“Ella dijo que no dejase de competir, que siguiese con todo esto”. Son las únicas palabras que Guy Albag, un joven deportista israelí, ha recibido de su hermana Liri desde que se vieron por última vez. Han pasado 386 días. “Hamás secuestró a varios soldados de la base de Nahal Oz el 7 de octubre de 2023 y se los llevó a Gaza, entre ellos a mi hermana”, explica el quinceañero. “El mensaje de mi hermana llegó a mí gracias a algunos rehenes que estuvieron con ella y fueron liberados”, añade.

En noviembre de 2023 Israel y Hamás llegaron a un acuerdo de alto al fuego e intercambio de rehenes. El primero y último logrado hasta ahora. La organización islamista palestina liberó a un centenar de rehenes israelíes durante las jornadas que duró el acuerdo. Liri Albag no fue una de las afortunadas. “Lleva mucho tiempo allí, más de un año. Sabemos que los rehenes comen una única comida y beben una botella de agua al día. Esas no son condiciones de vida normales y es muy difícil sobrevivir así”, denuncia el piloto israelí. 

Guy Albag compitiendo en una carrera de karts. | Cedida.

Guy Albag compite en karting desde los 11 años. Practicar este deporte implica viajar por todo el mundo y estar lejos de su familia. “Mucha gente se sorprende de que siga viajando a las competiciones con la situación que hay en mi familia y en mi país, pero yo solo intento seguir adelante, hacer caso a las palabras de Liri y luchar para que ella vuelva a casa lo antes posible”, cuenta. 

En su visita a España para participar en la FIA Motorsport de Valencia compartió con El Independiente sus expectativas para esta carrera: “Creo que podemos alcanzar el podium en Valencia, tenemos muy buen equipo y potencial”. La semana pasada alcanzó el segundo puesto en la categoría senior de la ROK Superfinal y, a modo de reivindicación, alzó una foto de su hermana con el mensaje “traed a Liri de vuelta ahora”. 

Lo que mantiene a la familia de Guy con esperanza son las evidencias de que Liri podría seguir con vida. El día que Hamás asaltó la base militar en la que se ella se encontraba, grabaron a las soldados maniatadas contra una pared y mostraron cómo las transportaban en una furgoneta con destino a la Franja de Gaza. Esas imágenes fueron difundidas públicamente en mayo. Dos meses después, las familias de las rehenes autorizaron -como una manera de presión- la publicación de unas nuevas instantáneas de las jóvenes, esta vez en el lugar en el que sufrían el cautiverio. 

Liri Albag, a la izquierda, con otras tres soldados secuestradas. | IDF

“Creo que nuestro gobierno no está haciendo todo lo que puede para traer de vuelta a los rehenes. Hasta cierto punto parece que no les importan, porque podrían haber hecho algo más. Hamás ha matado a algunos rehenes porque no han hecho todo lo que está en su mano. Resulta muy difícil seguir adelante sabiendo esto”, lamenta Guy Albag. Fuentes israelíes han confirmado que de los 101 rehenes que continúan secuestrados, 35 han muerto.

Desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en octubre de 2023 han sido numerosas las llamadas a aplicar sanciones económicas sobre el Estado judío para alcanzar un alto al fuego. A medida que ha pasado el tiempo y que la situación se agrava, han aumentado también las voces que reclaman otras medidas de presión. Una muy recurrente es el boicot a Israel a nivel internacional, también en la escena deportiva. Se ha pedido que los israelíes sean expulsados de los eventos internacionales.

Guy Albag, al ser preguntado al respecto, cuenta que “cuando se pone la política encima de la mesa y se empiezan a prohibir cosas es molesto, porque nosotros solo queremos competir como cualquier otro país". "No somos los líderes de nuestro país, no deberíamos ser tratados de esta manera", manifiesta. El Comité Olímpico Palestino lidera este intento de aislamiento a Israel y estima que 400 atletas palestinos han fallecido en Gaza. Además, denuncia, que todas las infraestructuras deportivas y de entrenamiento han sido destruidas en una operación militar que ha reducido a escombros la Franja y ha dejado cerca de 43.000 muertos, según cifras del Ministerio de Sanidad controlado por Hamás.

El asesinato de Yehia Sinwar, líder de Hamás, es la mayor victoria de Israel hasta el momento en la guerra en Gaza. Su muerte es un duro golpe para la organización palestina, que él convirtió en una fuerza de combate que infligió la mayor derrota al Estado de Israel en su historia. “La muerte de Sinwar puede tener dos resultados: o que se liberen a los rehenes o que Hamás quiera vengarse de nosotros”, apunta Guy Albag. En este contexto, este domingo se retoman las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás con mediación qatarí y egipcia para alcanzar una tregua y la liberación de los rehenes en la Franja de Gaza. 

Preguntado por su visión del fin del conflicto, Guy se limita a decir que “solo queremos paz y nunca quisimos una guerra”. Su padre, Eli Albag, añade las últimas palabras: “Quiero que mis hijos vivan en paz. Queremos llevarnos bien con nuestros vecinos árabes. El problema es Hamás. Cuando dicen 'Palestina libre', estamos de acuerdo, pero libre de Hamás. Y, cuando consigan esto, tendrán y tendremos una mejor vida y viviremos en paz en la región”.