Asegura que Hamás, al igual que lo hizo en el pasado, podrá superar el trance de haber perdido a dos líderes en el lapso de dos meses y medio. Tareq Baconi es uno de los mayores expertos en el movimiento islamista palestino que firmó el ataque del 7 de octubre de 2023 y que desde entonces se enfrenta al objetivo israelí de hacerlo desaparecer en una operación militar que ha reducido a escombros la Franja de Gaza y dejado cerca de 43.000 palestinos muertos.

"La estrategia de Israel de intentar debilitar a Hamás mediante ejecuciones como ésta es, por desgracia, errónea", desliza Baconi en una entrevista con El Independiente. Baconi es profesor visitante en el Instituto de Oriente Medio de la Universidad de Columbia y autor de una referencia sobre el grupo, Hamás. Auge y pacificación de la resistencia palestina, de Tareq Baconi, publicado en España por Capitán Swing.

Pregunta.- ¿Cómo afecta el asesinato de Yehia Sinwar a Hamás?
Respuesta.- Sinwar era un líder muy influyente y es alguien que ha dado forma a la estrategia de Hamás, concretamente a la estrategia militar, a lo largo de su liderazgo. Ha sido el negociador clave con el lado israelí. Así que creo que su ejecución tiene un gran impacto en Hamás como organización y en la forma en que Israel está llevando a cabo este genocidio. Sin embargo, en el sentido más amplio, creo que es importante decir que Hamás no depende de un solo individuo. Es un movimiento bastante democrático y tiene un enfoque consultivo muy amplio de la estrategia para la toma de decisiones. Y a lo largo de los años, se ha hecho muy resistente a la eliminación de sus líderes debido a las operaciones militares israelíes. Así que no creo que su muerte altere significativamente la dirección estratégica del movimiento. Por la forma en que fue asesinado y por quién era, en realidad es probable que esto aumente el atractivo de Hamás para muchos muchos palestinos y la generación más joven que probablemente ahora va a optar por unirse a sus filas. La estrategia de Israel de intentar debilitar a Hamás mediante ejecuciones como ésta es, por desgracia, errónea.

P.- La historia de Hamás apunta hacia un escenario que termina alimentando el fuego...
R.- Y no solo Hamás sino los palestinos en general. Izzedin al Qassam, por ejemplo, fue un ciudadano sirio y fue clave en la lucha contra el colonialismo británico y el sionismo. Fue ejecutado por los británicos en 1935 y se convirtió en un mártir. Su muerte dio lugar a uno de los períodos más largos de desobediencia civil por parte de los palestinos y los árabes de 1936 a 1939. El ala militar de Hamás lleva su nombre. Ahora el líder de esta ala militar es ejecutado. Creo que en cualquier lucha anticolonial, el colonizador no entiende que este asesinato en realidad aumenta el compromiso con la resistencia porque muestra lo ineficaces que son las políticas de ejecución en la cúspide.

P.- ¿La desaparición de Sinwar no va a empujar a Hamás hacia una nueva estructura o filosofía?
R.- Tendrá un impacto organizativo. Es un duro golpe para el movimiento, por lo que no quiero subestimarlo. Pero en términos de tener una nueva mentalidad o una nueva estrategia, no estoy seguro de que vaya a tener ese impacto, porque si lo piensas, al menos a corto plazo, ¿cuáles son los obstáculos para lograr un alto el fuego? Hamás ya ha aceptado liberar a los rehenes israelíes a cambio de los prisioneros palestinos y del alto el fuego permanente. Es el gobierno israelí el que se niega a un alto el fuego permanente. Quieren ese intercambio a cambio de un alto el fuego temporal. No veo por qué, con Sinwar o con cualquier otro diirgente, Hamás aceptaría liberar a los rehenes sólo por un breve cese de la violencia antes de que continúe el genocidio. Así que, estratégicamente, no veo un gran cambio de rumbo. A más largo plazo, creo que Hamás, de nuevo, ha señalado muy claramente que están incluso dispuestos a comprometerse con un Estado palestino entorno a las fronteras de 1967 si Israel retira sus asentamientos. Es el gobierno israelí el que se ha negado a la creación de un Estado palestino. Así que creo que toda esta insistencia en intentar que Hamás cambie de dirección estratégica no tiene en cuenta que, en realidad, Hamás es un partido político con el que se puede dialogar. La cuestión aquí es que el gobierno israelí está actuando con total impunidad, y no hay ninguna presión sobre él para lograr un alto el fuego o un acuerdo político a largo plazo.

