Kamala Harris ha prometido no abandonar "jamás" la lucha por la libertad, las oportunidades y los derechos de todas las personas. En su discurso de derrota y ante miles de seguidores, la vicepresidenta de EEUU ha aceptado que el expresidente Donald Trump ha ganado las elecciones de este martes, pero al mismo tiempo ha lanzado un mensaje dulce de esperanza, trabajo duro y agradecimiento. Anoche y tras horas en las que él iba por delante pero los datos no le daban del todo la presidencia, Harris dejó plantados a los cientos de personas que la esperaban, confiados en que podrían celebrar que se convertiría en la primera presidenta mujer del país. Hoy ha intentado redimirse.

"A veces la lucha lleva su tiempo, pero eso no significa que no vayamos a ganar. Es normal que os sintáis decepcionados, pero todo va a salir bien. Recordad que luchar por este país siempre merece la pena", ha aclamado la afroamericana en el campus de la Universidad de Howard (Washington DC), donde ella misma estudió y ante un público mayoritariamente compuesto por estudiantes negros que aguantaban las lágrimas con dificultad. "El resultado de estas elecciones no es lo que votamos pero la luz de las promesas de América siempre brillará", ha asegurado.

Trump ganó ayer las elecciones presidenciales estadounidenses con una victoria arrolladora. El recuento todavía debe terminarse pero ya es un hecho que en enero asumirá de nuevo la presidencia de EEUU después de llevarse, previsiblemente, todos los estados clave que estaban en disputa. Cuando se terminó de redactar este artículo aún quedaban estados por contar sus votos, pero el expresidente sacaba a Harris más de cinco millones de votos, lo que de confirmarse no solo le daría la presidencia sino también el voto popular. Sería la primera vez que un republicano lo consigue en 20 años.

"Cuando perdemos, aceptamos el resultado"

El discurso de Harris ha sido sobre todo dulce y esperanzador, pero también ha dejado hueco para atacar a Donald Trump. Ha prometido que favorecerá una transición del poder "pacífica", porque "cuando perdemos unas elecciones aceptamos el resultado". "Eso distingue democracia de tiranía", y ha recordado que Estados Unidos debe "lealtad" a su Constitución, en alusión al expresidente, que a día de hoy no ha reconocido haber perdido las elecciones de 2020. "Reconozco la derrota, pero no me rindo en la lucha que impulsó esta campaña".

Harris no ha aprovechado este discurso para hacer autocrítica, sino que se ha centrado en manifestar su orgullo por la campaña que el Partido Demócrata ha hecho "por el futuro de América", y ha comunicado que ha llamado a Trump para felicitarlo. Acto seguido, ha pasado a enumerar las tareas pendientes: la lucha porque las mujeres estadounidenses puedan tomar decisiones sobre su propio cuerpo, la lucha de proteger los colegios y las calles de las armas, y la lucha por las libertades fundamentales.