Los servicios de Inteligencia ucranianos y surcoreanos aseguran que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha ofrecido tropas a su buen amigo, Vladimir Putin, para ayudar a combatir en Ucrania. En Moscú reina el silencio, mientras en Pyongyang, la hermanísima y todopoderosa jefa del aparato, Kim Yo-yong de propaganda ha arremetido contra Kiev y Seúl por difundir "comentarios absurdos e imprudentes".

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró el jueves ante los líderes de los Veintisiete que Corea del Norte se disponía a enviar 10.000 soldados a respaldar a las tropas rusas en Ucrania. "Es un segundo país sumándose a Rusia involucrándose en esta guerra", aseguró a la vez que les explicaba su plan para la victoria.

Indicios en una base rusa

La agencia de espionaje surcoreana (NIS) dijo el viernes que el gobierno de Pyongyang ya había desplazado a 1.500 efectivos al extremo oriental de Rusia para que se aclimataran en bases militares locales. Según esta fuente, en total serían 12.000 soldados, formados en cuatro brigadas.

El domingo los ucranianos difundieron un vídeo en el que aparecían soldados norcoreanos recibiendo uniformes y equipo en el campo de entrenamiento de Sergeevka, en el extremo oriental de Rusia. El medio independiente ruso Astra publicó dos videos de soldados norcoreanos en el exterior de una base militar. A los hombres se les escucha hablar en coreano. Investigadores independientes han geolocalizado los vídeos en el campo de entrenamiento de Sergeevka, cerca de la frontera de Rusia con China, según informa The Guardian.

También se ha visto una imagen captada por satélite del buque ruso Angara cargado con armas norcoreanas partiendo del puerto de Rajin, en la ciudad de Rason.

Antecedentes y misión de los norcoreanos

Corea del Norte envió pilotos a Egipto, donde lucharon contra Israel en la guerra del Yom Kippur de 1973, y a Vietnam, donde algunos volaron en secreto contra las fuerzas estadounidenses. Pero sería la primera vez que Pyongyang desplaza un número tan grande de efectivos a otro país en guerra. En Ucrania hay unas 600.000 tropas rusas. Según varias fuentes occidentales, en el campo de batalla caen del orden de mil combatientes al día, sumando muertos y heridos.

Sam Cranny-Evans, del think tank Royal United Services Institute, ha explicado a The Guardian que las tropas norcoreanas podrían ser utilizadas en diversos papeles: cerca de la línea del frente para apoyar la logística y la ingeniería -moviendo municiones, cavando fortificaciones- o en la retaguardia, incluso dentro de Rusia para liberar más tropas del Kremlin, o simplemente para ir "en una rotación de entrenamiento".

Envío de armas letales desde Seúl a Kiev

Si se confirman estas informaciones, a las que da crédito la Inteligencia británica, según ha expuesto la embajadora en el Consejo de Seguridad de la ONU, Corea del Sur puede suministrar armas defensivas e incluso letales y ofensivas a Ucrania, según fuentes cercanas al presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol. Si así fuera tanto Corea del Norte como Corea del Sur, que mantienen una situación de guerra congelada, se enfrentarían en el escenario de la guerra en Ucrania.

Corea del Sur hasta ahora ha proporcionado ayuda humanitaria y otros tipos de apoyo a Ucrania, y se ha sumado a las sanciones económicas impuestas por Occidente a Moscú. Sin embargo, no ha proporcionado armas, ya que su tradición es no hacerlo en caso de países con conflictos activos.

"Seúl tiene tecnología propia y material militar de origen ruso, como carros de combate T-80 y vehículos de combate d infantería BMP-3, que recibieron en los 90 como pago de deudas. Pero Ucrania necesita toneladas de proyectiles de artillería y gran cantidad de misiles SAM. Corea del Sur tampoco se puede quedar con los stocks tiritando", señala Jesús Manuel Pérez Triana, analista militar y editor de GuerrasPosmodernas.com y @OsintSahel.

Una relación cada vez más estrecha

Más preocupante incluso que el envío de tropas, que lo que sí indica es la estrecha relación política entre Putin y Kim Jong-il, la inteligencia surcoreana ha descubierto 70 envíos de municiones - proyectiles, misiles y cohetes antitanque - procedentes de Corea del Norte con destino a Rusia desde agosto del año pasado. Serían ocho millones de cartuchos de armas, incluidos proyectiles rusos de 152 mm y 122mm.

La cuestión es que si Corea del Norte pone tropas al servicio de Putin estaríamos ante una nueva escalada, como ha reconocido el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte. En declaraciones a Politico, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, ha dicho que si se confirma que los soldados de Kim están dispuestos a combatir con las tropas del Kremlin, "tenemos que volver a las botas sobre el terreno y otras ideas propuestas por Macron". El presidente francés lanzó la propuesta en febrero pasado de enviar efectivos europeos a Ucrania, pero el canciller alemán, Olaf Scholz, rechazó de plano la idea.

Sería relevante que hubiera efectivos norcoreanos luchando con los rusos, especialmente en el este de Ucrania, ya que este territorio los europeos defienden que es claramente ucraniano. Los norcoreanos serían cómplices de la violación de leyes internacionales y se expondrían a sanciones occidentales.

Corea del Norte aumenta su protagonismo

Según expone en The Conversation Ra Mason, analista de Relaciones Internacionales de la Universidad de East Anglia, "la influencia de Corea del Norte en la escena internacional ha crecido desde el inicio de la guerra en Ucrania, ya que sus enormes reservas de munición resultaron significativas en las tácticas de desgaste de Rusia. En ese sentido, la incorporación de combatientes extranjeros puede añadir un factor más a favor de Moscú si se despliegan y dirigen hábilmente. En última instancia, sin embargo, es poco probable que el envío limitado de tropas coreanas inexpertas a una zona de guerra en la que carecen de base legal o moral para ser enviadas resulte decisivo".

Lo que sí queda reforzado es el eje de potencias rivales de Occidente en el que Rusia ocupa un papel central. Junto a Rusia, está Irán y también Corea del Norte. Los drones iraníes y la proyectiles de artillería norcoreanos han sido muy importantes para Rusia en un momento en que sufría sanciones de gran parte de Occidente. China, en otro nivel, también supone una tabla de salvación para Putin, quien estos días presume de no estar aislado al acoger la cumbre de los BRICS en Kazán, con participantes tan excepcionales como el primer ministro de la India, Narendra Modi, y el chino Xi Jinping.

Rusia y Corea del Norte han sido aliados desde la creación del imperio de los Kim. Putin y Kim Jong-il firmaron un pacto en junio pasado que implica un compromiso de defensa mutua. Si uno de los dos es atacado, el otro acudirá en su ayuda. El Acuerdo Integral de Asociación Estratégica. Es un acuerdo militar que les vincula y que supone el reconocimiento de facto de Corea del Norte como potencia nuclear por parte de Rusia.