Israelíes y palestinos libran una batalla existencial: o supremacía judía o liberación para todos

P.- Desde hace días desde Israel se insiste en que el asesinato de Sinwar abre el camino hacia la liberación de los rehenes, pero lo que se ha producido sobre el terreno es una intensificación de los ataques en el norte de Gaza y el Líbano...
R.- No, no creo que Israel esté interesado en un alto el fuego. No lo ha estado nunca. No se puede afirmar estar interesado en un alto el fuego y luego ejecutar a todos los negociadores que están tratando de implementar ese alto el fuego. Así que el hecho de que afirmen que esto cambiará la realidad y luego aumenten la escala de asesinatos sobre el terreno lo demuestra.

P.- ¿Qué desafíos encara hoy Hamás?
R.- El más inmediato es, obviamente, el militar. El movimiento ha demostrado ser bastante resistente en los frentes militares, pero sigue atrapado en una guerra de desgaste y en una guerra en la que se enfrenta a un adversario significativamente más fuerte en términos de la destreza militar, como es Israel. Y debido a ese genocidio que se está produciendo, las bajas civiles en Gaza son espeluznantes. Así que creo que en el frente militar, esa es su preocupación más inmediata, o debería serlo para Hamás. Pero hay una preocupación no militar, y es que Hamás, a pesar de que fue el instigador del 7 de octubre y el movimiento que marcó el comienzo de este periodo de la historia palestina, aún no ha ofrecido una dirección política clara para el movimiento palestino en general. Y, por supuesto, esto no es sólo culpa de Hamás. Creo que se trata de todos los partidos políticos palestinos. Tiene que haber cierta unidad en el liderazgo que muestre hacia dónde van los palestinos a partir de aquí, dado este genocidio. Hamás tiene la responsabilidad de al menos articular su posición. Y creo que ése es su reto más difícil en la actualidad.

P.- ¿Quién puede suceder a Sinwar?
R.- Es muy pronto para saberlo. En el pasado, por lo general después de las ejecuciones de los altos dirigentes de esta manera, Hamás no siempre anunció inmediatamente quién era el próximo líder. Tras la ejecución de Ismail Haniyeh, anunciaron a Sinwar muy rápidamente. Eso no siempre es lo típico. A veces el movimiento se toma su tiempo para llevar a cabo las elecciones y proteger al líder que llega. Hay varios posibles contendientes, pero, al menos en mi opinión, el que tiene más sentido es Jaled Meshaal, por su legado, pero también por el hecho de que está en Doha y, por tanto, no está inmediatamente en el campo de batalla. Pero también creo que, por el hecho de estar en Doha y de no haber sido el líder en muchos años, hay cierta distancia entre él y el ala militar. Así que su nombramiento será una elección interesante. Creo que podría tener un impacto sólido, pero tenemos que esperar y ver.

P.- ¿Existe diferencias sustanciales entre los líderes en Gaza y quienes se hallan en Qatar?
R.- Hay diferencias en el sentido de que siempre existen diferencias entre el liderazgo. Hamás adopta un enfoque consultivo. Así que hay muchas diferencias que se manifiestan entre las distintas partes del movimiento. Pero una vez que se toma una decisión, normalmente los diferentes grupos la acatan. La diferencia clave en este momento es que la dirección militar de Gaza está muy preocupada por la guerra y por lo que está ocurriendo en el frente militar, mientras que la dirección exterior está pensando tanto en la guerra como en el alto el fuego, pero también en la dirección política. Quizás el carisma de un líder pueda llevar a la organización en una dirección ligeramente diferente.

