Es uno de los rostros del castigado periodismo libre en Marruecos. Víctima de una salvaje campaña de difamación, del espionaje y de los cargos inventados por el aparato judicial marroquí, Suleimán Raisuni recobró la libertad a finales de julio en virtud de un perdón real que también permitió dejar atrás el calvario carcelero a otros reporteros marroquíes. Ahora, tras las primeras semanas en libertad, Suleimán Raisuni concede a El Independiente una de sus primeras entrevistas.

Sus declaraciones son firmes y contundentes, sin miedo a las represalias. En 2021 fue condenado a 5 años de cárcel por el presunto "asalto sexual" a un homosexual por unos hechos que se remontan a 2018, cuando el reportero realizaba un reportaje sobre la comunidad gay, una orientación sexual penada en Marruecos con cárcel. Raisuni ha negado siempre los cargos y protagonizó una huelga de hambre que casi le cuesta la vida. Su juicio sin garantías judiciales fue censurado por la ONU y las organizaciones de derechos humanos.

En enero de 2023 Raisuni -ex redactor jefe del diario independiente Ajbar al Youm, que tuvo que cerrar en marzo de 2021 por falta de fondos- y sus colegas marroquíes en prisión recibieron el apoyo del Parlamento Europeo, que aprobó una condena histórica a la represión de periodistas en Marruecos en mitad de la implicación marroquí en el escándalo del Qatargate y entre presiones del régimen alauí. La resolución contó con el voto en contra de los eurodiputados del PSOE, quebrando el respaldo del bloque socialdemócrata y exhibiendo por enésima vez su soledad.

Pregunta.- ¿Cómo se siente tras salir de la cárcel?
Respuesta.- Tengo la impresión de que nada importante ha cambiado en Marruecos. Siento que mi existencia y mi libertad están en peligro. Porque desde el día siguiente a mi liberación, la prensa vinculada a los partidos que fabricaron mi expediente de detención empezó a amenazarme con detenerme de nuevo por las posiciones que había expresado en una recepción organizada por militantes de los derechos humanos y demócratas. Tanto más cuanto que los periódicos difamadores más conocidos, que dirigieron la campaña amenazándome y prometiendo devolverme a la cárcel, pertenecen a un alto funcionario del Ministerio del Interior, llamado Khabbashi.

El periodista marroquí Suleimán Raisuni
El periodista marroquí Suleimán Raisuni

La decisión real de indultar a los periodistas y activistas fue una corrección a los crímenes cometidos por los «servicios» contra nosotros y nuestras familias de una falta de ética como nunca se ha visto en Marruecos. Esta decisión podría haber sido histórica si hubiera ido acompañada de una decisión política de desmantelar decenas de periódicos difamatorios afiliados a los responsables del trabajo sucio y los asesinatos morales de opositores e intelectuales independientes. Y vaciar las cárceles de los presos políticos restantes. E instaurar un clima de auténtica libertad de expresión. Por desgracia, no fue acompañado del indulto firmado por el rey Mohamed VI.

P.- Un ex ministro de Justicia marroquí les atacó al tachar a los periodistas que fueron liberados como "egoístas y cagones" por no agradecerle el indulto al rey. En realidad, es usted el único que no ha expresado gratitud a Mohamed VI. ¿Cómo ha sido el regreso?

R.- Los periodistas y militantes liberados y yo tuvimos tres recepciones importantes: La primera fue del partido La voie Démocratique Travailliste (La vía democrática, un partido de izquierdas marroquí) y la segunda del comité marroquí de apoyo a los presos políticos. En cuanto a la tercera recepción, me la dieron los habitantes de mi ciudad, Ksar el Kebir, y fue una gran acogida popular y calurosa. Estas recepciones enfurecieron a los partidos que fabricaron nuestros expedientes de detención, y eso es algo que puedo entender, porque ven nuestra victoria como su derrota y nuestra salida de la cárcel como el primer paso para detenerlos y desmantelar sus sucias herramientas.

En cuanto a lo que dijo Mustafa Ramid, ex ministro de Justicia y Derechos Humanos, sobre algunos de los detenidos liberados, es desequilibrado y carece de valor. Me reuní personalmente con él en su casa, y luego tomé un café con él en un lugar público hace unos días, y no me reprochó que no diera las gracias al Rey. Cuando escribió lo que escribió en Facebook, le llamé y le expresé mi disgusto, y me dijo que no me preocupara en absoluto por lo que escribió; que lo que había escrito tenía otros objetivos, que no puedo mencionarles en este diálogo. Ya no es un secreto que Ramid fue la persona que medió con los periodistas antes de nuestra liberación.

La intervención real habría sido más importante si se hubiera producido al principio de la masacre de los derechos humanos

El periodista marroquí Suleimán Raisuni
El periodista marroquí Suleimán Raisuni

P.- ¿Por qué no ha expresado su gratitud a Mohamed VI tras concederle el indulto?

