Sin capacidad de moverse libremente. Hostigados, perseguidos y espiados permanentemente. Los principales responsables de Equipe Media, una agencia de noticias independiente que opera en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, llevan años en el radar de las autoridades marroquíes pero en los últimos días esa campaña ha escalado sumando nuevos incidentes.

"Fuimos a Bojador y nos pararon en un control durante una hora. Nos registraron y desde ese momento hemos estado vigilados", relata a El Independiente Ahmed Ettanji, el presidente de la organización que ha tratado en los últimos años de romper el bloqueo informativo que se cierne sobre los territorios ocupados de la ex provincia española, bajo yugo marroquí desde 1976. "Íbamos a la casa de mi hermana y no pasamos ni diez minutos en la vivienda cuando aparecieron las fuerzas de intervención, especiales y policiales y las autoridades de ocupación", ha denunciado el periodista.

Mohamed Meyara, su coordinador, y Ahmed Ettanji, su presidente, se dirigían a las afueras de Bojador ocupada, a la residencia de la hermana del segundo. Poco después de llegar la vivienda, la policía les obligó a abandonar la ciudad por la fuerza, entre insultos y amenazas de arresto. "Me dijeron que teníamos que salir de la casa porque si no intervenían y allanarla. Cuando salimos, empezaron a insultarnos y amenazarnos con detenernos. Preguntamos por el motivo y el responsable de las autoridades de ocupación que no nos querían allí", ha añadido.

"Salimos obligados bajo amenazas de ser detenidos", ha añadido Ettanji. Ahmed Bahi, un activista saharaui que salió en defensa de los expulsados, fue arrestado y su herramienta de trabajo, un coche, confiscado, señalan desde Equipe Media, que denuncian "la violación del derecho a la libre circulación, en particular, y las continuas políticas represivas, en general, contra ciudadanos saharauis" y reclaman solidaridad por parte de la comunidad internacional y la ONU.

"Un desierto informativo"

Reporteros Sin Fronteras califica de “desierto informativo” la situación del periodismo en los territorios de la ex colonia española ocupados desde 1976 por Marruecos. En el informe “Sáhara Occidental, un desierto para el periodismo”, publicado hace más de un lustro, la organización denuncia la “persecución y constante represión de los reporteros saharauis que intentan hacer periodismo alternativo al margen de la oficialidad marroquí, muchas veces condenados a desorbitadas penas de cárcel”.

La mordaza informativa también se aplica a los periodistas extranjeros, expulsados casi de forma inmediata cuando acceden al territorio. Además de la cárcel o la expulsión, los profesionales que intentan ejercer su derecho a informar son víctimas de arrestos, calumnias, torturas, malos tratos o amenazas a su entorno familiar. A juicio de la organización, ejercer la profesión periodística en los territorios ocupados es todo un “acto de heroísmo”.

Para desafiar la narrativa oficial, han surgido en los últimos años iniciativas como Equipe Media, una plataforma integrada por periodistas saharauis que desde el interior del Sáhara levanta acta de las tropelías y los abusos de las autoridades locales, y la Fundación Nushatta, que se autodefine como “una plataforma no gubernamental de medios de comunicación y derechos humanos con sede en el Sáhara Occidental ocupado y los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf”. En palabras de Ettanji, se trata de “romper el bloqueo informativo” existente en los territorios bajo ocupación.