Los Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) son, junto con Polonia, los países de la OTAN más conscientes de la amenaza rusa. Lituania se está fortificando con los conocidos como dientes de dragón (Drachenzähne, en alemán). Son obstáculos en forma de minipirámides concebidas para obstaculizar el paso de las unidades mecanizadas del Ejército enemigo y los alemanas las usaron en la Segunda Guerra Mundial en la Línea Sigfrido y los franceses en la Línea Maginot. Los rusos instalaron dientes de dragón para frenar el avance ucraniano en el sur en agosto del año pasado.

Lituania acaba de colocar una segunda fortificación en el puente de circunvalación cercano a la ciudad de Panyamune, en la frontera con Rusia, sobre el río Niemen, según ha informado el ministro de Defensa, Laurinas Kasčiūnas, en sus redes sociales. Es el eje hacia Kaliningrado, bajo el poder ruso, el que se considera la zona más sensible.

"Los dientes de dragón se completarán con vigas de hierro empotradas y aseguradas. Los militares lituanos las están comprobando ahora, evaluando cómo pueden contener el avanzado equipo pesado", ha escrito el titular de Defensa. Kasčiūnas ha añadido que los dientes de dragón se complementarán en el futuro con erizos de hierro que se fijarán en el asfalto.

Elementos para reforzar la disuasión

El 5 de septiembre, Lituania colocó también dientes de dragón en la ciudad de Panamun, en la frontera con Rusia, frente al puente de la Reina Luisa. El ministro de Defensa asegura que el objetivo es frenar una eventual agresión de Rusia.

"El puente Reina Luisa es propiedad de la Federación Rusa, por lo que hoy podemos instalar obstáculos solo delante del puente. Aquí, el movimiento de las fuerzas enemigas podría quedar bloqueado por nuestros erizos, dientes de dragón y alambre de espino", dijo entonces Laurynas Kasčiūnas.

Lituania quiere estar preparada para todos los escenarios. Por desgracia, Rusia sigue siendo un vecino amenazador"

Según Linas Kojala, director del Eastern Europe Studies Centre, de Vilna, "Lituania quiere estar preparada para todos los escenarios. Lamentablemente, Rusia sigue siendo un vecino amenazador, que ataca brutalmente a Ucrania y participa en actos híbridos de sabotaje contra los países de la OTAN. Por ejemplo, Rusia ha estado interfiriendo las señales GPS en torno al mar Báltico, lo que supone un peligro para los aviones civiles. Así pues, las fortificaciones fronterizas son sólo una pequeña pieza en el reforzamiento de la disuasión y la mejora de las capacidades defensivas".

Base alemana operativa en 2027

Lituania ha aumentado su gasto en defensa a más del 3% del PIB este año, más del doble que España. El gobierno de Ingrida Simonyte ha subido los impuestos para cubrir las necesidades de defensa durante los próximos años.

Entre los proyectos más ambiciosos de la defensa de Lituania está la construcción de una base militar que albergará a 4.000 soldados alemanes listos para el combate. Es el primer despliegue permanente en el extranjero de las Fuerzas Armadas alemanas desde la Segunda Guerra Mundial. Y el primero en un territorio que fue parte de la Unión Soviética.

La primera piedra se colocó en agosto pasado y los efectivos estarán listos para la acción en 2027. Según fuentes militares lituanas, el país gastará más de 1.000 millones de euros en los próximos tres años para construir esta base.

El ministro alemán de Defensa, el socialdemócrata Boris Pistorius, comparó la decisión con el envío de fuerzas aliadas a Alemania Occidental durante la Guerra Fría para defender Europa Occidental en caso de ataque soviético.

"Debemos reconocer que la OTAN opera no sólo bajo el Artículo 5 sino también bajo el Artículo 3, que establece que cada miembro es el principal responsable de su propia defensa antes de esperar que los aliados le ayuden. Por eso el presupuesto de defensa de Lituania asciende al 3,2% del PIB, con nuevos aumentos previstos. Junto al histórico despliegue de una brigada alemana en Lituania, la presencia de fuerzas estadounidenses y de otros aliados reafirma la seguridad", indica Kojala.

El 3,2% del PIB en defensa, junto al histórico despliegue de una brigada alemana, la presencia de fuerzas estadounidenses y de otros aliados reafirman la seguridad de Lituania"

LINAS KOJALA, EASTERN EUROPEAN STUDIES CENTRE

Refuerzo de la frontera oriental

Letonia, Lituania, Estonia y Polonia están cooperando para asegurar la frontera oriental de la UE y la OTAN; se está intentando conseguir financiación adicional de la UE y, por parte de la OTAN, la posibilidad de un refuerzo inmediato de la defensa antiaérea, anunciada a finales de septiembre por el Ministro de Defensa letón, Andris Spruds.

El ministro ha reconocido la necesidad de estar preparados para los conflictos y vigilantes incluso en tiempos de paz, según la televisión de Letonia LTV. Ha destacado que el riesgo para la población civil no solo proviene de los drones en vuelo, sino también de los restos u objetos que caen de ellos.

Recientemente se han emprendido medidas de seguridad física en el este de los cuatro países fronterizos con Rusia y Bielorrusia, en el marco del proyecto Línea de Defensa del Báltico.

En Lituania, la atención se centra en la protección de infraestructuras críticas, como puentes. En Letonia, a lo largo de los tramos fronterizos, se están instalando elementos antitanque de hormigón y hormigón armado, erizos con pinchos o bloques de piedra. En Estonia se están construyendo búnkeres, y en Polonia se han enviado varios miles de soldados adicionales a la frontera con Bielorrusia.

Talón de Aquiles, la Vía Báltica

"Europa termina en la frontera polaco-lituana", confesaba a Rzeczpospolita el embajador de Estonia en Polonia, Miko Haljas, que viaja a menudo al país en coche. La alusión se refiere al estado de las carreteras. Porque cuando empieza Lituania, la ruta se estrecha, los atascos se multiplican.

La Vía Báltica se ha atascado al terminar Polonia. La autovía, que tendrá una longitud prevista de 970 km, atraviesa más de un tercio de Polonia. El tramo polaco ya está listo. Pero el tramo lituano no terminará hasta 2030. Los avances son mucho peores en Letonia, donde se espera que el trazado tenga casi 200 km. Estonia sólo se ha construido algo más de una quinta parte de los 190 kilómetros de autopista previstos.

Tras la invasión rusa de Ucrania, ya no se puede descartar que Putin decida golpear también a la OTAN. Y los Estados bálticos son los más difíciles de defender. Este retraso en la construcción de la llamada Vía Báltica puede dificultar que las tropas aliadas, con tanques, blindados y equipos pesados, puedan acudir al rescate de los aliados del Báltico en caso necesario.

El problema se agrava aún más para el futuro del enlace por carretera de alta velocidad de Helsinki con Varsovia, Rail Báltica. El coste del proyecto, que en 2017 se estimaba en 5.800 millones de euros, asciende hoy a 23.800 millones. Muy por encima de la capacidad financiera de Vilnius, Riga y Tallín.