Donald Trump, que cumplió 78 años el 14 de junio, es el presidente electo de más edad de la historia de Estados Unidos. El magnate parece eterno: incluso ha sobrevivido a un intento de atentado el pasado verano. Aparentemente está en buena forma, pero cuando Joe Biden fue elegido, con 78 recién cumplidos, tampoco se había deteriorado tanto como ha quedado patente en los últimos meses. En caso de que Trump no pudiera terminar su mandato, sería su vicepresidente, J.D. Vance, de apenas 40 años, quien se sentaría en el Despacho Oval.

Hace justo dos años, James David Vance, nacido Bowman, logró ser elegido senador por Ohio, su estado natal en el rust belt (cinturón del óxido). Pero su salto a la popularidad no se debe a su actividad política sino al éxito de su obra autobiográfica, Hillbilly, una elegía rural (Deusto), publicada en 2016. Lo escribió con 31 años, después de haber estado en los Marines en Irak, seis meses como corresponsal de combate, licenciarse en la Universidad de Ohio y pasar también por Yale gracias a una beca por sus excelentes resultados académicos.

"Yo era uno de esos chicos con un futuro lúgubre. Casi dejé el instituto. Casi me dejé llevar por la ira profunda, por el resentimiento que sentía hacia todo el mundo a mi alrededor", relata en Hillbilly, que se convirtió en un bestseller y es base de una película dirigida por Ron Howard. En el filme Glenn Close interpreta a la abuela de J.D. Vance, Bonnie Vance, a quien su hermana mayor Lindsay y él llamaban "mamaw".

Sus creencias religiosas y su amor por las armas las adquiere de esa mujer, cuya familia procedía de Jackson en Kentucky, firme como una roca. Bonnie era demócrata, admiradora de Bill Clinton. Con su madre, Beverly Carol, tiene una relación con altibajos debido a sus adicciones.

Su padre les abandonó cuando J.D era un niño, así que no es de extrañar que fuera cambiando de apellidos hasta que en su boda con Usha Bala Chilukuri, hija de inmigrantes indios, decidió adoptar el apellido de sus abuelos, Vance. Tienen tres hijos: Ewan, Vivek y Mirabel. Usha, hija de un ingeniero y una bióloga y criada en San Diego, es abogada. Licenciada en Historia por Yale, era un auténtico ratón de biblioteca en su juventud. También estudió en Cambrigde, en el Reino Unido.

Aporta el glamour que no tiene J.D. Vance a la pareja. "Que JD y yo pudiéramos conocernos, por no hablar de enamorarnos y casarnos, da fe de cómo es este gran país", ha dicho Usha Vance.

Que J.D. y yo pudiéramos conocernos, por no hablar de enamorarnos y casarnos, da fe de cómo es este gran país"

USHA VANCE

Las memorias de Vance estuvieron en la lista de los más vendidos en 2016 y 2017. Según The New York Times, es clave para entender el apoyo de muchos estadounidenses que se sienten marginados a Trump. "Quiero que la gente comprenda qué pasa en las vidas de los pobres y el impacto psicológico que la pobreza material y espiritual tiene en sus hijos. Quiero que la gente comprenda el 'sueño americano' tal como mi familia y yo nos lo encontramos". Y añade: "Para esta gente, la pobreza es tradición familiar: sus antepasados fueron jornaleros en la economía esclavista del Sur, aparceros después, y maquinistas y obreros de la fábrica en épocas más recientes... Los estadounidenses los llaman (hillbilly) paletos, paletos o basura blanca (white trash). Yo los llamo vecinos, amigos y familia".

De 'never Trumper' a su número dos

Sobre Trump ha cambiado de opinión, aunque siempre admiró su capacidad comunicativa. "Sabe conectar con la gente; es algo que ambos partidos han hecho cada vez peor... Está aprovechando una preocupación fundamental que tiene la gente: la sensación de que los mejores días de Estados Unidos han quedado atrás y que el futuro no es muy prometedor", dijo sobre Trump en la campaña de 2016.

En aquella época se definía un never Trumper (nunca trumpista) y llegó a calificar a Trump de "idiota", según Sky News. "No sé si pensar que es un gilipollas cínico como Nixon, lo que no sería tan malo, e incluso podría ser útil, o que el el Hitler de América", escribió a un ex colega en la universidad, Josh McLaurin, en Facebook. En 2022 un portavoz de Dance no lo negó pero aseguró que su opinión había cambiado. Luego ha justificado que se había guiado por el estilo de Trump, más que por el fondo de lo que defiende y representa a la hora de criticarlo.

Hay quienes sostienen que fue Donald Trump Jr quien acercó al ex presidente y a J.D. Vance. El primogénito de Trump había leído las memorias de Vance y se había quedado prendado de su historia vital. En 2021 se vieron por primera vez y congeniaron.

Cuando se presentó a las elecciones de medio mandato en noviembre de 2022, J.D. Vance ya era leal a Donald Trump. Empezó a quitar importancia al asalto al Capitolio. En esas legislativas los trumpistas no cosecharon sus mejores resultados, pero Vance sí ganó su escaño como senador por Ohio gracias al impulso del ex presidente.

"Los estadounidenses los llaman (hillbilly) paletos, paletos o basura blanca (white trash). Yo los llamo vecinos, amigos y familia", escribe Vance en sus memorias

En la campaña electoral ha demostrado hasta dónde puede llegar en sus ataques al adversario y a la hora de mostrar sus políticas más extremas, sobre todo en relación con los inmigrantes, y con su visión de las mujeres. A la vicepresidenta Kamala Harris ya la descalificó hace tres años como una de esas "señoras con gato y sin hijos". Ha defendido ese comentario despectivo, lo que hizo que muchas mujeres se solidarizaran con Harris mostrándose en redes con gatos. Harris está casada desde hace diez años con el abogado Doug Emhoff, divorciado y padre de dos hijos veinteañeros que llaman momala a la esposa de su padre.

También está detrás de los rumores sobre los inmigrantes haitianos de Springfield, en Ohio. Trump llegó a decir que comían perros y aquello se convirtió en el hazmerreír de todo el país. Vance apoya la prohibición del aborto en todo el país.

Vance logró salvar el debate con Tim Waltz, el candidato a vicepresidente con los demócratas, un político empático y popular, a pesar de los malos pronósticos. Sin embargo, su nivel de rechazo es siete puntos superior al de aceptación, según FivefortyEight. También es cierto que Vance ha parado muchos golpes dirigidos a Trump y esa función es la del vicepresidente en campaña.

A partir del 20 de enero empieza su hora de la verdad. Con 82 años es difícil que Donald Trump aspire a un segundo mandato, de modo que J.D. Vance se sitúa en posición de ventaja para ser el heredero del trumpismo.