Edmundo González Urrutia (La Victoria, 1949) se convirtió en candidato accidental de la oposición venezolana en la primavera pasada, tras ser inhabilitada la líder de facto, María Corina Machado, ganadora de las primarias de la Plataforma Unitaria Democrática. El 28 de julio se impuso por un 70% de los votos en las elecciones a Nicolás Maduro, según ha quedado demostrado por las actas que pudo difundir la oposición. El ex diplomático acabó de presidente electo accidental. Sin embargo, la presión del régimen forzó su salida hacia España este domingo. Tras pedir asilo en nuestro país va a dar un paso atrás.

En un comunicado que ha difundido por sus redes sociales, Edmundo González Urrutia explica que ha salido de Venezuela pensando en su familia. "Lo he hecho para que cambien las cosas y construyamos una etapa nueva para Venezuela", señala González Urrutia, que no firma como "presidente electo". Reconoce su valor a María Corina Machado, "quien ha liderado este proceso electoral".

Las ventajas del asilo para Maduro

El ganador en las elecciones del 28J va a solicitar asilo en España, tras salir con un salvoconducto del régimen de Maduro. La propia Delcy Rodríguez, ahora ministra del Petróleo, informó en sus redes sociales de la marcha de Edmundo González.

"El día de hoy, 7 de septiembre, ha partido del país el ciudadano opositor Edmundo González Urrutia, quien habiéndose refugiado voluntariamente en la embajada del Reino de España en Caracas desde hace varios días, solicitó ante ese gobierno la tramitación de asilo político", señalaba Delcy Rodríguez, que junto a su hermano Jorge Rodríguez habría participado en las negociaciones.

Como mediador, habría actuado el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. "Venezuela ha concedido los debidos salvoconductos en aras de la tranquilidad y paz política del país", añadía la ministra del Petróleo. Fuentes conocedoras de los procesos de mediación de Zapatero, que ha logrado la liberación de presos políticos dada su cercanía a Delcy Rodríguez, señalan que el ex presidente suele solicitar a los liberados que bajen su perfil político.

En términos estrictos el asilo puede revocarse si se compromete la seguridad del país de acogida, pero se interpreta en términos muy extremos. Sin embargo, hay un pacto tácito para que se deje salir a quien va a tener un perfil bajo en el país de adopción, cuando se trata de personalidades políticas de primer nivel. En general, los dirigentes venezolanos como el alcalde Ledezma o Leopoldo López, que estuvo alojado durante meses en la embajada de España, evitan pedir asilo porque no podrían volver a su país después si han sido aceptados como refugiados.

Al régimen chavista le convenía quitarse de en medio a Edmundo González porque es un paso más en el aislamiento a María Corina Machado. Hay rumores de que había discrepancias entre ellos. Edmundo González no estaba acostumbrado al acoso del régimen y temía por su familia. Una hija ya vivía en España pero otra aún estaba en Caracas, así como su esposa.

El régimen ha difundido la versión, vía el fiscal general Tarek William Saab, de que González pretendía colaborar y dar testimonio sobre las actas en la Fiscalía mientras que Machado se negaba a que lo hiciera. Incluso se dijo que había firmado el reconocimiento de Maduro, realizado por el Tribunal Superior de Justicia, pero es dudoso que sea así porque el régimen habría presumido de ello.

Es muy significativo que Edmundo González Urrutia no se reconozca como vencedor de las presidenciales en esta declaración, ni que tampoco recuerde que la oposición se impuso a Maduro. Tampoco menciona una cuestión muy relevante en la que insiste siempre que habla María Corina Machado: esta vez el régimen ha quedado en evidencia porque hay pruebas.

La oposición ha conseguido mostrar al mundo las actas que esconde el régimen y que prueban la victoria de Edmundo González Urrutia. Machado alude a que un millón de voluntarios, funcionarios del régimen, realizaron este trabajo, pero también había observadores de candidaturas de paja que pudieron hacer esta tarea.