R.- Sería un desagradecido si no diera las gracias a todos los que contribuyeron a poner fin a mi detención arbitraria. Y si tuviera que dar las gracias al Rey, sería porque, al indultarme, ha corregido un error judicial cometido contra mí, y ha denunciado a los partidos que fabricaron mi expediente de detención y gastaron mucho dinero público en la prensa sensacionalista que no hizo más que retratarme como un violador, a mi mujer como una prostituta y a mi hijo como un bastardo. Ya no es un secreto que el partido que dirige y financia este periodismo de retrete con dinero público es el que me detuvo injustamente.

Por eso se enfureció tras el indulto real concedido a los periodistas, y empujó a sus desprestigiados cornetines, y a su brazo paralizado: el Sindicato de Prensa, a referirse a nosotros como "antiguos periodistas"… Por eso digo: Gracias, Majestad, y pido a Vuestra Majestad, con toda cortesía y respeto, que vuelva a juzgarme en un juicio justo, ya que es el primer juez del país. Y que emita la orden de desmantelar los servicios que tramaron nuestra detención arbitraria, y socavaron al Estado marroquí y a su Presidente, que es vuestra Majestad, antes de perjudicar a la prensa y a los periodistas independientes. Y que libere al resto de los presos políticos, y cree un clima que permita el regreso de los periodistas exiliados y liberados. Hice una huelga de hambre récord, perdí 45 kilos y estuve a punto de morir, por el simple derecho a ser juzgado en estado de libertad y tener todas las garantías legales para ello. El expediente que me inventaron estaba lleno de agujeros y contradicciones. Pero me dejaron morir. Es cierto que no conozco las prioridades del Rey, ni cómo equilibra los servicios de seguridad y cuándo tiene una buena oportunidad para conceder un indulto o corregir un error, pro mi simple valoración es que Marruecos habría ganado mucho si me hubieran puesto en libertad y me hubieran sometido a un juicio justo. Mi simple valoración es que la intervención real habría sido más importante si se hubiera producido al principio de la masacre de los derechos humanos.

Quiero dar las gracias a todos los que me apoyaron durante mi detención arbitraria: mi esposa, mi familia, mi equipo de defensa, que incluía a más de 50 honorables y valientes abogados, dirigidos por el gran Abd Rahman Ben Amar, y el coordinador de la defensa, el noble abogado Lahcen Dadsi.

La decisión real de indultar a los periodistas y activistas fue una corrección a los crímenes cometidos por los «servicios» contra nosotros y nuestras familias de una falta de ética como nunca se ha visto en Marruecos

P.- ¿Por qué no se ha procedido a desmantelar la prensa que emplea la difamación?
R.- Es difícil desmantelar la prensa difamatoria en Marruecos. Ha penetrado en el Estado y en la sociedad convirtiéndose en parte integrante del sistema aplaudiendo sus logros, defendiendo sus errores, atacando a las voces críticas y ayudando a fabricar datos e imágenes y vídeos falsos para matar simbólicamente. Incluso el Sindicato de Prensa, que tradicionalmente desempeñaba un cierto papel de equilibrio entre los medios de comunicación oficiales, los periódicos de la oposición y la prensa independiente, defiende ahora sin reservas al régimen y sus errores. Es importante saber que el presidente de este sindicato y su adjunto son empleados de un periódico propiedad del jefe de prensa de uno de los servicios de inteligencia. Según Julian Assange, este sindicato ha difamado a periodistas detenidos ante los tribunales.

Es difícil desmantelar la prensa difamatoria en Marruecos. Ha penetrado en el Estado y en la sociedad

La directora del Consejo Nacional de Prensa también mintió a la Federación Internacional de Periodistas, afirmando que estaba convencida de nuestra implicación en delitos sexuales, antes de que el presidente de la FIP lo desmintiera en una declaración pública. Mientras tanto, Dominique Pradalié envió una carta en la que afirmaba que la detención del periodista Soulaiman Raissouni era una detención arbitraria, que el Estado marroquí debía ponerle en libertad y que el Sindicato de Prensa Marroquí debía implicarse en la campaña por su liberación, tal y como afirmaron las Naciones Unidas en una declaración muy contundente. Conclusión: desmantelar la prensa difamatoria en Marruecos ya no es un asunto fácil, por lo que debe basarse en una decisión política del Rey y en un camino que busque desmantelar la sólida y cohesionada estructura de corrupción que ha rechazado incluso el indulto real.

"Tras mi salida de la cárcel con, de izquierda a derecha: Khadija Riadi (la única galardonada con el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el mundo árabe y la segunda con este premio en África después de Nelson Mandela), Fatima Ifriqi, periodista marroquí vetada en la televisión oficial y la parlamentaria Nabila Mounib, secretaria general del Partido Socialista Unido", explica el reportero excarcelado.

