"Hay un tiempo para negociar. Y un tiempo para la guerra. No estamos en el momento de negociar". Así piensan los dirigentes israelíes sobre los próximos pasos que han de darse en el Líbano. Por ello ha hecho caso omiso de la propuesta de alto el fuego avalada por Francia y EEUU. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dado orden de seguir los bombardeos "con todas sus fuerzas" y desde su oficina dicen que ni siquiera han respondido a la iniciativa de París y Washington de que pararan los combates durante 21 días. Más de 600 personas han muerto en el Líbano desde que empezó esta campaña Israel el lunes pasado. Ese día fue el más sangriento en el país de los cedros desde la guerra civil de 1975.

El ministro israelí Exteriores israelí, Israel Katz, ha difundido un claro mensaje en sus redes sociales: "No habrá alto el fuego n el norte. Seguiremos luchando contra la organización terrorista Hizbulá con todas nuestras fuerzas hasta la victoria y el regreso seguro de los residentes del norte a sus hogares".

En su visita a las tropas apostadas en el norte de Israel, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, dijo el miércoles que los bombardeos aéreos "están preparando el terreno para la posible entrada" de soldados en el Líbano. Han llamado a dos nuevas brigadas en la reserva a unirse a los miles de efectivos que esperan para entrar en acción. "Los operativos de Hizbulá verán lo que significa enfrentarse a una fuerza profesional, altamente cualificada y experimentada en combate", declaró Halevi.

Nuevo ataque sobre Beirut

El Ejército israelí ha lanzado este jueves un nuevo "ataque de precisión" contra Beirut este jueves, según ha informado en un comunicado. Es el cuarto bombardeo israelí contra la capital libanesa en menos de siete días, según informa la agencia Efe que cita la libanesa NNA.

Han sido tres misiles que impactaron contra un apartamento en un edificio residencial en el Dahye, los suburbios del sur de Beirut que son un bastión del grupo libanés.

El objetivo de este nuevo bombardeo israelí ha sido Mohammad Surur, comandante de las fuerzas aéreas de Hizbulá, encargado del programa de drones del Partido de Dios. Tras anunciar el éxito de esta misión, Halevi ha dicho: "Tenemos que seguir atacando a Hezbolá, llevamos años esperando esta oportunidad".

Decenas de miles de desplazados

El éxodo recuerda los pasajes más tristes de la historia de esa convulsa región. Unos 60.000 israelíes han huido de sus hogares en el norte de Israel debido a los continuos combates entre Israel, Hizbulá y otras fuerzas antiisraelíes asentadas en Líbano. En el lado libanés de la línea azul trazada por la ONU que separa ambos países, decenas de miles de libaneses también se han visto desplazados internamente. Israel argumenta que su objetivo es que los israelíes puedan volver a sus hogares en el norte, ya que esa zona es sometida a continuos ataques de la milicia chíi.

El ministro israelí de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, de extrema derecha, ha asegurado que el la campaña en el norte no concluirá hasta que exterminen a Hizbulá. El llamado Partido de Dios, que cuenta con representación en el Parlamento del Líbano, está noqueado desde que miles de sus milicianos vieran cómo estallaban en sus manos los buscas que usaban para recibir mensajes de la organización. Al día siguiente pasó lo mismo con los walkie talkies. Y la semana pasada cerró con el bombardeo en el que las fuerzas israelíes mataron al jefe de operaciones de Hizbulá. También ha caído recientemente el comandante a cargo de la unidad de misiles y cohetes.

El ejército israelí ha informado de que durante la noche había atacado "aproximadamente 75 objetivos terroristas pertenecientes a la organización terrorista Hizbulá" en Bekaa y en el sur del Líbano. Las autoridades libanesas informaron de la muerte de al menos cuatro personas más esta mañana, y de que 23 sirios, en su mayoría mujeres y niños, murieron por un ataque israelí en Younine, durante la noche.

El malogrado plan de Biden y Macron

Estados Unidos y Francia habían pedido un alto el fuego temporal para dar paso a negociaciones más amplias. La declaración conjunta emitida por el presidente estadounidense, Joe Biden, y el francés Emmanuel Macron decía: "Es hora de llegar a un acuerdo en la frontera entre Israel y Líbano que garantice la seguridad y la protección para que los civiles puedan regresar a sus hogares. El intercambio de disparos desde el 7 de octubre, y en particular en las últimas dos semanas, amenaza con un conflicto mucho más amplio, y con dañar a los civiles".

Durante esos 21 días se pretendían intensificar las negociaciones para la liberación de rehenes y el fin de la guerra en Gaza.

Netanyahu, junto a su mujer, Sara, tiene previsto asistir a la Asamblea General de la ONU este viernes. Allí hablará sobre la amenaza de Hizbulá, el peligro de Irán, y el derecho israelí a la autodefensa.