El enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, ha planteado a puerta cerrada la partición del territorio entre Marruecos y el Frente Polisario como una solución a la disputa de casi cinco décadas, según ha avanzado este jueves Reuters.
De Mistura ha subrayado además ante el Consejo de Seguridad que "ha llegado la hora de que Marruecos explique y detalle su propuesta de autonomía", algo que dijo haber "reiterado respetuosa pero firmemente" al Gobierno de Rabat.
En una sesión informativa a puerta cerrada ante el Consejo de Seguridad el miércoles, el diplomático italiano aseguró que la partición "podría permitir la creación por un lado de un estado independiente en la parte sur, y por otro la integración del resto del territorio como parte de Marruecos, con su soberanía sobre él reconocida internacionalmente". Ni Marruecos ni el Polisario ha aceptado la propuesta, recalcó De Mistura en la reunión informativa.
Un plan de autonomía de "tres páginas"
Marruecos insiste en un plan de autonomía presentado en 2007. El Polisario, en cambio, exige la celebración del referéndum de autodeterminación pactado en la década de 1990 y que Rabat ha torpedeado desde entonces. El Sáhara Occidental fue la provincia española número 53 hasta la ocupación del territorio por Marruecos en 1976. Es considerado un territorio no autónomo, el último de África pendiente de descolonización.
De Mistura advirtió, asimismo, que el Secretario General de la ONU debería reconsiderar la utilidad de su papel como enviado si no se producen avances en seis meses. El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido en sus resoluciones a las partes que colaboren para encontrar una solución política mutuamente aceptable al conflicto.
En julio, Francia se convirtió en el segundo miembro permanente del Consejo de Seguridad, después de Estados Unidos, en respaldar la soberanía de Marruecos sobre el territorio. Argelia reaccionó a la postura francesa retirando a su embajador en París.
En su exposición de ayer ante el Consejo a puerta cerrada, a la que hoy tuvieron acceso los medios, De Mistura mostró su impaciencia por el bloqueo del proceso de paz entre Marruecos y el Polisario, y confesó que llegó a proponer incluso una partición del territorio saharaui entre el norte, que sería para Marruecos, y el sur, que se constituiría en estado independiente, pero lamentó haber cosechado una negativa por ambas partes, informa Efe.
Dedicó una gran parte de su exposición a explorar la idea de la autonomía marroquí -tajantemente rechazada por el Polisario-, y dijo que ha funcionado en lugares del mundo tan distintos como Groenlandia, el Alto Adigio o Escocia, pero falta por conocer qué propone Marruecos para el Sáhara más allá de "un plan de tres páginas" expuesto en 2007.
Seis meses de plazo
Ese plan, indicó De Mistura, ha creado expectativas "e incluso el derecho a entender mejor lo que supone", derecho que comparten el pueblo afectado pero también el Consejo de Seguridad y la Secretaría General de la ONU, e incluso los países que de un modo u otro lo han apoyado como principio.
"Debe explicarse cómo esta opción puede aportar algún tipo de forma digna de autodeterminación para el pueblo del Sáhara, y bajo qué modalidad", insistió De Mistura ante el Consejo, antes de volver a recordar que Marruecos "debe proporcionar detalles de su visión".
De Mistura concluyó su intervención recordando que en 2025 se cumplen 50 años del comienzo del conflicto y que, si desde ahora hasta dentro de seis meses no se observan progresos entre las partes -que ni siquiera se sientan a la misma mesa-, sería legítimo preguntarse por la implicación que Naciones Unidas debe seguir teniendo en el proceso.
La ONU envió una misión al Sáhara en 1991 (Minurso) con el fin de organizar un referéndum de autodeterminación, pero posteriormente Marruecos puso trabas a ese referéndum y desde 2007 solo ha propuesto una imprecisa oferta de autonomía. Desde entonces, la Minurso se ha quedado con la única tarea de observar el alto el fuego, roto esporádicamente por ambas partes.
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hace 1 mes
Mediatizada por el derecho de veto de Francia y Estados Unidos y por la intransigencia marroquí, la inutilidad de la ONU desde 1990 para solucionar el conflicto saharaui es evidente y lamentable.
Incapaz de obligar a Marruecos a cumplir el Plan de Arreglo que marroquíes y polisarios firmaron, que preveía la celebración de un referéndum de autodeterminación y que posibilitó la creación de la MINURSO y el alto el fuego, ha perdido toda credibilidad.
Hoy la MINURSO, reducida notablemente en sus efectivos y carente de autorización para emplear la fuerza, es un ente inútil y un desperdicio de recursos económicos.
Marruecos torea a de Mistura y le condiciona sus desplazamientos y sus entrevistas con las partes afectadas.
Por su parte, el secretario general, Gutiérrez, que apoyó en su día la independencia de Timor Oriental y le ha plantado cara valientemente a Israel, se ha convertido en defensor de las tesis marroquíes, ignorando los derechos del pueblo saharaui contemplados en decenas de resoluciones de la propia ONU.
¡Vergonzoso!