Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en inglés) son 39 Estados isleños o costeros ubicados en el Pacífico, el Caribe y el Índico. Están compuestos por más de 1.000 islas en las que residen 65 millones de personas, algo menos del 1% de la población mundial. Los SIDS se enfrentan a múltiples desafíos, como su pequeño tamaño, su lejanía geográfica y su escasa base de recursos y exportaciones. Estos obstáculos los hacen vulnerables a crisis económicas, sociales y medioambientales. El cambio climático amenaza ahora con borrarlas del mapa.
Cómo les afecta el cambio climático
El cambio climático tiene un impacto tangible en los pequeños Estados insulares en desarrollo. Los huracanes Harvey, Irma, María o Nate convirtieron la temporada de ciclones tropicales de 2017 en una de las más letales y devastadoras de todos los tiempos, destruyendo infraestructuras de comunicaciones, energía y transporte, viviendas, centros de salud y escuelas.
Los fenómenos de evolución lenta, como el aumento del nivel del mar, plantean una amenaza existencial para las pequeñas comunidades insulares. Exigen medidas drásticas, como la reubicación de las poblaciones. Casi 22 millones de personas en el Caribe viven a menos de seis metros sobre el nivel del mar y la mayoría de las islas del Pacífico tienen más de la mitad de su infraestructura a menos de 500 metros de la costa. Se estima que, para 2050, la mitad de la capital de Tuvalu estará inundada por las mareas.
Las altas temperaturas y la acidificación de los océanos -el proceso por que el agua del mar se vuelve más ácida debido al exceso de dióxido de carbono (CO2) que absorbe de la atmósfera- amenazan los ecosistemas marinos, como los arrecifes de coral, que no sólo son fundamentales para actividades económicas como la pesca y el turismo, sino que también brindan una valiosa protección a las costas contra las mareas de tormenta, al tiempo que actúan como sumideros de carbono. Asimismo, el aumento de las temperaturas también incrementa los riesgos de sequía y la escasez de agua dulce en los SIDS.
Casi 22 millones de personas en el Caribe viven a menos de seis metros sobre el nivel del mar
Cómo afrontan el cambio climático
Muchos SIDS han asumido firmes compromisos políticos con un futuro de cero emisiones netas y resiliente al clima, incluso a través de ambiciosos planes nacionales de acción climática conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). Aunque los SIDS son países con bajas emisiones, muchos ven las NDC como una oportunidad clave de desarrollo que puede respaldar las necesidades de adaptación.
Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo también han desempeñado históricamente un papel clave en las negociaciones sobre el cambio climático, impulsando hitos importantes en la acción climática a través de varios bloques de negociación, como la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), el G77 y la Coalición de Alta Ambición.
Junto con el grupo de los Países Menos Desarrollados (LDCs, por sus siglas en inglés) han sido la fuerza impulsora detrás de las discusiones sobre pérdidas y daños y el establecimiento de un fondo para responder a las pérdidas y daños en la COP27. También han sido fundamentales para mantener el objetivo de 1,5 °C en el Acuerdo de París, argumentando que un límite de 2 °C pondría a sus países en un riesgo muy alto de impactos.
En 2023, Vanuatu lideró una coalición global que contribuyó a la histórica Resolución de la ONU que solicita a la Corte Internacional de Justicia que exija a los países contaminantes que rindan cuentas legalmente por no abordar la emergencia climática.
Qué piden en Bakú
La COP29, que se está celebrando en Bakú (Azerbaiyán), tiene como principal objetivo incrementar la financiación disponible para enfrentar los desafíos climáticos y limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5º C. La mayoría de los SIDS están presentes en la Cumbre del Clima para luchar por medidas que puedan salvar sus territorios. Con ciertas excepciones. El Gobierno de Papúa Nueva Guinea decidió no asistir a la COP en señal de protesta: "No toleraremos más promesas vacías ni inacción mientras nuestro pueblo sufre las devastadoras consecuencias del cambio climático", afirmó Justin Tkatchenko, ministro de Asuntos Exteriores de Papúa Nueva Guinea.
Cerca del 40% de estos estados enfrentan situaciones de deuda insostenible
Si bien el principal objetivo de los países SIDS presentes en Bakú es mantener la temperatura recogida en el Acuerdo de París, también buscan conseguir otras metas que salven sus territorios y poblaciones. Quieren establecer un marco de financiación colectivo cuantificado que garantice recursos adicionales y predecibles para mitigación, adaptación y reparación de pérdidas y daños.
Insisten en separar este financiación de otras ayudas internacionales como la ayuda oficial al desarrollo. Además, proponen incluir medidas de alivio de deuda, como bonos ambientales y seguros, para poder redirigir recursos hacia infraestructura climáticamente resiliente. Cerca del 40% de estos estados enfrentan situaciones de deuda insostenible.
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