P.- ¿Cómo recuerda sus años en prisión?
R.- Fue una experiencia dura, y bastó que el Delegado General para la Administración Penitenciaria y la Rehabilitación, Mohamed Salah Tamek, recibiera instrucciones de los servicios que decidieron fabricar mi detención para atacar a todos los que se solidarizaron conmigo, incluido el ex Presidente tunecino Moncef Marzouki. Este gran carcelero me condenó antes de que los tribunales pronunciaran su veredicto contra mí. Me dolió mucho que me robaran mis diarios y la correspondencia que intercambiaba con el periodista detenido Omar Radi, que pretendíamos publicar en un libro, así como mi manuscrito de una novela literaria… Sufrí mucho con las campañas de desprestigio dirigidas contra mí y mi esposa, y me vi impotente para responder a los cobardes "colegas" implicados en esas odiosas campañas de desprestigio.

Captura de una cámara de vigilancia de la celda del periodista marroquí Souleiman Raissouni.

No sé si sabe el motivo por el que se la ha concedido ahora el perdón real.
Quien conoce las verdaderas razones del indulto es quien lo ha concedido, es decir, el Rey. Pero lo que es seguro es que el indulto es una corrección del error de mi detención, que los jueces del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas confirmaron que fue una detención arbitraria. Marruecos ocupa actualmente la presidencia del Consejo de Derechos Humanos. También hay una resolución del Parlamento Europeo que confirma la resolución de la ONU sobre la naturaleza de mi detención arbitraria, confirmada por las organizaciones de derechos humanos más importantes de Marruecos y de todo el mundo.

P.- ¿Espera poder trabajar como periodista en Marruecos?
R.- Cuando elegí ser periodista de investigación en un país como Marruecos, sabía lo que me esperaba: la cárcel y cosas peores que la prisión. Incluso en la cárcel ejercía el periodismo, así que se vengaron de mí confiscando mis escritos y grabándome en vídeo mientras me duchaba desnudo, y publicarlo nunca ha ocurrido ni en las peores cárceles del mundo. Así que soy periodista contra la voluntad del verdugo y la prensa de la autoridad que bendice la injusticia y la corrupción.

Cuando elegí ser periodista de investigación en un país como Marruecos, sabía lo que me esperaba: la cárcel y cosas peores que la prisión

P.- ¿Qué piensa hacer ahora? ¿Ha pensado en marcharse de Marruecos?
R.- Nunca he tenido la idea de abandonar mi país. Estuve encarcelado más de cuatro años en régimen de aislamiento y casi muero cuando hice huelga de hambre durante 122 días. Todo por un Marruecos democrático. Así que los que se ven obligados a abandonar Marruecos son los corruptos y los criminales en el poder. Se irán del país tarde o temprano, como hicieron durante las manifestaciones del Movimiento 20 de Febrero en 2011. Tengo mujer y un hijo, y sufrieron junto con el resto de mi familia durante mi detención arbitraria, algo que no sufrieron las familias de los detenidos ni siquiera bajo el dictador Hassan II.

Sólo hay que recordar que la prensa sensacionalista cuestionó el honor de mi mujer y puso en duda mis lazos parentales con mi hijo. Mi mujer se encuentra en mal estado psicológico y vive aterrorizada por una nueva detención, después de que el periódico propiedad de un alto funcionario del Ministerio del Interior amenazara con devolverme a la cárcel. Sobre todo porque fue este periódico el que publicó la noticia de mi detención en 2020, varios días antes de que se produjera. Así que si mi mujer decide que tenemos que irnos de Marruecos, no tendré más remedio que marcharme.

P.- La oposición tildó de "incompleto" el indulto real. ¿Quienes quedan entre rejas que debería ser liberados?

R.- Se les presentó una lista de nombres de grupos según las organizaciones de derechos humanos marroquíes e internacionales más importantes: Grupo de detenidos de las protestas del Rif (7); Grupo Belliraj; Grupo Gdeim Izik del Sáhara; el recluso Brahmi Mofo de las manifestaciones en la ciudad de Figuig y el ex ministro Mohamed Ziane.

Sueño con lanzar un gran proyecto mediático, pero la situación política actual de Marruecos no lo permite

P.- ¿Cuáles son sus planes de futuro? ¿Cuáles son sus sueños?
R.- Tengo ideas y planes para escribir literatura y música. Voy a intentar encontrar tiempo para llevarlos a cabo. Por supuesto, sueño con lanzar un gran proyecto mediático, pero la situación política actual de Marruecos no lo permite. Además, lanzar un proyecto como éste desde un país democrático occidental, y repasando experiencias anteriores, pasa de ser un proyecto crítico a un proyecto opuesto al sistema político, y ésa no es mi ambición. Espero que no me lo impongan.