Estados Unidos ha decidido hacer frente a la campaña de desinformación que, dice, Rusia ha lanzado para intentar influir en las elecciones que tendrán lugar el próximo 5 de noviembre. Y el intento por frenar las webs de fake news y los medios rusos que el Kremlin utiliza contra los votantes estadounidenses comienza por sancionar a periodistas de la cadena RT, procesarlos e incautar 32 dominios que habían creado. La inteligencia estadounidense mantiene que estos intentos buscaban favorecer al expresidente y candidato republicano Donald Trump.

"El pueblo estadounidense merece saber cuándo un poder extranjero interviene en política o busca influir el discurso público", ha dicho el fiscal general Merrick B. Garland en una rueda de prensa este miércoles. Estas acciones del Departamento de Justicia son solo parte de lo que el Gobierno estadounidense está orquestando para contraatacar unos esfuerzos rusos que estarían intentando socavar la confianza en los procesos e instituciones electorales de Estados Unidos. "La investigación continúa", ha añadido Garland.

Entre los sancionados está la editora jefa de Russia Today, Margarita S. Simonyan, y sus adjuntos, así como la web ANO Dialog y cinco medios financiados por el Gobierno ruso, que incluyen a RT, a Ruptly y a Sputnik. El Departamento de Estado ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares para quienes faciliten información pertinente relacionada con agentes extranjeros que intenten influir en las elecciones del país.

EEUU insiste en que no busca medrar la libertad de expresión. En ese sentido, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU ha recalcado que no ha sancionado ni está investigando a los estadounidenses que han compartido artículos que ven en medios públicos rusos. En cambio, sí ha ido contra el medio público RT por difundir vídeos que resaltan los logros del Gobierno ruso, y que buscan, entre otros, "debilitar la posición de Estados Unidos, especialmente en la guerra de Ucrania".

Pero no se queda ahí. En total, los sancionados son diez, hay dos imputados como agentes extranjeros encubiertos y también se les han restringido los visados a varis de estas personas. Esa es solo una parte de las acciones que se han tomado, porque por otro lado se ha sancionado a un grupo de medios por "actividades de influencia encubierta" y se ha acusado a dos empleados de RT de lavar dinero, entre otros cargos. El Departamento de Justicia asegura que los empleados de los medios rusos se gastaron casi 10 millones de dólares para publicar contenido con un "mensaje del Gobierno ruso oculto".

Esos 10 millones se habrían gastado en difundir 2000 vídeos en inglés a través de Youtube, TikTok, Instagram y X (antes, X), que habían registrado 16 millones de visitas en Youtube, y que también buscaban debilitar la postura estadounidense en la guerra de Ucrania. Se hacía a través de una empresa con sede en Tennessee que en ningún lugar decía tener lazos con el Gobierno ruso. La empresa se encargó de esparcir desinformación por ejemplo tras el ataque terrorista en un concierto que tuvo lugar en marzo en Moscú, cuando se esforzó en transmitir la idea de que Ucrania tenía la culpa, por iniciativa del Kremlin.

Estados Unidos ya había tomado acciones contra organizaciones que creía que estaban intentando influir en la política nacional. Así, en marzo el Tesoro sancionó a un grupo ruso que había creado news de fake news para lanzar desinformación, y en julio se cerraron dos dominios también ligados a RT y el Servicio Federal de Seguridad, heredero del KGB.