P.- Hay quienes han trazado públicamente los supuestos desencuentros entre Sinwar y Meshaal en cuanto a objetivos y métodos...
R.- La forma en que estos líderes se enfrentan a sus contextos inmediatos cambia. Sinwar estaba mucho más centrado en las tácticas militares y en una provocación militar que pudiera cambiar la realidad en Gaza, mientras que los líderes del exterior estaban quizá más centrados en un panorama más amplio, no sólo en el frente militar. Pero no hay que exagerar esas diferencias. No creo que fueran importantes. A veces se hace demasiado hincapié en esta división entre lo interno y lo externo.

P.- ¿El ataque del 7-O fue un error estratégico de Hamás?
R.- Es muy pronto para ver dónde acabamos. Es, sin duda, un día y un ataque que ha cambiado por completo la historia de los palestinos y de la región. Y creo que ha tenido repercusiones mundiales. No creo que el atentado en sí se produjera como Hamás pretendía. Y tanto si Hamás lo hizo intencionadamente como si no, esto ha marcado el comienzo de un momento de ruptura histórica. Todavía estamos en medio de ese camino. No sabemos dónde acabaremos. No hay duda de que el coste humano de esto ha sido horrible. Por supuesto, el principal responsable es Israel y el apartheid israelí. Pero creo que tenemos que ser honestos sobre adónde nos está llevando esto. Y Hamás tiene mucho que explicar una vez que se asiente el polvo. Es demasiado pronto para saberlo.

P.- ¿Hacia dónde se dirige Hamás?
R.- No lo sé. En cierto modo el movimiento está creciendo. Sus bases están creciendo. Tiene más atractivo. Hay más gente que se une a él. En otros aspectos, se ha debilitado como organización debido a su liderazgo. No creo que el movimiento vaya a ser derrotado en la forma en que Israel y Occidente piensan al respecto, porque es una ideología y un compromiso con las demandas políticas palestinas que son muy anteriores a Hamás y continuarán después de Hamás. Así que creo que el movimiento probablemente se reconstituirá. Pero la cuestión de hacia dónde va Hamás a partir de ahora, creo, está vinculada a hacia dónde van los palestinos a partir de ahora. Es una cuestión más amplia que Hamás. Dependerá de los palestinos. Hamás forma parte de esa ecuación.

Netanyahu quiere una guerra regional que lo arrasará todo. La imprudencia de Biden será la responsable

P.- Usted dice en su libro que es una historia cíclica. ¿Estamos hoy más cerca o lejos de una solución político definitiva?
R.- Hoy finalmente estamos entendiendo que no hay manera de que pueda haber paz y seguridad para los palestinos o para los judíos israelíes sin abordar las raíces políticas de esto, que son la Nakba de 1948. Sin tratar la cuestión de Palestina, realmente no hay manera sostenible de avanzar. Así que creo que los israelíes lo entienden, y ahora están presionando para el exterminio final de todos los palestinos porque quieren completar la Nakba. Y los palestinos lo entienden. Entienden que ya no se puede vivir con el sionismo, que la única manera de avanzar es tener un futuro de libertad, justicia e igualdad para todos entre el río y el mar. Los únicos que no lo entienden, creo, son los miembros de la comunidad internacional que siguen pensando que se puede volver a un modelo de dos Estados o a alguna idea de partición. Así que creo que tanto para los israelíes como para los palestinos se trata de una batalla existencial. Por un lado, tenemos un régimen de supremacía judía y, por otro, una lucha de liberación que aspira a la igualdad y la libertad para todos. Y creo que depende de quién y dónde caigan las cartas.

