Juan Pablo Guanipa (Maracaibo, 1964) está "a resguardo". Como María Corina Machado, la líder de facto de la oposición venezolana, y tantos otros dirigentes políticos, académicos, periodistas, intelectuales, que están viendo cómo el régimen de Nicolás Maduro estrecha su cerco sobre quienes le recuerdan con insistencia que perdió las elecciones del 28 de julio y que hay pruebas, las actas que ha divulgado la oposición, que así lo confirman. "En tres oportunidades han intentado detenerme pero he logrado evadirlos", confiesa Guanipa, quien asegura que él no tiene idea de salir del país.

Guanipa, que fue vicepresidente de la Asamblea Nacional, fue uno de los políticos más cercanos a Edmundo González desde que fue designado como candidato de la Mesa de la Unidad Democrática tras ser inhabilitada María Corina Machado, la ganadora de las primarias opositoras. "A pesar de los intentos de arresto, estoy pendiente de cualquier convocatoria que hagan María Corina Machado o Edmundo González porque si la gente está dispuesta a salir a las calles, de correr el riesgo, nosotros, los dirigentes, hemos de acompañarlos", señala Guanipa, en conversación con El Independiente a través de zoom.

P.- Precisamente por esa relevancia que tiene acompañar a los ciudadanos venezolanos en las concentraciones en las calles ha sorprendido que Edmundo González, ganador de las elecciones el 28J y en consecuencia presidente electo, haya salido del país para refugiarse en España. ¿Cómo se puede explicar y cómo se gestó esa decisión?

R.- Yo lo atribuyo a una presión indebida de la dictadura de Maduro. Edmundo González no sale en el ejercicio de su libre albedrío, sino por la represión, por el hostigamiento, por la persecución de Nicolás Maduro, que comenzó el mismo día de las elecciones. Después de que se da el proceso electoral y que ganamos el proceso y que Maduro decide lanzar a la basura todo el sistema electoral venezolano, inició un proceso de represión sumamente grande y obviamente el primer indicado, el primer señalado para reprimir fue Edmundo González. Aguantó, estuvo en distintas embajadas y llegó un momento en el que lo citaron en tres oportunidades. El tribunal acordó una orden de aprehensión y así continuó el amedrentamiento en su contra. Entonces él tomó la decisión de irse a España.

Lo ideal habría sido que no se hubiera ido. Sin embargo, ya en España creo que Edmundo puede ser un factor importantísimo para liderar la presión internacional hacia el régimen dictatorial de Nicolás Maduro. En este sentido, nos alegra que el Parlamento español haya reconocido a Edmundo González como presidente electo. Esto puede ser un relanzamiento de una lucha que nosotros tenemos la obligación de llevar adelante hasta lograr que el resultado electoral del 28 de julio sea aceptado. Así que Edmundo puede hacer un gran papel, no solamente en España, en toda Europa, en América puede recorrer distintos países y puede articular el apoyo internacional a Venezuela. Mientras aquí, dentro del país, María Corina Machado, nosotros, la Plataforma Unitaria y la nación venezolana, seguimos dando la pelea.

Lo ideal habría sido que Edmundo González no se hubiera ido, pero una vez en España puede liderar la presión internacional contra Maduro"

P.- ¿A usted le consultó Edmundo González sobre qué hacer en esos momentos?

R.- No, yo no había conversado con él. Cambió de teléfono en el momento en que la persecución arreció o por lo menos no contestaba. Tuve una excelente relación personal con él. No lo cuestiono por irse. Es una decisión personal. Quizá si lo habló con María Corina Machado.

P.- ¿No está seguro de que lo hablara con María Corina Machado? ¿No fue una salida pactada?

R.- No sé si coordinado, pero al menos notificados sí. Me imagino que hubo discusiones sobre lo que era o no conveniente. Al final, ya tomada la decisión, respeto la decisión de Edmundo. En la historia venezolana y en la historia mundial, el exilio es una realidad jurídica, una realidad política. Y fíjate tú que precisamente los tres líderes más importantes de la democracia venezolana para el momento de la lucha por la democracia eran Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera estaban en el exilio cuando se produce el 23 de enero de 1958. A partir de ese día podemos empezar a experimentar con cierta continuidad la democracia en Venezuela. El exilio es una realidad. María Corina ha dicho que ella continúa aquí y a mí me parece muy bien esa dualidad: el presidente electo luchando desde España, Europa y América, en el mundo occidental, y María Corina en Venezuela. Y nosotros acompañándola.

P.- Pero no hemos visto hasta ahora a Edmundo González. Y en su comunicado ni siquiera se reconoce como presidente electo. Allí da a entender que pasa a un segundo plano. ¿A qué atribuye su silencio estos días?

