Suecia ingresó oficialmente en la OTAN hace siete meses, un hecho histórico porque rompía con su política de no alineamiento y neutralidad desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La invasión rusa de Ucrania impactó en la sociedad y en la clase política sueca de tal manera que el gobierno de Ulf Kristersson solicitó su ingreso en 2022. Su acceso fue bloqueado por Hungría y por Turquía, que acusaba al gobierno de Estocolmo de dar amparo a separatistas kurdos. Finalmente dieron su luz verde. Gracias al líder ruso, Vladimir Putin, la Alianza Atlántica sumó en 2024 dos nuevos miembros, Suecia y Finlandia. Finalmente dieron su luz verde. Jonson (Arvika, 1972), del Partido Moderado, es ministro de Defensa desde octubre de 2022, así que ha vivido todo este proceso desde la sala de máquinas.

Hablamos con el ministro sueco en el Warsaw Security Forum, donde la principal preocupación es la guerra en Ucrania y cómo la OTAN va a seguir ayudando al gobierno de Volodimir Zelenski. Presume del papel que desempeña Suecia en la defensa del Báltico y asegura que "Suecia sabe lo que significa la amenaza rusa y que todos en la OTAN han de aumentar el gasto en defensa". En su país tienen claro que el 2% del PIB es el mínimo, como ha aprobado la OTAN. España está a la cola en gasto en defensa: aún está por debajo del 1,5% aunque el último año ha aumentado cerca del 10%.

Suecia no solo está más segura en la Alianza Atlántica, sino que la Alianza tiene un mayor poder disuasorio"

Pregunta.- Suecia ingresó en la OTAN el 7 de marzo. Antes de eso, había permanecido como país neutral durante dos siglos, desde las guerras napoleónicas. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Para los suecos, ¿es Putin una amenaza mayor que Hitler?

Respuesta.- Puedo hablar por mí mismo. Durante veinte años he intentado convencer a mis compatriotas de que se unieran a la OTAN. Es bueno que finalmente haya ocurrido, porque Suecia no solo está más segura en la Alianza Atlántica, sino que la Alianza tiene un mayor poder disuasorio. A muchos les sorprendió la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Lo considero una falta de imaginación cuando Moscú había acumulado previamente 200.000 soldados a lo largo de las fronteras ucranianas.

Polonia llevaba advirtiendo durante décadas contra la acción agresiva de Moscú. Tenía razón, pero en Occidente, incluida Suecia, no quisieron escucharla. En 2007, fui testigo en la Conferencia de Múnich del giro que dio Putin en política exterior. Luego vino Georgia y, sin embargo, Barack Obama decidió en 2009 dar una nueva oportunidad a Rusia. Luego tuvimos la anexión ilegal de Crimea, pero hizo falta el derribo de un avión de Malaysian Airlines con casi 300 personas a bordo en julio de 2014 para que se hablara de imponer sanciones a Rusia.

Hoy, en Suecia tenemos la misma valoración de la amenaza de Rusia que Polonia y damos la misma importancia a la relación con Estados Unidos. Pero no faltan en Occidente quienes no ven en Rusia la mayor amenaza para Europa. No se puede excluir un ataque armado. Y por eso es tan importante que aumentemos nuestra inversión en defensa. Como Polonia, hemos duplicado nuestra inversión en defensa, el tamaño de nuestra inversión en defensa. En cuatro años hemos destinado a defensa el doble de dinero que hace cuatro años. Pero esto es absolutamente necesario tras muchas, muchas décadas de inversión insuficiente. Pero, por supuesto, es algo en lo que toda la Alianza debería comprometerse. Y tomamos nota ahora de que son 23 Aliados, es decir, un 2%, cuando hace 10 años sólo eran tres aliados. Así que creo que las cosas van por buen camino.

P.- ¿Tienen alguna queja de algún aliado sobre esto? Estoy pensando en España.

R.- No, no tenemos quejas, pero ciertamente animamos a todos los aliados a estar en el 2% o por encima. Y los que no han alcanzado el 2%, por supuesto, tienen que emprender un camino creíble que muestre cómo van a alcanzar el 2%. Y el 2% no es suficiente para nosotros. Vamos a llegar el año que viene al 2,4% y seguiremos al menos hasta el 2,6%. Y luego, por supuesto, tenemos que ocuparnos también de todos los nuevos objetivos de capacidad, que creo que son absolutamente críticos.

P.- ¿Qué responsabilidad tiene Angel Merkel en la invasión rusa de Ucrania?

R.- La ex canciller creció en la República Democrática Alemana y, por tanto, comprendía bien la naturaleza del régimen de Putin. Pero, por supuesto, habría sido bueno que la dependencia alemana del gas y el petróleo baratos rusos se hubiera frenado mucho antes de que estallara la guerra.