En un primer mensaje en audio, Edmundo González Urrutia, ya en el exilio en España, decía que su salida de Caracas "estuvo rodeada de episodios de presiones, coacciones y amenazas". Y añadía: "Confío en que próximamente continuaremos la lucha por lograr la libertad y la recuperación de la democracia en Venezuela".

Sin embargo, el tono del comunicado es otro. Habla de que no obra por ambición personal. Y alude a quienes han perdido la libertad en el proceso. Reafirma su fe en que "la democracia y la realización de la voluntad popular son el camino para el futuro del país y que seguirá comprometido con estos fines".

¿De qué manera? No parece que vaya a dar la lucha para ser reconocido como presidente electo, si bien María Corina Machado que sigue "a resguardo" en Venezuela ha remarcado en sus redes sociales que Edmundo González sigue siendo el presidente electo, ya esté en su país o fuera. Incluso apunta que será proclamado presidente electo el 10 de enero. Explica que ella seguirá la lucha dentro y González fuera.

De la embajada de Países Bajos a la española

Edmundo González se refugió en la embajada de Países Bajos en Caracas el pasado 30 de julio. Acudió allí porque Países Bajos ha tenido un especial protagonismo diplomático desde que la oposición liderada por Juan Guaidó empezó a recelar del papel del gobierno de España.

El ganador del 28J acudió a la legación holandesa, pero el acoso a la embajada argentina, donde se encuentra parte del equipo de María Corina Machado, le hizo temer que Machado no respetara ni siquiera este refugio diplomático. Solicitó ayuda al gobierno español y se trasladó a la embajada de nuestro país, que está muy cerca de la holandesa.

"Están dando demasiada importancia a la cuestión de la negociación. Trato hubo por medio de Zapatero, pero el régimen estaba encantado de dar el salvoconducto. Neutraliza a Edmundo González y aísla más a María Corina Machado", señala una fuente con estrechos contactos en Caracas.

El fiscal general, Tarek William Saab, dijo a la CNN que Edmundo González acudió a ellos a través de su abogado porque se sentía atrapado. "Le obligaron a tomar decisions que no estaban dentro de su praxis", afirmó el fiscal general, en un intento de sembrar la discordia, una de las especialidades del régimen chavista.

Hubo tres avisos a González Urrutia para que se presentara ante la Fiscalía, pero no hizo caso, por las presiones externas, según el fiscal. Tarek William Saab aseguró que Edmundo González Urrutia se presentó siempre como "un ciudadano normal". Es decir, no se reivindicaba como presidente electo en sus misivas remitidas el 2 y 4 de septiembre. Tres días más tarde salía de Venezuela.

Bronca política en España

De nuevo Venezuela se ha convertido en un asunto que afecta a la lucha partidaria en España. El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ha insistido que la llegada de Edmundo González no había sido consecuencia de ninguna negociación con el régimen de Machado. Ha remarcado que la posición de España no había cambiado: el gobierno insiste en pedir al régimen que muestre las actas. Ni reconoce como ganador a Maduro ni a Edmundo González.

Sin embargo, el Partido Popular reclama que se reconozca a Edmundo González como presidente electo. Incluso el PP quiere llevar una votación al Pleno del Congreso para dar este paso. El PSOE no es partidario dada la experiencia con Juan Guaidó a quien se reconoció como presidente encargado sin que ello pudiera ayudar a que Maduro cediera o fuera depuesto. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que ahora está en China de visita oficial, recibirá a Edmundo González esta semana.

Es significativo que Esteban González Pons, vicepresidente del Parlamento Europeo, escribiera en X este lunes que es María Corina Machado quien es la verdadera líder de la oposición a Maduro. "Es el momento de recordar que la candidata del pueblo venezolano es María Corina Machado, que si no encabezó la candidatura fue porque el régimen la inhabilitó para que no ganase y que ella sigue hasta el final, ni se vende, ni se rinde ante la dictadura".

María Corina Machado resiste. El régimen no quiere que se convierta en una víctima, como ocurrió con Leopoldo López. Pero busca que sucumba tras dejarla aislada.