La invasión del invadido marca una nueva etapa en la guerra iniciada por Rusia hace 3.836 días. Ucrania ha golpeado Moscú y otras regiones rusas con al menos 45 drones en uno de los mayores ataques de este tipo contra la capital rusa desde el 24 de febrero de 2022.

Desde el pasado 6 de agosto miles de soldados ucranianos avanzan por la región de Kursk, en el sur de la Federación Rusa. El presidente ucraniano, Volodomar Zelenski, dijo en su discurso del lunes que sus efectivos controlan más de 1.250 kilómetros cuadrados de Kursk. Son más de 90 asentamientos. Ha sido una operación que ha mostrado que el emperador ruso está desnudo: no controla sus fronteras y no es capaz de garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos.

A este avance en Kursk, se ha sumado este miércoles el ataque con drones, uno de los mayores en estos casi dos años y medio de guerra. El Ministerio de Defensa ruso ha informado de que había destruido 45 drones sobre territorio ruso, 11 de ellos sobre la región de Moscú, 23 en la región de Briansk, seis sobre la región de Belgorod, tres sobre la región de Kaluga y dos sobre la región de Kursk.

Algunos de los drones fueron destruidos sobre la ciudad de Podolsk, según ha dicho el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin. Esta ciudad de la región de Moscú se encuentra a unos 38 kilómetros al sur del Kremlin. "Se trata de uno de los mayores intentos de atacar Moscú con drones jamás vistos", ha dicho Sobyanin en su cuenta de Telegram, según cita Reuters.

Los aeropuertos moscovitas de Vnukovo, Domodedovo y Zhukovsky limitaron los vuelos durante cuatro horas, pero volvieron a operar con normalidad a partir de las 3.30 GMT. No se registraron víctimas ni daños materiales, según fuentes rusas.

El ejército ucraniano ha informado del ataque a un sistema de misiles antiaéreos S-300 con base en la región de Rostov.

En mayo de 2023, al menos ocho drones fueron destruidos sobre la capital en un ataque que el presidente Vladimir Putin dijo que era un intento de Kiev de asustar y provocar a Rusia.