P.- En septiembre de 2022, Nord Stream 2 fue volado por los aires. ¿Se alegró de ello?

R.- Uno no puede aplaudir los actos de sabotaje. Pero a pesar de todo estábamos en contra del proyecto.

P.- ¿Intentará Rusia hacerse con el control del Mar Báltico?

R.- Las fuerzas armadas rusas están ocupadas en Ucrania. El progreso de su ofensiva es mediocre, pero lo que nos preocupa es que sea el Kremlin el que esté dispuesto a asumir serios riesgos militares y políticos. Moscú ha desplazado algunas de sus tropas de desembarco del Báltico hacia el Mar Negro, pero esencialmente su flota de San Petersburgo y Königsberg ha permanecido intacta. Rusia representa una amenaza para Suecia, al igual que para el resto de la OTAN. No podemos descartar un ataque ruso contra nuestro país. Por eso, estamos aumentando esencialmente las inversiones en defensa. Se han duplicado en los últimos cuatro años. Es algo absolutamente necesario dadas las décadas de escasa inversión en las fuerzas armadas.

No hay otro país en el mundo con 10 millones de habitantes capaz de fabricar aviones de combate y submarinos como lo hace Suecia"

Pero quiero subrayar que no hay ningún otro país en el mundo con 10 millones de habitantes que sea capaz de fabricar aviones de combate y submarinos como lo hace Suecia. Esto es en parte el resultado de nuestra política de mantenimiento de la neutralidad, que no podría ser creíble sin el mantenimiento de una fuerte industria armamentística. Sin embargo, nuestros fabricantes, que durante la Guerra Fría vendían el 80% de sus armas en el país y el 20% en el exterior, consiguieron invertir estas proporciones en un período de recortes presupuestarios y mantenerse en el mercado.

P.- ¿Tiene hoy Rusia ventaja sobre las fuerzas de la OTAN en el Mar Báltico?

R.- No. Tampoco estamos en los tiempos de la Unión Soviética, cuando Moscú se afianzó en un número mucho mayor de puertos bálticos. Sin embargo, sí observamos una mayor interacción entre la Flota rusa del Báltico y la Flota del Norte con base en Murmansk y la Flota del Mar Negro. Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, la importancia militar, pero también comercial, del Báltico para el Kremlin ha aumentado aún más. Por lo tanto, debemos tener en cuenta las intenciones agresivas de Rusia en nuestro ejército. Sin embargo, la armada sueca se ha centrado tradicionalmente en el Báltico. Nuestros submarinos tienen un excelente conocimiento del fondo marino. También disponemos de una amplia flota de buques. Sin embargo, dada la situación actual, estamos llevando a cabo un ambicioso programa de expansión naval. Nuestra adhesión a la OTAN nos permite ahora colaborar muy estrechamente con Polonia, tanto más cuanto que disponemos de armamentos compatibles.

No es sostenible que EEUU financie el 70% del gasto en defensa de la Alianza Atlántica"

P.- ¿En Estocolmo temen una eventual victoria de Donald Trump el 5 de noviembre?

R.- Queremos mantener unos fuertes lazos transatlánticos independientemente de quién sea el nuevo presidente de Estados Unidos. Pero también está claro que Europa debe seguir aumentando su inversión en armamento, asumir cada vez más responsabilidades en su defensa dentro de la OTAN. Un acuerdo en el que un aliado, Estados Unidos, financia el 70% del gasto en defensa de la Alianza Atlántica resulta insostenible. Nuestra mejor inversión en seguridad, sin embargo, es apoyar a Ucrania. Ucrania debe ganar esta guerra. Ucrania ha asumido el papel de escudo de Europa contra nuevas conquistas de Putin. Suecia ya ha donado armas por valor de 4.500 millones de euros a los ucranianos y seguiremos haciéndolo. Lo que no queremos es que la Unión construya estructuras de mando separadas, cuarteles generales. Debemos concentrarnos en mejorar la OTAN, en aumentar la capacidad de producción de municiones, de armas.

P.- La guerra se está extendiendo a Oriente Próximo. ¿Hay riesgo de que se desvía la atención y el mundo se olvide de Ucrania?

R.- Lo que ocurrió después del 7 de octubre fue que parte del enfoque político y la energía, y en algunos casos también los recursos militares, se desplazaron en detrimento de Ucrania. No en el caso de Suecia, pero nos dimos cuenta de que la atención parecía centrarse más en Oriente Próximo. Por nuestra parte, creemos que apoyar a Ucrania es lo correcto y lo inteligente, y que Ucrania es absolutamente crucial para nosotros y para nuestra seguridad.