El Ejército de Ucrania ha revelado las primeras imágenes de su incursión en la región rusa de Kursk, de la que se cumplen diez días este viernes. Las fuerzas ucranianas habrían tomado el control de un área de unos 1.000 kilómetros cuadrados en una operación que ha sorprendido al Kremlin. Es la primera vez que Rusia recibe un ataque similar en su territorio desde la Segunda Guerra Mundial.

Los videos han sido publicados en sus redes sociales por el Ministerio ucraniano de Defensa y el Mando de las Fuerzas de Asalto Aerotransportado de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En las grabaciones se puede ver a cómo los militares ucranianos realizan tareas de desminado, destruyen líneas defensivas y puestos fronterizos rusos. También realizan ataques con artillería y blindados. Incluso capturan soldados enemigos.

El Ejército ucraniano considera que el 6 de agosto, cuando empezó la operación es un "día histórico". "La cuidadosa preparación, la planificación, el espíritu de lucha y el silencio informativo resultaron decisivos en la fase inicial de la operación", destaca Ukrinform.

Hasta ese momento la guerra en el Donbás estaba siendo extraordiariamente dura para los ucranianos, que padecen de falta de efectivos. La ayuda occidental, en lo que se refiere a material militar ha llegado a cuentagotas, pero acaba de recibir los primeros F-16, una buena noticia para Kiev.

En uno de los videos se muestra la destrucción de un puesto fronterizo ruso en Sudzha, donde 50 soldados rusos se rinden ante el avance imparable de las tropas ucranianas. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha confirmado que sus fuerzas han tomado Sudzha, de 5.500 habitantes, la mayor localidad desde que empezaran esta ofensiva en territorio ruso.

Es un ejemplo de cómo los ucranianos han aprendido a llevar a cabo lo que se denomina guerra de maniobra. Han conseguido poner a Rusia a la defensiva y han puesto en cuestión su control del territorio, lo que se considera un hito, independientemente de si este avance se pueda o no mantener a medio plazo. El objetivo puede ser que Rusia desplace efectivos del Donbás a esta región y así se alive la presión en el este de Ucrania.

Resulta significativo que en esta ocasión los países de la OTAN no han hablado de riesgo de escalada y estén dejando hacer a los ucranianos. Es lo que Zelenski lleva pidiéndoles mucho tiempo.

Lo que sí han conseguido los ucranianos es que la población de Kursk se pregunte dónde está el gobierno y dónde está su Ejército, tras ser forzada a evacuar. En palabras de Witold Rodkwiecz, analista sobre política exterior de Rusia en el OSW de Varsovia, los rusos no estaban tan preocupados desde la sublevación de Prigozhin, justo ahora hace un año.