P.- No ve lugar para la solución de los dos Estados que intenta revivir la diplomacia occidental...
R.- No hay lugar para una solución de dos Estados desde hace al menos dos décadas. Pero creo que ahora lo entendemos de verdad. Los miembros de la comunidad internacional se niegan a entender porque no saben adónde ir a partir de ahora. Todo el mundo en Israel y Palestina entiende claramente que no hay forma de volver a la idea de la partición. Es decir, la solución de los dos Estados era en realidad una forma de volver a empaquetar el apartheid israelí, de dar la ilusión de un acuerdo de paz cuando en realidad nunca se hizo frente a la dominación de Israel. Ahora hay una profunda comprensión de que esto ya no es posible. Sólo se trata de averiguar qué hacer a partir de ahora.

P.- A menos de dos semanas de las elecciones estadounidenses. ¿Existe alguna diferencia entre Harris y Trump?
R.- No. La administración participó en el genocidio. Y en ese sentido, no veo una gran diferencia entre Harris y Trump. Creo que Harris ha demostrado que no romperá en absoluto con las políticas de Biden. Y seguirá manteniendo la complicidad de Estados Unidos en el genocidio. Trump es algo más difícil de leer porque, por naturaleza, es un presidente errático. Así que no creo que se deje llevar por la política. Pero su historial ha demostrado que está muy comprometido con el mantenimiento del apartheid israelí. No veo ninguna ruptura importante en la política exterior estadounidense en lo que se refiere a Palestina.

P.- No hay consenso en el Gobierno israelí sobre el día después a la guerra en Gaza...
R.- Los israelíes quieren ocupar la Franja de Gaza y restablecer los asentamientos. Israel quiere lo que quiere en toda la Palestina histórica, que es la mayor cantidad de tierra posible sin ninguna resistencia ni desafío. Y lo enmarcan en el contexto de limpiar, entre comillas, a Hamás. Lo que en realidad quieren decir es asegurarse de que los palestinos estén completamente pacificados bajo el apartheid israelí. Y por eso creo que presionarán en ese sentido. Lo harán en Gaza. Creo que fracasarán porque en Gaza, a diferencia de Cisjordania, no ha habido una nación coordinadora en materia de seguridad, y hay una resistencia significativa a la presencia israelí. Estamos en una guerra de desgaste que llevará mucho tiempo, un año, yo diría probablemente más de un año. Y luego, si tienen éxito, intentarán jugar a imponer algún liderazgo, palestino o no, que esté comprometido con el dominio israelí. Algo parecido a la Autoridad Palestina en Cisjordania, una supuesta Autoridad Palestina, pero que en realidad una gran parte sigue comprometida con el apartheid israelí. Todas estas tácticas fracasarán. Habrá nuevos desafíos al apartheid israelí hasta que se aborden las causas políticas de la cuestión palestina.

Los israelíes quieren ocupar la Franja de Gaza y restablecer los asentamientos

P.- Existe una desconfianza histórica entre Fatah y Hamás. ¿Existe alguna posibilidad de reconciliación?
R.- Sí y no. Hay desconfianza histórica y sí creo que hay esfuerzos para intentar lograr una reconciliación. El problema es que no creo que hoy la reconciliación entre Hamás y Fatah sea necesariamente lo que se necesita. Ahora tenemos que entender que esas dos facciones no representan necesariamente a todo el pueblo palestino, que son también los refugiados y los ciudadanos palestinos de Israel. La conversación ha pasado un poco de la reconciliación entre Hamás y Fatah a pensar en resucitar la OLP y crear un liderazgo representativo que sea capaz de hablar en nombre de todos los palestinos.