R.- Entiendo que eso tiene que ver con los requerimientos que le hacen mientras regulariza su situación en España. Pero su hija Carolina leyó una carta junto al Congreso de los Diputados, en la que anuncia que seguirá la lucha junto a María Corina Machado. Creo que han sido momentos de dificultad, momentos de confusión, momentos de dudas, y que poco a poco se van disipando. Creo que estamos realizando las cosas adecuadamente y que Edmundo va asumiendo el rol que le corresponde.

P.- De todas maneras, ¿no cree que pierde fuerza la idea de un presidente electo con este paso al exilio? Queda en desventaja para luchar contra el régimen.

R.- No lo veo así porque la condición de presidente electo no cambia en función de su ubicación. Edmundo González Urrutia sigue siendo, aunque esté en Madrid, el presidente electo de los venezolanos. Y si nosotros logramos que esa decisión sea aceptada por Maduro, gracias a la presión interna y a la presión internacional, será él quien juramente el 10 de enero.

P.- Y si no lo acepta. ¿Juramenta en ausencia?

R.- Estamos ante un panorama incierto. Evidentemente es una situación complicada, Tenemos un régimen dictatorial que se resiste a reconocer la voluntad del pueblo venezolano. Maduro es un dictador de baja calaña, es una persona que ha hecho mucho daño a Venezuela, pero en estos 25 años de Chávez y Maduro no han logrado dominar la conciencia de la nación venezolana, no han logrado colonizar nuestra cultura política y por eso nosotros seguimos en pie de lucha con optimismo y esperanza.

P.- Pero Maduro está feliz con la salida de Edmundo González, a quien ahora llama "embajador", tras insultarlo. Además, la hija y dos nietos de González siguen en Caracas. Maduro tiene posibilidad de seguir hostigando al presidente electo, a quien se ha quitado del primer plano.

Si Maduro cree que con la salida de Edmundo González él comienza un proceso de negociación con él en la Presidencia, está absolutamente equivocado"

R.- Maduro puede pensar que con esto se termina este capítulo de la historia del país y él asume sin inconveniente el 10 de enero y yo creo que no va a ser así. Al contrario, creo que los venezolanos tenemos derecho a cerrar el capítulo de Maduro en la historia de este país y eso es por lo que estamos luchando. Si Maduro cree que con la salida de Edmundo González todo vuelve a la normalidad y él comienza un proceso de negociación con él en la Presidencia, está totalmente equivocado.
No hay forma de que nosotros aceptemos una negociación que no parta del reconocimiento del 28 de julio como el día en el que cambió la historia de este país.

P.- ¿No ha dividido a la oposición la salida de Edmundo González?

R.- No, la oposición está unida en la Plataforma Democrática Unitaria que está integrada por diez partidos políticos, incluida Vente Venezuela de María Corina Machado. Y también con Edmundo González. También hay apoyo de otros movimientos políticos y sociales.

Zapatero tiene una vinculación con el régimen de Maduro, que es pública... Será la historia la que lo juzgará"

P.- ¿Sabe usted qué papel ha tenido el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la salida de Edmundo González?

R.- Zapatero tiene una vinculación con el régimen de Maduro, que es pública, que es notoria, que es comunicacional. En distintas oportunidades se han reunido. Mantienen una vinculación que yo lamento profundamente. Si un presidente, del signo que sea se convierte en dictador, pierde mi apoyo, independientemente de su visión ideológica. Aquí lo importante es respetar la democracia, respetar la libertad y respetar la soberanía del pueblo venezolano. Será la historia la que lo juzgará.

P.- Lo que sorprende desde el exterior es que el pueblo venezolano siga en la lucha, pero Maduro continúe en el poder. Aún cuenta con el apoyo de cuadros medios y bajos del Ejército.

R.- Toda la presión que ejercemos interna e internacional tiene también el objetivo de socavar las bases que sostienen a Maduro en el poder. Lo digo con toda tranquilidad y con toda sinceridad, porque eso es público, eso es notorio. Hay muchos militares que aspiran a que Maduro salga del poder porque ha acabado con la propia institucionalidad de la Fuerza Armada. No en balde, antes del proceso electoral, antes de que se iniciara esta fuerza de represión impresionante de Maduro, había más presos políticos militares que civiles en Venezuela. Es decir, dentro de la Fuerza Armada sí hay un grupo de militares institucionalistas que están haciendo un esfuerzo para lograr que Venezuela se encauce por la vía democrática y que la Fuerza Armada respete el rol que tiene según la Constitución. La Fuerza Armada, según la Constitución, es un órgano institucional no partidista que tiene la obligación de defender la soberanía del pueblo venezolano. El ministro de Defensa no puede ser socialista. Y debería defender el voto. Pero el Alto Mando forma parte del cártel que está en el poder, con sus vínculos con la corrupción. Sí tengo esperanza en los mandos medios. Confío en que haya pronunciamientos importantes a raíz de la presión que podamos hacer interna e internacional.

