "Aún no podemos confirmar lo que afirma Irina, pero es posible que sea cierto", señala el periodista de Bellingcat y The Insider.

Pablo González fue detenido en la madrugada del 28 de febrero en Przemysl, cerca de la frontera polaca, en compañía de una periodista polaca con la que tenía una relación sentimental. En una investigación de Vsquare.org publicada este lunes, afronta cargos por espionaje, aunque ella sí fue liberada.

Al parecer, Pablo/Pavel le hizo creer que estaba divorciado, si bien su esposa, Oihana Goiriena, madre de sus tres hijos, no ha comentado este hecho en las entrevistas que ha dado en diversos medios españoles.

La periodista polaca, cuya identidad se ha revelado en redes este lunes pero que amenaza con querellas a quien escriba su nombre, fue arrestada y liberada después con cargos. Teme perder su trabajo al ser vinculada a un caso de espionaje como el de González, quien sigue en Moscú en teoría bajo supervisión médica.

En una entrevista con RT, medio afín al Kremlin, ha denunciado que en la cárcel polaca le indujeron al suicidio. Cuando estaba en prisión, su padre en una conversación telefónica le dijo: "Lo estás haciendo bien".

Junto a González/Rubtsov regresaron a Moscú, vía Ankara que actuó de mediador, asesinos convictos como Vadim Krasikov, autor del crimen de Tiergarten, o la pareja de ilegales que se hacía pasar por argentinos en Eslovenia, Rosa Mayer Muñoz y Ludwig Gisch.

Pablo González saludó efusivamente en la recepción que les ofrece Putin después de su llegada a Moscú a dos de los asistentes al acto. El líder ruso prometió recompensas a los liberados por sus servicios prestados. En ningún momento las autoridades rusas diferenciaron a González del resto de los agentes del GRU.

"Mi padre es tal..."

Antes de ser arrestado en la frontera polaca, Pablo González tuvo un serio aviso de las fuerzas de inteligencia ucranianas, que le detuvieron y sospecharon que era un espía. Informaron a los servicios secretos españoles que realizaron indagaciones en el entorno de González. En un audio, grabado antes de su arresto en Polonia, y difundo por el diario Público, donde colaboraba, muestra su sorpresa por el hecho de que le relacionaran con el GRU.

"Les preguntaron por mi origen ruso.... No es ningún puto secreto. No sé que se quieren imaginar... Que si manejo pasta, manejo la justa, con alguna ayuda de mi viejo que tiene un par de pisos en Moscú que alquila y me da mi parte... Lo que tengo me lo gasto en gadgets. Quieren ver fantasmas donde no los hay. Que me digan dónde me he metido yo... al menos algún ejemplo... Me reúno con un montón de gente pero eso es periodismo... Atacan a todo mi entorno, ¿buscando qué? Piensan que me voy a escapar a Rusia? Es ridículo... Que salgan con la cantinela de que soy nacido en Rusia, que mi padre es tal... está en el Libro de Familia, con el nombre y apellido", afirma Pablo González.

Efectivamente Pavel Alekseevitch Rubtsov nació en Moscú en 1982, hijo de Alexei E. Rubtsov y María Elena González, hija de un niño de la guerra, Andrés Gonzálz Yagüe. El abuelo materno había llegado a la URSS en 1937, en plena guerra civil.

La familia vivió en Moscú hasta la separación de los padres. Con nueve años Pavel Rubtsov se transforma en Pablo González, pero conserva su documentación rusa. En el momento de su arresto, tenía dos pasaportes. El español lo retienen las autoridades polacas, de modo que si quiere volver a España tendría que volver a solicitarlo, o bien pedir un visado con los papeles rusos.

El propio Pablo González reconoce que viaja a Rusia con frecuencia, a ver "a su viejo" y que él le pasa una asignación por el alquiler de unos pisos. Estas transferencias fueron investigadas por los servicios secretos polacos, así como el hecho de que tuviera tarjetas de crédito rusas, para lo que se precisa tener domicilio en ese país.

De forma retrospectiva, los servicios secretos españoles investigan las actividades de Pablo González desde 2016, cuando participó en un acto organizado por el European Council for Foreign Relations (ECFR) en Madrid. Ahí coincide con Alia Yashin, un opositor a Putin. Yashin fue uno de los liberados el 1 de agosto.

2016, año clave

Escribió un informe sobre Yashin sobre ese encuentro. Una persona de la Fundación Nemtsov dijo al opositor ruso que había visto ese documento, que tenían en su poder las autoridades polacas, sobre él y que sabía que ese día se había ido a comprar una chaqueta y había ido al fútbol con el español.

Todo apunta a que fue en 2016 cuando Pablo González empezó a colaborar con la Inteligencia rusa. Ese año coincidió en Bruselas con Zahnna Nemtsova, hija del opositor Boris Nemtsov, asesinado a 200 metros del Kremlin en febrero de 2015. Con ella mantuvo una relación sentimental que terminó abruptamente, según confirmó Público. En 2019 ya se le ubica en Varsovia en compañía de la periodista polaca.

La sospecha es que aprovechó este vínculo para conseguir información sobre la Fundación Nemtsov. Zahnna Nemtsova, también periodista, colaboró con las autoridades polacas y se mantiene en silencio. Será curioso cuando las tres mujeres de la vida de Pablo González, su esposa y sus dos novias periodistas, empiecen a contar cómo era realmente ese hombre a quien Putin recibió en el aeropuerto de Moscú con los brazos abiertos.

En la sombra sigue su padre, quien, después de toda su labor, no se ha mostrado abiertamente en el recibimiento en Moscú. ¿Será el espionaje cosa de familia como dice Irina Borogan?