P.- Desde Fatah se insiste en que Hamás ha sido un instrumento de Israel para socavar el liderazgo palestino...
R.- Históricamente, Israel ha utilizado tácticas de divide y vencerás. Definitivamente ha jugado ese tipo de políticas, y no sólo con Hamás sino también con Fatah. Después de que Hamás ganara las elecciones en 2006, Israel y la comunidad internacional apoyaron a Fatah e impidieron que Hamás llegara al poder. Parte de la razón por la que no ha habido reconciliación es por los esfuerzos israelíes para intentar separar a unos de otros. Pero cuando los dirigentes de Fatah dicen eso, también malinterpretan que Israel les ha reforzado a ellos también a expensas de Hamás, y que la Autoridad Palestina no es en absoluto una autoridad legítima a los ojos del pueblo palestino. Y así, ambas facciones siguen, por desgracia, comprometidas o restringidas por la forma en que Israel las manipula.

P.- Hamás está ganando adhesiones en Cisjordania...
R.- No sólo entre los palestinos de Cisjordania, también entre los ciudadanos palestinos de Israel y los palestinos de las comunidades de refugiados. Hamás tiene más atractivo ahora que antes del 7 de octubre, y no necesariamente por su ideología islamista, porque los palestinos lo ven como un movimiento de resistencia y como una forma de autodefensa contra el genocidio de Israel. Y en Cisjordania, creo que es especialmente peligroso porque Israel está armando ahora a los colonos y preparándolos para llevar a cabo una limpieza étnica de los palestinos en Cisjordania. Así que creo que la situación es bastante explosiva. Tenemos que empezar a entender estos lugares, Gaza, Cisjordania, Jerusalén, el propio Israel como un solo lugar. Así que Israel está llevando a cabo las mismas políticas de colonización y esta posesión desde el río hasta el mar. Tiene diferentes maneras de tratar a las poblaciones palestinas en cada una de estas zonas.

La solución de los dos Estados está muerta. La comunidad internacional es la única que se resiste a entenderlo

P.- En el futuro de Hamás ¿Va  a seguir siendo Irán el principal apoyo exterior de Hamás?
R.- Creo que sí. Creo que Irán ha apoyado financiera y armamentisticamente a Hamás de forma continua y sistemática, y no creo que eso vaya a cambiar necesariamente. Sin embargo, estamos, de nuevo, en un nuevo territorio hoy en día. La forma en que Israel está expandiendo su guerra más allá de la Franja de Qatar, atacando a Irán e intentando crear una guerra regional significa que creo que la forma de la región va a cambiar. Es decir, a menos que Israel detenga su agresión, a menos que Estados Unidos sea capaz de hacerlo retroceder, creo que todas estas dinámicas en la región van a cambiar. Ahora podemos dar por sentado que Irán seguirá apoyando a Hamás, pero no está claro. Depende de cómo se desarrolle la guerra. No está claro dónde aterrizaremos en el futuro.

P.- ¿Israel va a recibir una presión internacional para detener la escalada regional?
R.- No. Está muy claro que el Tribunal Internacional de Justicia, el Tribunal Penal Internacional y la ONU han intentado imponer el derecho internacional y mantener el orden internacional tras la Segunda Guerra Mundial. Pero, por desgracia, la mayoría de los países occidentales, Reino Unido, Alemania, Francia y, desde luego, Estados Unidos, han demostrado que están dispuestos a permitir que Israel mantenga la impunidad y socave los principios internacionales de gobernanza en apoyo de su proyecto. Así que creo que si se produce una guerra regional en Oriente Medio, que es sin duda lo que desea el gobierno de Netanyahu, será culpa de los gobiernos occidentales. Lo que ha sucedido durante el último año ha demostrado lo profundamente racistas que son países como Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido. Están comprometidos con el apartheid israelí. También ha mostrado lo desechables que creen que son los palestinos. Esto, sin duda, arrasará la región. Desgraciadamente, hoy no veo una salida a esto. Y eso es, creo, parte de la responsabilidad y la imprudencia de la administración Biden.