Rusia ha golpeado fuerte Ucrania en las primeras horas del lunes. Es su forma de conmemorar los dos años y medio de guerra, que se cumplieron el sábado. Coincidía con el 33 aniversario de la independencia. El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha dicho que "15 regiones [de 24] se han visto afectadas" por los ataques rusos con misiles de crucero y los hipersónicos Kinzhal. También Moscú ha empleado drones.

Al menos cuatro personas han muerto, según las autoridades locales. Las víctimas se han reportado en el oeste de Lutsk, en las regiones de Dnipro oriental, Volín, Zhitómir y Zaporiya.  

La infraestructura energética y el suministro de agua se ha visto afectada también en Kiev, según ha informado el alcalde de la capital, Vitali Klitschko en Telegram. Hay daños en la infraestructuras eléctricas en Leópolis, en el oeste, y Dnipropetrovsk.

El ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko, ha calificado de difícil la situación actual, según informa Ukrinform. "El enemigo vuelve a sembrar el terror con misiles contra toda Ucrania. El sector energético está siendo atacado. El enemigo no ceja en sus planes de dejar a los ucranianos sin electricidad", ha escrito Galúschenko en un post en las redes sociales.

En los sucesivos ataques contra la infraestructura eléctrica del país ha resultado dañado todo el sistema de generación de energía, de modo que son normales los apagones. En algunas regiones no hay luz durante la mitad de la jornada.

En los refugios

Los habitantes de Kiev, la capital, una de las ciudades atacadas, han vuelto a buscar refugio en el metro, como ya hicieron en varias fases de esta guerra. Gracias a los sistemas antiaéreos proporcionados por EEUU y otros aliados, los daños son mucho menores ahora que al principio de la invasión.

Serhiy Popko, responsable de la administración militar de Kiev, ha pedido a los ciudadanos que permanezcan en los refugios hasta que se levante la alarma áerea. "Los trabajadores están tratando de restaurar el suministro eléctrivo. Mantengan la calma y no salgan de los refugios", ha dicho Popko.

Kiev demanda más armas de largo alcance

Un británico que trabajaba como asesor de seguridad para Reuters murió el sábado en un bombardeo contra un hotel en Kramatorsk. Otros cuatro resultaron heridos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que fue un ataque con un misil ruso Iskander que puede alcanzar 500 kilómetros.

Zelenski ha vuelto a insistir en que Kiev necesita armas de largo alcance, como las que está empleando Rusia en su contra, y el permiso de su socios para atacar con ellas objetivos rusos.

Myjailo Podolyak, asesor de la oficina presidencial ucraniana, ha pedido "más equipamiento antimisiles para Ucrania" y ultimar "sanciones restrictivas para que Rusia no pueda reproducir misiles balísticos, hipersónicos y de crucero".

La ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk continúa su curso y en ella se está empleando armamento occidental como los Himars proporcionados por EEUU y los Challenger 2 británicos, o los Leopard 2 de fabricación alemana, pero aún no cuentan con luz verde para los misiles de largo alcance. Los ucranianos ya han tomado unos 1.200 kilómetros cuadrados y han propiciado que se rindan decenas de soldados rusos. El fin de semana hubo un intercambio de 115 presos por cada lado.

Ucrania llevó a cabo el miércoles pasado uno de los ataques con drones más espectaculares desde que empezó la guerra en febrero de 2022. Y han seguido esta semana Drones suicidas ucranianos han alcanzado este lunes dos edificios al sur de Rusia, en un intento de dañar una base aérea cercana. Cayeron en un edificio en Saratov y hubo cuatro heridos. El Ministerio ruso de Defensa ha reconocido que ha interceptado al menos 20 drones.

En la región de Donetsk es donde la guerra va más en contra de Ucrania. Las fuerzas rusas están logrando sustanciales avances hacia la ciudad de Pokrovsk, un centro logístico muy importante para Ucrania.