María Corina Machado está muy bien, con gran talante y gran compromiso con el país"

P.- ¿Qué le diría usted al presidente del Gobierno de España que no va a reconocer de momento a Edmundo González como presidente electo?

R.- Bueno, la explicación que ha dado Pedro Sánchez para no votar ese reconocimiento a Edmundo González, a quien ha calificado como héroe y ha prometido proteger, es que quiere seguir siendo mediador de una posible solución a la crisis del país. Tengo que darle el beneficio de la duda. Espero que esa mediación, ya sea la suya o la del presidente de Brasil, o de Colombia o México, sea para lograr que se respete la voluntad del pueblo venezolano, y esa voluntad es que Edmundo González sea presidente. La mediación no es para que se mantenga en el poder y haga algunas concesiones. Si es así, bienvenida sea su mediación.

P.- ¿Usted está en contacto con María Corina Machado? ¿Cómo se encuentra ella?

R.- Sí, estoy en contacto con ella. Tenemos una excelente relación. De todo este proceso político que hemos vivido, se ha creado una relación de afecto, de confianza, que nos lleva a mantenernos en la lucha con total integridad. Ella está muy bien, con muy buen talante, con gran optimismo, con gran esperanza y con gran compromiso con el país.

Edmundo González ha estado a la altura, aunque se haya ido a España"

P.- ¿Cree que fue un acierto elegir a Edmundo González como candidato al ser imposible que fuera la ganadora de las primarias, María Corina Machado?

R.- Totalmente sí, en la circunstancia en la que estábamos viviendo. Lo ideal habría sido que quien ganó las primarias pudiera presentarse como candidata. O sea que el pueblo venezolano, con una votación masiva cercana a los tres millones de votos, decidió que María Corina era la candidata de la unidad a la Presidencia de la República. Nicolás Maduro y sus cómplices la inhabilitaron. Después se hicieron intentos con otras personas hasta que llegó la inscripción de Edmundo. Fue un candidato por accidente, pero se convirtió un grato accidente. Lo dudó y lo aceptó de forma temporal. Edmundo rindió muy bien como candidato e hizo las cosas que tenía que hacer con su carácter, con su talante, con su forma de ser. Como le dije en una carta al principio, la historia es tozuda porque fue él quien acabó de candidato, un puesto que muchos habríamos soñado. Ha estado a la altura de la responsabilidad que el país le ha dado.

P.- ¿Ha estado a la altura, aunque se haya ido?

R.- Ha estado a la altura, aunque se haya ido. Y yo estoy seguro que ahora podrá desarrollar un trabajo para que se respete la voluntad del pueblo venezolano.

Hay un riesgo de que, a pesar de tener las actas que muestran que Maduro perdió, no logremos que deje el poder"

P.- Ustedes han conseguido las actas. Han probado que Maduro perdió. Sin embargo, tampoco esto es suficiente para que Maduro deje el poder.

R.- Tiene razón. Creo que lo más importante de todo este proceso, y que lo hace distinto a procesos anteriores, es haber logrado ganar y demostrar el triunfo. Es un triunfo que logramos fácticamente y que demostramos con las actas, actas que han sido revisadas por distintas instituciones, una de ellas el Centro Carter, otra el panel de expertos de la ONU. Ha sido un logro que se debe a la organización que logramos montar y a la actitud de los testigos, de los miembros de mesa, de muchos funcionarios de la Fuerza Armada, de representantes del Consejo Nacional Electoral, de integrantes del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Y también tiene razón cuando dice que hay un riesgo de que eso que pasó puede que no concluya con la salida de Maduro del poder. Es un riesgo que nosotros tenemos que asumir. Tenemos todas las razones para ser optimistas, porque si no hubiéramos sido optimistas, no habríamos realizado las primarias, ni habríamos ido a las presidenciales, a pesar de que participamos en unas elecciones en dictadura, donde todo lo decide Maduro. Pero no nos vamos a ahogar cuando estamos llegando a la orilla. Vamos a seguir luchando.

P.- Usted cree que verá a Maduro dejar el poder.

R.- Claro que lo veremos. Maduro es un dictador primitivo que ha sometido a Venezuela en estos 25 años, porque él es también artífice de lo que pasó con Chávez antes. Han impedido que Venezuela entre en el siglo XXI. Venezuela está siendo gobernada por primitivos y gorilas a quienes no les importa ni las reglas ni el Estado de derecho, ni las instituciones, ni nada. Y por eso nosotros tenemos la obligación de vencerlos no solo por nosotros, sino por las generaciones futuras.